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¡Aaaaaaaah! ¡Tendré una cita con Xiao De Jun!

¡Querido sábado llega ya! Juro que en el camino regreso a casa de ese mismo día todo me parecía más bonito y brillante, técnicamente; todo de color de rosa. Al cerrar la puerta de mi casa, me recargué en esta y solté un suspiro acompañado de una sonrisa.

— ¿Y ese suspiro de enamorada, hija? — cierto, olvidé que mi mamá llegaba temprano.

Ella se asoma desde la cocina y me mira con una ceja alzada esperando por una respuesta.

— Tendré una cita, mamá — contesto.

Se queda boquiabierta, sin embargo en su rostro no tarda en aparecer una expresión alegre.

— ¿Cuál es su nombre?

— Xiao De Jun — camino hacia ella.

Le terminé contando todo lo que sé sobre él, ella mencionó lo mucho que le gustaría conocerlo y también añadió el que yo no dejaba de sonreír cuando estaba hablando de él. A mi papá también le dije que iba a tener una cita y parecer ser que lo tomó bien. Eso espero. Después, me quedé sola con Taeil en la casa ya que mis papás tenían que volver al trabajo, adelantando un poco de tarea para el resto de la semana; mi timbre suena dos veces. Bajo casi corriendo y vaya sorpresa que me llevo.

— Pero ¿qué tenemos aquí? a uno de los caballeros que me dejaron tirada.

— El plan inicial era que cayeras en sus brazos... pero de todos modos resultó excelente — dijo Donghyck sonriendo — ¿Qué te vas a poner?

— No sé, estoy indecisa — respondo emocionada y luego pienso — Espera, ¿cómo fue que me caí?

— Te empujé — no sé por qué no me sorprende — No me lo agradezcas, Renaldo.

Y como si la casa fuese suya, se adentra y cierra la puerta. Ambos subimos hasta mi cuarto y Hyuck se echa sobre mi cama.

— Podrías ponerte un vestido bonito, con unas zapatillas y... — pone sus labios en línea recta — Amarrarte el cabello. No te maquilles, no lo necesitas.

— Lo tendré en cuenta, gracias.

Me mira antes de preguntar:

— ¿Qué se siente?

— ¿A que te refieres?

— Que finalmente estarás con él, déjame decirte que ya los veo con cinco hijos, dos perros y una gran casa — responde — Ah, y yo cuidando de esos niños por supuesto, uno se tendrá que llamar como su tío favorito, así que tenlo en mente, Renaldo.

— Que cosas dices — rio nerviosamente.

— La realidad, eso digo — se para de mi cama — ¿Dónde está Taeil?

— Supongo que en su cuarto.

— Bien, iré a jugar con él. Tú sigue con lo que estés haciendo — mira por mi ventana y luego voltea hacia mí con una sonrisa pícara — Casualmente también trae la cara de bobo como tú en estos instantes, ¡qué tierno! — se burla.

Agarro una almohada y se la lanzo, para mi mala suerte se salva y su risa se escucha por el pasillo. En serio que algún día me vengaré de él.

Al día siguiente me levanté sin ningún problema, lo común sería que me hubiera tardado como diez minutos pero esta vez fue diferente. Y todo por Xiaojun, moría por verlo. Una vez lista, agarré mi mochila, me despedí de mi familia y al salir de mi casa; me encuentro con Xiaojun y su mano extendida para tocar el timbre.

— Buenos días, Hye — dice suavemente y sonríe.

Por dentro estoy gritando.

[❅]

— ¿Por qué siempre soy la que se entera hasta el último? — Sook se cruza de brazos y hace un puchero.

— Porque eres igual de lenta como Hye a la hora de procesar las cosas, querida Sook — contesta desinteresado Hyuck — Hasta Renjun se daba cuenta. Al igual que Kunhang.

— ¿Tú ya sabías? — se dirige a Renjun y asiente — ¿¡Y por qué no me dijiste!?

— Porque pensé que ya te habías dado cuenta, ve sus manos — nos señala.

Sook mira nuestras manos entrelazadas. De hecho, desde que llegamos a la escuela las traemos así. Inconscientemente me sonrojé.

— Si que me perdí de mucho — suspira y luego una sonrisa aparece en su rostro — Tenemos que hablar urgentemente, Renaldo — antes de que pudiera decir algo, la campana anuncia el inicio de las clases.

Donghyuck corretea a Sook, a Kunhang y Renjun para que nos dejaran solos.

— ¿Nos vemos en el almuerzo? — Xiaojun se pone en frente mío.

— Claro — maldita sea, no sé qué hacer para despedirme de él.

Pero Xiaojun se adelanta y acaricia mi mejilla antes de irse corriendo a su salón, ya que estábamos parados a un lado del mío. Sabía que cuando entrara al salón y me sentara en mi lugar de siempre; las preguntas de Sook serían lo primero que escucharía.

El resto de los días, Xiaojun y yo íbamos y regresábamos juntos de la escuela, cabe mencionar que la semana se pasó muy rápido y que ya es sábado, y estoy con los nervios de punta. Seguí los consejos que me dio Hyuck con respecto de la forma de vestir y del maquillaje, solamente me puse un poco de brillo en los labios. Viéndome al espejo me gustó mucho como me veía, luego agarro de mi perfume favorito y me echo. Miro mi reloj y solo falta un minuto para que Xiaojun venga. Bajo rápidamente y voy a sala donde está mi familia, quería su opinión sobre cómo veo.

— Te ves muy guapa como siempre — mi mamá opina emocionada y voltea a ver a mi papá, con la mirada le indica que diga algo.

Se podría decir que a pesar de que esté de acuerdo en que vaya a salir con Xiaojun, en el fondo se está muriendo de celos.

— Te ves muy bonita, hija — me acerco a él para abrazarlo y Taeil también se une al abrazo.

Ding, dong.

— Yo abriré — mi papá se ofrece y por lo mientras me despido mi mamá y de Taeil.

Camino hacia la puerta y justamente mi papá la abre, de inmediato Xiaojun hizo una reverencia.

— Buenas tardes, señor Moon. Mi nombre es Xiao De Jun, un gusto conocerlo — me gusta mucho lo respetuoso que es.

— Digo lo mismo, muchacho — responde tranquilo — Vayan con cuidado, por favor.

— Está bien, nos vemos al rato — me despido de él y salgo de la casa.

Una vez cerrada la puerta, Xiaojun se acerca a mí y me mira de arriba hacia abajo. En verdad espero verme bien.

— Creo que no existen las palabras suficientes para decirte lo preciosa que eres, Hye.

Y como siempre, siento a las dichosas mariposas en mi estómago cada vez que estoy con él.








¿Me creerían si les digo que la historia ya está más o menos cerca de su fin?

¡Gracias por leer! 💖

old times • xiaojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora