CAPÍTULO 13: Adiós Primer Amor

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Las voces ruidosas, la comida y el festejo habían finalizado y la hora de descansar llegó. Kirishima se despidió de ellos y se marchó hasta su hogar.

Shindō beso la mano de Uraraka para felicitarla y también decidió ir a dormir. La gente se dispersaba, agotados de tanto revoltijo por el ritual de compromiso, ahora sólo quedaban ellos dos, e iban de camino a la choza de Bakugō.

Era demasiado tarde para ir a la casa de Ochako y no pensaba dejarla sola.

Entraron al hogar del rubio iluminado únicamente por una vela sobre una especie de mesa en el centro de esta. Dentro del lugar sólo había una gran cama de paja, un cofre enorme que supuso guardaba los objetos del muchacho y uno que otro tipo de arma, espada, arco, lo que sea, era probable que Katsuki supiese usar todos.

Se sentía más nerviosa de lo habitual al estar a solas con el muchacho. Un temeroso chillido escapó de sus labios al sentir dos enormes brazos rodearla y el calor de un enorme cuerpo tras de ella.

- ¿Nerviosa? – le encantaba jugar con nervios

- E-En absoluto

- Bien... – posó sus labios en el fino cuello de la chica – Porque planeó cumplir mi amenaza

Ochako sentía esa cálida boca deslizarse por su piel desnuda, la presión de pequeñas mordidas le arrebataron más de un suspiro pidiendo por más, no entendía por qué Bakugō siempre buscaba la forma de marcar su piel, bueno, no es como si le molestará.

La mano izquierda del rubio soltó su agarre, descendiendo por su costado para acariciar su cuerpo, terminando el recorrido en su trasero.

- Todos esos malditos no dejaban de ver tu cuerpo – le susurró en el oído – ¿Por qué has dejado tanta piel a la vista? Maldita sea cara redonda

Gruñó con voz ronca, durante el banquete descubrió a más de uno observando a su prometida deseando tocar cada centímetro de piel, aunque él mismo era uno de ellos. Frotaba contra la chica su creciente erección, se estaba volviendo doloroso mantener su miembro encerrado dentro del pantalón.

Ella lo deseaba tanto como él, sin siquiera posar sus manos donde anhelaba, ya la hacía jadear rogando porque le diera más contacto piel con piel ¿Quién era él para negárselo?

Le dio la vuelta y se apoderó de sus labios, la obligó a retroceder hasta que chocaron con el borde de aquella gran cama, y sin romper el beso la empujó. Recostados en la cama seguían besándose, aumentando el ritmo con sus lenguas que danzaban de forma sensual.

Se alzó un poco para verla, jadeante con la respiración entre cortada y una evidente marca dejada por él en el cuello, era la imagen más erótica de su vida.

- ¿Por qué usaste esta ropa?

- Tu madre me lo ha pedido – intentaba calmarse un poco – ¿No te gusta?

¿Gustar? Le fascinaba, pero no el hecho de que todos contemplaran como perros en celo su espectacular cuerpo.

- Mierda... – su pene punzo una vez más rogando por ser libre – Sólo cuando estés cerca mío, o terminaré por matar al bastardo que se te quedé observando

- Katsuki... – su rodilla rozó el bulto del chico dentro del pantalón – ¿Quieres una mano?

- Silencio, estúpida – su mano comenzó a deslizar la parte superior del traje para quitarlo – ¿Recuerdas? No te dejaré caminar por unos cuantos días

Se tomó su tiempo para quitar prenda por prenda, la cara de frustración en la castaña era excitante. También se deshizo de la propia, dejando sólo su capa bajo el cuerpo de la chica. Besó desde el cuello hasta los pechos, tomándose su tiempo para jugar con los rosados pezones, mientras su orgulloso y erguido miembro se frotaba contra la intimidad femenina.

Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora