IV

1.8K 189 175
                                    

Se recomienda leer con esa canción.

— ¿Eh? —logro preguntar intentando evitar que mi vista dure mucho más tiempo sobre sus labios.

De un momento a otro le tengo a escasos centímetros de mí; nuestras narices a punto de rozarse y nuestros alientos combinándose entre sí. Dios, mi corazón palpita extremadamente rápido y mis mejillas parecieran estar en llamas. ¿Va a besarme? Si va a hacerlo, que por favor lo haga ya, pues su atenta mirada provoca que mi cuerpo entero se derrita a una gran velocidad, si esto sigue así, no podré conocer el sabor de sus labios...

—Soy gay y muero de ganas por besarte —repite con voz ronca, mirando directamente a mis belfos, que lo esperan entreabiertos.

— ¿E-es una broma? —tartamudeo intentando parecer desinteresado.

— ¿Qué si lo fuera? —cuestiona en tono retador, analizando cada una de mis reacciones.

—Le pediré que no juegue con ese tipo de cosas —gruño intentando ocultar mi desilusión detrás de un ceño fruncido.

—Kevin, nunca dije que lo era —dice acercándose levemente más a mí—. Solo pregunté por lo que pasaría si fuese de ese modo...

— ¿Entonces no lo es? —indago con mi vista viajando de sus labios a sus ojos.

—No, no lo es —responde con convicción—. En verdad muero de ganas por besarte, aunque no crea que sea gay...

—Entonces hágalo —digo sin meditar en mis palabras—. No sé qué es lo que está esperando —añado dando un leve pestañeo, convenciéndome a mí mismo de que esto no es un sueño.

— ¿Qué harías si lo hiciera? —pregunta divertido, disfrutando de verme ceder ante él y sus masculinos encantos.

Puedo escuchar los latidos de mi corazón y sentir el pulso de mi cuello, incluso puedo sentir la manera en que mis pupilas se dilatan, todo gracias a la gran cantidad de adrenalina que ahora recorre mis venas.

— ¿Por qué no lo averigua? —propongo entrecerrando los ojos y con la mente nublada de deseo. ¡Bésame ya, con un carajo!

Por un segundo le escucho reír, antes de sentir una de sus manos acariciar con tranquilidad mi mejilla, haciéndome temblar y observarle, atento a todos sus movimientos.

Estoy ansioso, ansioso por el contacto, ansioso por él. Inconscientemente me muerdo el labio inferior aplicando algo de fuerza, intentando calmar mis nervios que crecen a cada segundo que pasa.

—Eso haré entonces —susurra contra mis labios antes de por fin besarme, iniciando con un lento vaivén, que de a poco a poco, va tomando mayor intensidad y ahínco.

Todo a mí alrededor parece desvanecerse con rapidez, mientras un calor abrazador comienza a surgir en la zona de mi vientre, extendiéndose a todo mi cuerpo, llenándome y cegándome por completo de la realidad.

Sus labios saben a menta, lo que me lleva a querer probar más, mucho más, pero a pesar de que querer hacer algo más allá, tan solo puedo dejarme llevar; él tiene el control total de la situación y eso me fascina. Me fascina a tal grado que siento que podría volverme loco y poco me importaría, lo único que me importa ahora es seguir disfrutando del obsceno sonido que se escucha cuando nuestras bocas se separan para tomar oxígeno.

Lentamente siento cómo bordea mi labio inferior con su lengua, pidiendo que le deje entrar, a lo que le doy total acceso a mi cavidad, que enseguida aprovecha, dando inicio así a una danza entre lenguas, en la que la suya es la dominante, pero en vez de querer quitarle el control, tan solo me dejo guiar y disfruto de lo bien que sabe besar este hombre.

Hug me, Mr. PoliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora