¿Por qué?, ¿por qué demonios ese hombre me estaba defendiendo? Si algo había aprendido a lo largo de mi vida, es que nadie te hace un favor sin pedirte algo a cambio.
—La señorita Keselowski me estaba ayudando a venir, porque había escuchado de la triste pérdida de la familia Nitsch—explicó, sonaba muy convincente —ella, muy amablemente —me miró con cierta burla—aceptó ayudarme.
—¿Es cierto eso Nora?—preguntó padre, aún con cierto enojo disimulado.
Yo no sabía que responder, ¿me iba a tragar mi orgullo?, o ¿iba a negarlo y provocarme una golpiza por parte de padre? Ninguna sonaba bien.
El extraño me miraba esperando mi respuesta, esperaba un sí.
—Es cierto—acepté tragándome todo mi orgullo.
—¿Por qué tardaron tanto señor Piszczek? —preguntó padre.
Ahora sabía su apellido: "Piszczek".
—La señorita Bianca me ofreció su ayuda, pero Nora, recalco de nuevo que es muy amable—volvió a mirarme con hipocresía—,se preocupó por Bianca y por mi, le dijo a Bianca que se adelantara y ella me iba a ayudar a venir, así usted no estaría preocupado por el retraso de Bianca.
—Su recuperación fue milagrosa, señor Piszczek—se mofó padre.
—Gracias a Dios que he podido recuperarme—sonrió, y vi sus hermosos dientes blancos y bien colocados.
—¿Por qué estabas huyendo Nora?—se dirigió padre a mi, intimidándome.
—Porque...—mire a todos lados para saber que decir—escuché que el señor "Piszczek", me estaba llamando. Pero no fue nada.
—Me alegra haber aclarado este malentendido, entren porque no quiere que se enferme, señor Piszczek—.Ordenó padre.
Padre entró primero que nosotros, pero el señor Piszczek me retuvo del brazo.
—Veo que tiene buenos dotes mintiendo, el infierno estará encantado de tenerla dentro—. Me susurró con mucha ironía.
—Gracias señor "Piszczek", usted tampoco se queda atrás, será un gusto quemarlo para la eternidad—. Traté de corresponder a su "cumplido".
—Es usted una mojigata desagradable —sonrió.
—¡Y usted un perro malcriado!—sonreí también.
No quería llenarme de cólera en ese momento así que entré. Prefería un ambiente funesto y deprimente, a estar con un tonto como ese.
Vi que estaba el señor van Dyk, pero no estaba para sus adulaciones excesivas. Quería paz por un momento... Solo un momento.
Me senté a parte, en una de las salas que tiene la mansión de los Nitsch, es casi como la nuestra pero no tan grande como la de los Hohenzollern.
Pude observar que un joven hombre, apuesto, me observaba. Me sonreía cada que yo lo veía. Estaba con otros hombres, y con una mujer al lado. Parecía que nadie le daba importancia, se levantó y vino hacia mi.
—Hola bella señorita—saludó dándole un beso a mi mano derecha.
—Hola—respondí seca.
—¿Qué hace tan solita?—preguntó tomando asiento al lado mío.
—Huyendo de los mosquitos —dije esperando a que entendiera que huía de todos los que te picaban e inyectaban su veneno en ti.
—Tal vez esos mosquitos se volvieron adictos al olor de su piel— sonrió de una manera angelical, demostrando sus dientes blancos y bien clocados.
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REDENCIÓN
Paranormal"Dicen que cuando el ángel cayó, el demonio se elevó" Ella amaba las tragedias, pero nunca se imaginó que su vida se convertiría en una. En medio del siglo XIX, Nora es sumergida en mundo donde ángeles, demonios, brujos y gente perversa serán su pan...