TIEMPO

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Los días pasaron tranquilamente para la pareja, Sebastian la llevo a conocer el edificio en donde tenían las oficinas de la empresa, le platicó sus planes como pensaba en un futuro muy cercano tener su propio edificio y ampliarse, la llevo al lugar en donde tenían la maquinaria de trabajo y era impresionante había máquinas del tamaño de edificios ahí, Isabel trataba de mantener la boca cerrada pero era imposible cada cosa o lugar que conocía era mas impresionante que el anterior, siempre que llegaban algún lugar les recibían en la entrada y el siempre la presentaba como su esposa sin dejar de soltar su mano.  Martha le ayudo junto a Joel a conseguir escuela, se decidió por una preparatoria cerca de casa y tenia que admitir que se había divertido enormemente con ellos, en la escuela sabia que se sentiría fuera de lugar pero se acoplaría, la gente que ahí deambulaba era tan extraña para ella pero era otro comienzo y lo iba a disfrutar.  Hacia dos semanas que sus padres habían estado con ellos y aun no habían hablado de nada, cada vez que ella intentaba tomar el tema Sebastian lo eludía hasta que desistió, ya habría tiempo para darle la confianza que requería y se abriera a ella, las noches eran las mejores, cada vez aprendía mas como satisfacerle y recibir placer, a veces se sentía como enferma pues el apetito sexual de su marido era un tanto extravagante, se dio cuenta también que le gustaba el sexo duro, intenso y de camino que a ella le gustaba y no solo eran las noches, en varias ovaciones cuando iba a comer a casa también le daba sus lecciones, Isabel sonrió y sabia que estaba ruborizada, pero no le importaba era feliz.

Isabel había vuelto a su rutina, corría por las mañanas y se ejercitaba en casa al llegar, los primeros días Sebastian casi se vuelve loco al despertar y no encontrarla, pues se estaba acostumbrando tanto a ella que a veces le daba un poco de miedo.

Su cumpleaños estaba muy próximo y Sebastian lo sabia, no tenían ni idea de que hacer, tenia unos días pensando, buscando ideas, pensó en preguntarle a Martha pero ella tenia sus problemas y no quería incomodar le entonces se acordó de su cuñada, pero como le pedía el numero a Isabel sin que se diera cuenta?? Se quedo pensando y sabia que iba a encontrar la manera de dar con el, cada vez se sabia mas comprometido con  la muchachita como le decía su tía a su esposa, sonrió, le dio gusto saberse contento pues hacia mucho tiempo que no lo hacia, incluso Alex se burlaba de el pues cada vez que entraba a su despacho le encontraba sonriente y con cara de idiota, no cabe duda que el amor te cambia..... AMOR?? Se sorprendió al pensar en tal cosa, no podía ser amor solo se confundía al sentir algo diferente, tal vez algún día le pondría nombre a lo que le pasaba pero estaba seguro que no era amor. Tenia un asunto pendiente con su madre, ella se fue de vieja después de la dichosa fiesta pero estaba seguro que fue ella quien aviso a Vera y no quería de ninguna manera que eso volviera a suceder, así que lo pararía de tajo. Estaba pensando en eso cuando la puerta de su oficina se abrió pero no era Saga su asistente sino Vera, valla era como un dejabu pensando en el diablo.

- Que quieres, Vera???-
- Valla directo al grano, amor,
me lastima que seas tan duro conmigo, solo pase a saludar - le respondió haciendo un puchero, era una mujer decidida, fuerte, independiente y muy caprichosa, le miro acercarse al escritorio contorneando sus caderas lentamente como si quisiera seducirle y en otro tiempo tal vez lo había logrado pues estaba muy acostumbrado a ella, a su cuerpo, a sus exigencias y siempre caía como tonto en su red, luego se pasaba las horas mal diciendo su mal tino y volver a caer.
Era en duda hermosa tenia un cuerpo de infarto, caderas amplias y senos llenos, cintura estrecha y largas piernas, su cabello cobrizo le llegaba hasta media espalda y siempre estaba impecable, traía un vestido rojo cereza pegado como guante a su cuerpo y sus zapatos del mismo color altos como siempre, el escote del vestido era por demás atrevido y se aseguro de hacérselo notar mientras se inclinaba sobre el escritorio y acercaba su boca a la suya.

Sebastian salio de su pensamiento cuando la sintió tan cerca y retirando la silla hacia atrás la esquivo, se levanto despacio sin dejar de sostenerle la mirada y camino hacia la puerta.
- Bien!!! Ya saludaste, Adiós - y la abrió para que saliera, sabia que se enojaría así era Vera
- Que diablos te pasa Seb, tu no eras así, es esa mocosa verdad??? Espero que sea una crisis de edad amor porque te ves tan mal con ella - grito mientras trataba de hacerle creer que lloraba, pero ya le conocía había usado tantas veces ese truco con el que solo sonrió de lado y le señalo la puerta de nuevo.
- Solo sal de aquí Vera, no tienes nada que hacer aquí - le miro directo a los ojos y dijo muy despacio - y por tu bien no vuelvas a aparecer cerca de nosotros, no formas parte ya de esta familia y fuiste tu quien decidió que seria así, marchante Vera -
Ella resoplaba por la nariz como toro en corrida, no lloraba, parecía no sentir nada mas que rabia, su rostro se desfiguro en una mueca y se veía realmente horrible, Sebastian se pregunto como es que no la había conocido realmente como era en realidad.
- Crees que vas a dar el ancho con ella??! Que no va a salir corriendo en cuanto conosca tu verdadero yo!!! Por Dios Sebastian no seas iluso, un día vas a despertar y ella estará con alguien mas, además ya sabe porque me divorcie de ti??? Porque te deje ??? Ella no sabe!!! - le dijo en tono triunfal, se limpio las falsas lágrimas y sonrió - Que va a pasar cuando se entere ?? - le dijo ya mas calmada casi con lastima, suspiro y se dirigió a la puerta - Suerte amor, espero que ella quiera o ame demasiado estar contigo, que decida quedarse, cuando le digas la verdad - aun con sus tacones se paro de puntillas, beso su mejilla y salio de ahí.  Sebastian no soltaba la puerta, sus nudillos estaban blancos de apretar contra el pomo con fuerza sus dientes rechinaban de coraje y temblaba, su cuerpo temblaba incontrolable mente pero ya no sabia si de miedo o de rabia, si Vera hablaba con Isabel esta podría querer dejarlo, pero era tan difícil imaginar su vida ya sin ella, tenían que hablar pero como?? Como le explicas a una mujer llena de vida, juventud y sueños que muchos de ellos no podrían ser, bueno no muchos solo uno en particular. Si, temblaba de miedo.

Capitulo pequeño pero con estoy con mucha inspiración, si acabo el próximo lo subo mas tarde.

Y ahora si empieza lo bueno, que estará ocultando Sebastian que le da tanto miedo??? Tal vez esta misma tarde lo sepamos.
Besos hermosas y gracias por seguir conmigo.

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