Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20

CAPÍTULO 7: Declaraciones

Trató de moverse al sentir que se le dificultaba respirar, un gran peso estaba sobre su cuerpo, extrañamente cálido y reconfortante. Quitó las mantas sobre su rostro descubriendo el adormilado rostro de Bakugō sobre su pecho, aun dormido no dejaba de fruncir su entrecejo.

Supuso que llego a dormir ahí durante la noche, lucia cansado. Con lentitud se apartó del muchacho y salió de la cama, le dejaría dormir por un rato más.

Antes de poder dirigirse a cambiar sus ropas, intentó acariciar los rebeldes cabellos rubios, pero su muñeca fue atrapada y su cuerpo regresó a la cama impactando contra el caliente cuerpo del mayor.

- ¿Planeabas tocarme mientras dormía? – habló en el oído de la castaña con una voz ronca – Eres una maldita pervertida

- ¡Aquí el único pervertido eres tú! – trató de zafarse cuando el chico comenzó a frotarse contra su trasero – ¡Suéltame!

- Bien que te gusto la otra noche estúpida cara redonda – beso el cuello de la chica – ¿Es que acaso no quieres?

Katsuki era realmente injusto, sabía perfectamente que todo su ser era la debilidad de Ochako. Con prisa le quitó su camisón dejándola expuesta, devoró hambriento los pechos de la fémina arrancándole varios suspiros, le encantaba la lujuriosa cara que esta le regalaba al jugar con sus pezones.

Sus pequeñas manos se enredaron en el cabello del rubio, sintió como una cálida mano descendía por su costado, luego paso por su vientre, hasta llegar más abajo y poder acariciar su intimidad. Bakugō jugaba con ese botón dulce que la estaba enloqueciendo ¿Por qué diablos estaba tan entusiasmado por la mañana?

Dos dedos se introdujeron en su interior, el calor que emanaban era delicioso y el constante movimiento solo provocaba humedecerla aún más. Ochako jadeaba perdida ante las atenciones en su cuerpo, sintió como Bakugō se alejaba unos segundos para luego colocar ambas piernas de la chica sobre sus hombros, rozó la punta de su miembro contra la intimidad femenina.

- Joder, estas toda húmeda - Ochako lo miraba mordiéndose el labio inferior – Con que impaciente ¿No?

- Solo hazlo - su mirada era de regaño por burlarse de ella

Ochako se arrepentiría de su respuesta, ya que desafiarle solo provocó excitar aún más a Bakugō, consiguiendo que este se enterrara de una sola estocada en su interior. La sensación de su miembro cubierto por aquel estrecho lugar era fascinante, la castaña movió un poco sus caderas indicándole que podía moverse.

No se hizo de rogar.

Le encantaba torturarla, salía lento de su interior para luego entrar de una sola vez, la voz de Ochako era un deleite, jamás la escucho tan femenina y extasiada, tenía la vista perfecta de cada expresión de ella. Embestía cada vez más rápido y podía sentir el sudor caer por su frente, unirse a ese cuerpo era como una droga.

Se inclinó hacia adelante, su cuello fue rodeado por los brazos de la chica, quien comenzó a depositar fuertes mordidas en su cuello – ¡Puta madre! – eso solamente lo encendía más. Atrapó aquella traviesa boca en un beso, los gemidos eran acallados y sus lenguas jugueteaban ansiosas de seguir probando al otro.

Uraraka no lo resistió más, realmente colocó su cuerpo al límite y llego al orgasmo a la vez que sentía como su interior era llenado por la caliente esencia del rubio, imaginar que descubriría algo tan placentero en manos de ese chico ¿Quién lo diría?

Bakugō con cuidado salió de su interior y se recostó aun lado agotado, cubrió sus ojos con su ante brazo. Ella quería acercarse y acurrucarse contra su cuerpo, pero no se atrevía pensado que este la apartaría por su atrevimiento.