Capítulo 10

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Después, volvió a mirar hacia sus manos, con las mejillas teñidas, y exhaló como si al estar mirándome no pudiera respirar. Eso me gustó más de lo que debería.

—Vamos— le dije, poniéndome de pie —Quiero mostrarte algo.

Se puso de pie, y ambos tiramos en la basura lo poco que restaba de aquel ramen instantáneo. Luego él me miró con ojos penetrantes.

—¿Qué es?

—Por aquí— dije, caminando en una dirección diferente a la que habíamos venido. Dos cuadras más adelante, señalé hacia arriba —¿Ves eso?

Era un edifico comercial, empequeñecido por los edificios más altos a cada lado de él. Por lo general, era pasado por alto por los transeúntes, no era el más grande, pero era un edificio clásico que cualquier arquitecto decente apreciaría por su sutileza.

—¿El edifico Seunghoy?

Asentí.

—Yo hice eso.

Los ojos de HanBin se agrandaron.

—¿En serio? Quiero decir, no estoy dudando de que... es que... wow.

Me eché a reír.

—Sí, la verdad. Es retrofit* completo. Fachada exterior para replicar la existente, incluso mejora la historia del edificio, pero su interior es otra cosa. Debes verlo. Su diseño es art-decó clásico pero totalmente sostenible.

Le mostré las formas cúbicas, el fuerte sentido de las líneas, la forma de las curvas elegantes y la ilusión de los pilares. Cuando por fin dejé de hablar, miré a HanBin para encontrar que ni siquiera estaba mirando el edificio. Él me estaba mirando a mí.

—¿Me puedes enseñar?

—¿El interior de edificio?

Negó con la cabeza.

—No, enséñame cómo dibujas. Quiero ser capaz de hacer eso.

—Oh.

—¿Me podrías enseñar? Quiero aprender, quiero ver las cosas como las ves tú.

Lo miré de nuevo, y él me miraba directamente. Sus ojos no vacilaron, no alejó su mirada de la mía. Lo único que pude hacer fue asentir.

—Sí.

Sonrió magníficamente.

—No hay tiempo como el presente.

Entonces empezamos a caminar de regreso a mi apartamento.

—¿Estás seguro de que no tienes ningún otro lugar donde te gustaría estar?— le pregunté —Trabajar conmigo un domingo es apenas la idea que nadie podría tener de diversión.

—Bueno, yo soy nadie— dijo alegremente —Sucede que lo disfruto.

—Me alegra que lo hagas— le contesté.

El resto de la caminata de vuelta fue tranquila, pero tan pronto como estuvimos dentro del apartamento, colocó su silla junto a la mía en la mesa.

—¿Así que, ¿por dónde empezamos?

Él tenía las habilidades básicas, artes gráficas y dibujo técnico que todos los novatos de la arquitectura tenían. Admitió eso... podía dibujar un edificio con bastante facilidad. Pero no podía dibujarlo con vida, dijo. No como yo.

Así que por las próximas horas, nos sentamos al lado del otro sobre mi mesa, con mi libreta cuadriculada y lápices. A veces nuestras rodillas chocaban, a veces nuestros muslos se rozaban completamente, a veces él descansó su brazo en el respaldo de mi silla, a veces nuestras manos se quedaban tan cerca que casi se estaban tocando.

Y hablamos y nos reímos, nos contamos historias y... él olía tan bien. Pero me escuchó, estudió y copió, era bastante obvio que este chico tenía talento. También era bastante obvio que había algo entre nosotros.

Yo no lo estaba imaginando.

Le sorprendí mirándome fijamente, o, a veces sostenía el aliento, y de vez en cuando, cuando nuestras manos se tocaban, hacia que mi ritmo cardíaco se acelerara y mi boca se secara. A veces me sorprendí a mí mismo mirándolo. Yo estaba perdido en sus ojos, en su cabello, en sus besables labios rosados.

Cuando estaba concentrado, o perdido en sus pensamientos en el dibujo delante de él, tenía que obligarme a mirar hacia otro lado. Pero cuando se volvió para preguntarme acerca de algo, nuestros rostros estaban tan cerca, a poca distancia si alguno de los dos se inclinara.

Su pregunta quedó en el olvido, y sus ojos se oscurecieron mientras me miraba. Se humedeció los labios y se inclinó una fracción. Él iba a besarme. Y yo quería. Quería sentir sus labios, quería saborearlo, tocarlo, y fue ese deseo el que me hizo entrar en pánico. Me levanté de mi asiento rápidamente y fui a la cocina, moviendo la cabeza para librarme del aparente deslumbramiento en el que HanBin me tenía. Traté de calmar a mi corazón desbocado, entonces me volví para encontrar a HanBin poniéndose de pie lentamente.

—Probablemente debería irme— dijo en voz baja.

—Está bien— le dije sin aliento.

Frunció el ceño y recogió su laptop y la metió en su maletín. Exhaló a través de las mejillas infladas y murmuró algo acerca de llegar solo a la puerta. Sin poder hacer mucho más, asentí dócilmente. Salió de mi apartamento y no tres segundos más tarde alguien llamó a la puerta. Sabiendo quien sería, miré por la cámara del intercomunicador y nerviosamente me pasé las manos por el cabello antes de abrir la puerta. HanBin parecía temblar confundido aún, así que fui yo quien habló:

—¿Todo bien?

Me miró durante un largo segundo y luego espetó:

—Creo que deberíamos besarnos.





***
Y bien, hasta aquí ha llegado nuestro mini-maratón de esta historia.
Gracias por leer y por dejar sus estrellitas 😊

Solo para aclarar:
* Retrofit: sustituir piezas o sistemas nuevos o modernizados de equipos antiguos, encajar en o sobre una estructura existente, como una casa vieja con piezas nuevas o modernizadas sustituyendo a los elementos antiguos.

UP-grade ❀ Double B [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora