Bajamos los tres escalones de mi pórtico y nos dirigimos a un coche negro, me abre la puerta y le sonrío antes de entrar. Muy bien Hye, no te pongas nerviosa y verás que todo saldrá bien. Xiaojun lo rodea rápidamente y también se me mete.
— ¿Desde cuando conduces? — ambos nos ponemos el cinturón de seguridad.
— Desde hace tres meses, sin embargo no lo hago con mucha frecuencia. Me gusta más caminar o ir en bicicleta — responde mientras arranca.
— ¿Fue difícil pasar el examen de conducir?
— No, el examen es bastante sencillo. ¿Piensas sacar tu licencia? — me echa una mirada rápida.
— Algo así... Mi padre quiere enseñarme a conducir, pero digamos que una vez intentó hacerlo y se puso un poco histérico — esa palabra se queda muy corta para cómo en realidad se puso. Demasiado.
— Pues si quieres, yo puedo enseñarte.
¡Sí! ¡Sí quiero!
— De acuerdo — digo y miro por la ventana, reconozco el camino que estamos tomando — ¿Vamos hacia el río Han?
Él sonríe y con eso me lo confirma. Al llegar, hay poca gente y el día está precioso. Xiaojun saca del coche una canasta y una manta, luego se acerca a mí un poco dubitativo y mordiéndose el labio inferior.
— ¿Puedo... tomar tu mano? — sus mejillas se ponen un poco rosadas.
Enternecida; entrelazo nuestras manos y me dejo guiar por él hasta llegar debajo de un árbol. Entre los dos ponemos la manta y Xiaojun me pide que me siente. De la canasta que trae consigo, empieza a sacar platos, palillos, vasos y comida.
— Espero que te guste mi intento de "comida", lo único que te puedo garantizar de que esté bueno es el postre. Lo hizo mi abuelita — señala lo mencionado.
— Seguro todo estará delicioso.
Y así fue, la comida estuvo deliciosa. Aunque Xiaojun admitió que tuvo que hacerla dos veces porque no le gustaba como le quedaba. Después de eso, guardamos todo y nos dispusimos a caminar por el río Han.
— ¿Qué es lo que más te gusta de Seúl? Por ejemplo: a mí precisamente me gusta mucho el río, formó gran parte de mi infancia — añoro demasiado mi niñez.
— Mmm... supongo que la torre de Seúl, la vista es muy bonita — parece ser que un buen recuerdo llega a su memoria porque sonríe nostálgico.
— Me imagino — se detiene y me mira.
— ¿No has ido visitarla? — también me detengo.
— No, desde que se inauguró mis padres y yo hemos querido ir, pero creo que se nos olvida continuamente — así como a veces olvido de que tengo un hermano y que debo cuidar de él.
Xiaojun asiente y seguimos con nuestro recorrido. No tengo idea por cuanto tiempo estuvimos caminando, hablando y riendo, sentí que todo pasó muy rápido ya que empezó anochecer y eso indicaba que era hora de regresar a casa. En el camino, ambos cantábamos a todo pulmón las canciones que la radio pasaba y gracias a eso; descubrí que tiene una voz preciosa. Hasta en un momento determinado me quedé callada sólo por escucharlo, y así poder disfrutar más de él y de su voz. Cuando llegamos, se detiene delante de mi casa, casi se sale corriendo del coche para abrirme la puerta, gesto que le agradecí.
— Gracias por este día, Hye — dijo una vez que estábamos en mi pórtico — Tenía mucho que no me la pasaba bien.
— Digo lo mismo — empieza a acercarse.
Con su mano izquierda toma mi mejilla y la acaricia, nuestras respiraciones comienzan a combinarse y nuestras narices se rozan. Cerré los ojos y esperé por el momento.
Momento que nunca llegó.
— Hye, te hablan por... — el sonido tan repentino de la puerta abriéndose, nos asusta y hace que nos separemos rápidamente — teléfono — termina de decir mi mamá.
Vaya suerte.
— Lamento muchísimo interrumpirlos, no era mi intención — mi mamá se disculpa apenada — Buenas noches, jovencito — y desaparece.
Sonrío por lo ocurrido y miro a Xiaojun que está un poco sonrojado, al igual que yo. Quizás ese momento pase en otra ocasión.
— Nos vemos luego, Xiaojun — le doy un beso en su mejilla y lo miro una última vez antes de entrar a casa.
Me asusto por segunda vez al ver a mi mamá en las escaleras con los brazos cruzados y con cara de preocupación.
— Lo arruine, ¿verdad?
— No te preocupes, mamá. Todo está bien — dejo mi bolso en el perchero de la entrada y mi chamarra — ¿Quién me llamaba por teléfono?
— Tu amiga Sook, lleva como cinco veces que trata de localizarte. Le dije que ya habías llegado y que le regresabas la llamada, mientras tanto; pondré la tetera — se dirige a la cocina.
Voy hacia la sala y agarro el teléfono marcando el número de Sook. Inmediatamente contesta y en vez de que una voz femenina me ataque con preguntas, es una masculina.
— ¡Dame mi estúpido teléfono, pedazo de caca! — de fondo se escucha la voz de chillante de mi amiga.
— ¡No, bruja! ¡Ah! ¡Corre Renjun! — y ese es Donghyuck — ¡Soldado caído! Repito ¡El soldado Renjun ha caído!
No sé por qué, pero me empecé a reír.
¡Gracias por leer! 💕
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old times • xiaojun
Short Story"Puedo sentirlo; cuando dos personas se vuelven una." 1980's. • capítulos ocasionalmente cortos o largos. • actualizaciones cada domingo o cuando mi imaginación dé para algo "bueno". 27.01.19