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Pensé que las vacaciones de invierno serían interesantes, pero no. Lo único emocionante fue que mi hermano pequeño dio sus primeros pasos. Ay pequeño Taeil, ¡me haces sentir vieja día tras día!

Por otra parte, el regreso a clases ya había comenzado. El día empezó normal con el típico saludo de Sook hacia mí, Renjun llegando tarde a la escuela y Donghyuck en otro salón. En la clase de ciencias empecé a dormirme hasta que la campana sonó anunciando el descanso, salimos del salón para dirigirnos a la cafetería e ir por nuestra bandeja de comida, vimos a Donghyuck hacer señas para que nos acerquemos a la mesa donde está. Platicamos sobre lo que hicimos en vacaciones y también de los regalos que habíamos recibido, mis padres me habían dado un reproductor de cassettes y vaya que lo necesitaba.

— ¿Recuerdan al recién nacido que cuide? — pregunta Donghyuck, no sé qué tenga que ver un bebé con un regalo.

— ¿Al pequeño John Seo? — contesta Renjun.

— Así es, sus padres regresaron de Chicago para pasar la navidad aquí, y como en forma de agradecimiento por cuidar de su pequeño; me regalaron el disco de vinilo del nuevo álbum de Michael Jackson. ¡Casi me da un infarto! — me imaginé su reacción.

Hubo un tiempo en el que Donghyuck comenzó a cuidar niños de su vecindario, al principio fue porque sus padres lo obligaron a hacerlo, sin embargo por el tiempo le agarro el gusto y casi todos los niños que ha cuidado les tiene un gran cariño. El pequeño John fue el primer bebé que cuidó, para nosotros tres fue una sorpresa ya que había dicho que los bebés lo estresaban. A mí me dijo que John se parecía a Taeil cuando recién nació porque era tranquilo, juguetón, muy rara vez lloraba y la mayoría del tiempo dormía.

— Si que eres suertudo — dije. Para que llegaran los discos de artistas internacionales tenían que pasar muchos meses.

El resto del día siguió normal, al regresar a casa mi madre tuvo que salir corriendo ya que tuvo una emergencia en el hospital (es enfermera), me dejó dinero para que me comprara algo de comer y aproveché para llevarme a Taeil para que conociera un poco el vecindario e ir a una cafetería no muy lejos de casa. Llegando al lugar tomé asiento en una mesa junto la ventana y saqué de la pañalera que traía conmigo la comida y el babero para ponérselo a Taeil. Un chico se me acerco para tomar mi orden y mientras esperaba, limpiaba los cachetes regordetes llenos de papilla de mi hermanito.

— Que tierno — comenta el mesero al poner mi plato.

Voltee a verlo y me encontré con Xiaojun, vaya coincidencia. No sabía que trabajaba aquí, bueno, tampoco es que supiese todo sobre él. Sólo sé que va en el mismo año que yo y tenemos la misma edad.

— ¿Lograste quitar la mancha? — pensé que no lo recodaría.

— Eh, sí. Fueron muy afectivos tus remedios caseros — le sonreí.

— Me alegra escuchar eso — él también sonríe — Buen provecho, Hye.

Hace una reverencia y se retira. Yo en ese momento quería gritar de emoción, se acordaba de mi nombre.

old times • xiaojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora