CAPÍTULO 14: ¿Qué Deseas?

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Habían pasado tres días desde el ritual de compromiso y la partida de Shindō, cabe admitir que Uraraka no estaba nada feliz con su repentina partida y más al irse sin despedir. Tres días de tranquilidad o, mejor dicho, tres días desde que Katsuki la tenía prisionera en su choza.

- Ya te dije que debo salir

- Y yo te digo que no irás a ningún puto lado

- De acuerdo – el lazo comenzó a iluminarse – Tú te lo haz buscado

Bakugō sintió su cuerpo tensarse y de pronto era incapaz de mover un músculo, gruño ante la sonrisa burlona de Ochako, odiaba que utilizará su magia en él.

- El efecto desaparecerá en media hora – besó su frente – Iré a trabajar, adiós

El rostro del rubio demostraba toda su ira, pero a Ochako esto le provocó demasiada gracia y no pudo evitar reír a carcajadas, sabía bien que el chico se vengaría cuando estuviera libre del hechizo, pero ella también tenía su vida, y debía trabajar para ganar dinero, no podía estar todo el día al lado de Bakugō.

Katsuki sólo vio cómo su chica se marchaba por la entrada de la choza dejándolo paralizado en la cama, se la follaría hasta hacerla desmayar por atreverse a jugar con él. Su estado de parálisis le dio tiempo de pensar sobre algunas cosas, la boda no sería hasta unos meses y él estaba dispuesto a hacerse cargo de su mujer. Sin embargo, esta se negaba a dejar su trabajo con la gente del pueblo. No es que quisiera que fuese una mujer sumisa y permaneciera a su lado todo el tiempo, la verdad detrás de su insistencia es que estaba preocupado.

A escondidas de Ochako estuvo investigando acerca de los hechiceros, puesto que al saber que si la castaña permanecía lejos de su "corazón" podría morir, debía tomar mayores precauciones en cuanto a su seguridad.

También investigó acerca de la muerte de sus padres, recordaba como ambas lápidas decían que la causa de muerte era desconocida y Ochako ni siquiera le mencionó o tuvo la intención de querer hablar sobre ello. Kirishima que estaba más informado sólo le comentó que la castaña siempre prefería evadir bastante el tema, pero que no era de extrañarse, desde hace unos cuantos años atrás, los hechiceros eran cada vez más escasos y difíciles de encontrar debido a que se esconden por temor.

¿Temor a que?

Sus cuerpos capaces de generar increíbles cantidades de magia, eran algo único para aquellos que anhelaban el poder. Básicamente, simples contenedores de energía, algo complicado, ya que, en sí, los hechiceros no eran seres demasiado poderosos, al parecer limitaban su poder para no acortar sus vidas, quedar sin magia, era equivalente a la muerte.

Bakugō estaba dispuesto a proteger y eliminar a cualquiera que quisiera poner una mano sobre Ochako, pero no podía evitar la inseguridad cada vez que estaban separados, y por experiencia propia, sabía que cuando ella estaba sola, por lo general era atacada.

Necesitaba más información.

Comprendía el miedo de la chica y el por qué existían tantas trampas en su hogar, pero eran algo excesivas ¿Acaso temía a alguien en particular?

Sospechaba que podía ser algo así y que está se lo ocultaba, pero no planeaba esperar a que ocurriese algo para estar al tanto de la situación.

En cuanto se esfumó el efecto del hechizo, se levantó y fue en busca de una fuente de información confiable, y quien mejor que el estúpido nerd de Deku. Además, si alguien conocía algo sobre la familia de Ochako, aparte de Kirishima, era ese maldito pecoso.

Luego de un rato lo encontró entre la maleza recolectando hierbas y anotando una que otra cosa en una libreta, recordaba haber visto esas plantas en otro lugar.

Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora