old times • xiaojun

017

Esto no puede estar pasando, tiene que ser una broma de mal gusto.

— E-el doctor dijo que... ya no hay nada más que se pueda hacer — apenas puede hablar.

Kunhang se suelta a llorar y por ende, me acerco a él y lo abrazo. Tampoco pude contenerme e igualmente empecé a llorar, me siento muy mal por todo esto. Por ella, por Xiaojun... Dios, de tan solo pensarlo mi corazón se rompe en pedazos.

—  Mis padres no deben de tardar, fu-ueron por Xiaojun — trata de calmarse.

— ¿Qué... fue lo que te dijo el doctor?

Muerde su labio inferior y responde:

— Le diagnosticaron leucemia y está demasiada avanzada, así que... la han desahuciado — su voz tiembla y sorbe su nariz — No sé si tendré e-el suficiente valor para decírselo.

En ese preciso momento unos pasos hacen eco en el pasillo haciendo que ambos volteáramos, pensamos que podrían ser ellos pero no, simplemente son dos enfermeras.

— Cuentas conmigo... — lo miro e inconscientemente hace un puchero — ¿Podemos pasar a verla?

— Sí.

Di dos golpecitos en la puerta y nadie respondió, Kunhang vuelve a intentar y nada. Entonces sólo abrimos la puerta y entramos, está dormida y su piel tiene un aspecto pálido. A pesar de que el sol se infiltra entre unos pequeños espacios de la cortina, el aura de la habitación es muy fría... triste. Minutos más tarde decidimos salir de ahí para que siguiera descansado.

El tiempo se pasa volando y a las 12:37 am, Xiaojun junto con los padres de Kunhang llegaron. Decírselo fue... muy difícil, es como confesarle a alguien una mentira y que muy en el fondo sabes que lo va a lastimar demasiado. La expresión en su rostro es indescifrable, luego pregunta si puede pasar a verla. Después de que Xiaojun cerrara la puerta de la habitación, el pasillo se queda en completo silencio. Los padres de mi vecino van en busca del doctor y de nuevo somos Kunhang y yo. Me siento consternada por su reacción, algo me dice que ya lo sabía, sin embargo, solo necesitaba que se lo confirmaran.

Mientras esperamos, convencí a Kunhang a ir a la cafetería por algo de comer, ya que él no había ingerido nada desde ayer en la noche y me preocupa que se vaya a enfermar. De paso, también le compré un sándwich junto con un jugo a Xiaojun y una botella de agua para mí. Nos sentamos en una mesa que está cerca de la ventana, mi vecino comienza a comer y hace una mueca de asco, le doy mi botella de agua destapada y al instante la bebe.

— ¿Tan mal sabe?

— No tiene sal, sabe a nada — responde una vez que se pasa el trago de agua — Ahora sé por qué decían que la comida en los hospitales es horrible.

A regañadientes se come todo lo que resta del plato, mire mi reloj unas cuantas veces y  por lo menos ya ha pasado media hora desde que Xiao entró a ver a su abuela. Dejo a Kunhang por un momento y voy hacia los teléfonos, meto dos monedas y marco el teléfono que me dio Hyuck. Actualmente no se encuentra aquí, está en Seúl, pues fue a hacer su examen de admisión y de paso, a visitar a Kim Min. También quería contactar a Renjun y Sook, pero lo más seguro es que no estén en su casa, ya que a mi amiga le toca hacer su examen en el último turno y él prometió acompañarla.

— Hey... ¿por qué tan seria? — pregunta confundido mi mejor amigo después de escuchar mi "hola".

— Ha pasado de todo, Hyuck... — murmuro desanimada y  le cuento todo lo qué pasó desde que hice mi examen hasta ahora.

Mi mejor amigo me dice que lamenta mucho por no estar ahí y que tratará de llegar lo más rápido posible, nos despedimos con un "te quiero" y vuelvo a la mesa. Cuando el chico que está en frente de mío da el último bocado, Xiaojun llega y se sienta a mi lado, sus mejillas están un poco sonrosadas y sus ojos están llorosos.

— No quiere que me quede con ella aquí, sólo a que venga a visitarla — cuenta con voz calmada — Respetaré sus deseos...

[❅]

A las 6:30 pm ya estamos de regreso a nuestras casas, Xiaojun se estará quedando con los Wong por lo mientras. Le platiqué a mis padres lo ocurrido y después me fui a mi habitación a ponerme la pijama, me quedé echada en mi cama viendo el techo durante un largo tiempo hasta que la voz de mi madre llamándome hace que desvíe mi atención. Había llegado la hora de cenar. Todos comimos en silencio y la verdad es que no tenía mucho apetito, así que sólo me comí la mitad del plato. Luego, fui a la sala y prendí la televisión buscando cualquier cosa, dejé un canal donde estaban pasando una película infantil y me quedé dormida poco a poco.

Más o menos, como a la 1:00 am, mi mamá me despierta y me lleva hasta a mi habitación, rápidamente entro al baño a lavarme los dientes y al salir, ella sigue ahí. Me arropa y me da un beso en la frente deseándome una buena noche. Sin embargo, ya no tenía sueño y solo escucho a los grillos, alguno que otro perro ladrando a lo lejos y al viento. De pronto, unos golpes ligeros en la ventana hacen que abandone mi cama y me sorprendo al ver a Xiaojun, allí parado, mirando hacia aquí; le hago una señal para que vaya hacia la puerta principal y en seguida voy hacia allá. Obviamente, con cuidado de que mis padres no me escuchen. Lo primero que hace cuando abro la puerta es abrazarme, me sorprendió un poco pero no tarde en enredar mis brazos en su cintura. Luego, agarro su mano y lo hago pasar, cerrando la puerta con cuidado. Estando en mi cuarto, los dos nos sentamos en mi cama mirando hacia la puerta del baño, ¿por qué? No lo sé.

— ¿Quieres saber el motivo por el cuál nunca me dijo que está enferma? — dice suavemente y lo miro — No quería que me detuviera por ella... no quería que estuviera angustiado y triste por ella, además, el tratamiento era muy caro y... — muerde su labio inferior – Le dije que nada de eso me hubiera importado, habría conseguido otro empleo de medio tiempo aparte del que tengo, con respecto al dinero; sin dudarlo lo pagaba con mis ahorros o incluso, los señores Wong nos hubieran ayudado... o que simplemente no me hubiera dejado afuera de esto y enterarme hasta casi al final — está muy herido y verlo así, me pone aún más triste. Lo siguiente que hace es pararse de mi cama y ponerse de rodillas frente a mí, su mirada es suplicante — Por favor, no permitas que caiga, porque no sé si está vez podré soportarlo.