Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20

CAPÍTULO 16: Por Un Toque De Magia

Los meses y estaciones avanzaron con rapidez. El clima de ese día era frío, pero no sería un impedimento para la gran celebración.

Llevaban toda una semana sin verse y llegaría en la madrugada a tiempo para la ceremonia de boda. Kirishima llevaba volando toda la noche y por fin aterrizaron cerca de la aldea para el amanecer.

- Estoy agotado

- Yo igual – estiró sus brazos el mayor de todos

- ¡Dejen de quejarse! – gritó agotado – ¡¿Por qué mierda has venido con nosotros?!

- Uraraka me ha invitado – recordó Shindō – Y yo no pienso perdérmelo

- Esa maldita... – rechino los dientes

- ¿Crees que se encuentre mejor? – preguntó Kirishima

Bakugō frunció el ceño. Esa era la razón principal de su molestia, tuvo que acudir a un asunto importante en la tribu del pelinegro y Ochako había enfermado, así que no pudo acompañarlo, estaba preocupado.

- La bruja se quedó con ella – dijo el rubio – Debe estar bien

Caminaron hasta la aldea. Fueron recibidos por Masaru, quien por algún motivo parecía más feliz de lo usual. Toda la gente de aldea observaba a Bakugō como si tuviese monos en la cara.

- ¿Qué has hecho? – preguntó Shindō

- Tsk ¿Cómo quieres que sepa?

- Pues todo el mundo parece saber algo menos tú – comentó el pelirrojo

Fueron hasta donde los sabios y reportó acerca de su visita a la tribu del Sur. Shindō vino con una ofrenda para la celebración de la boda del joven líder. En cuanto salieron de ahí, Bakugō se encaminaba rumbo a su choza y ver si Ochako se encontraba bien, pero...

- ¡¿Por qué mierda me están siguiendo?!

- Quiero ver a la linda Uraraka – dijo el pelinegro sin temer a la muerte

- Yo tengo hambre, así que dame de comer – dijo Eijirō

Desde la distancia distinguía la rubia cabellera de su madre a la entrada de su hogar, a su lado, el hombre que era el médico de la aldea.

Sabía que ese extraño sentimiento que tenía era algo de lo que preocuparse, Ochako no estaba bien. Apresuró el paso y los otros dos hicieron lo mismo. La mano de su madre lo detuvo antes de entrar a la choza.

- No la verás hasta la ceremonia

- Esta el puto médico – señaló al hombre – Es claro que no está bien

- Confía en mi – sonrió la mujer – Está más que bien

- ¿Katsuki?

Escucho la dulce voz de la castaña desde el interior.

- Estoy bien – confirmó – Nos veremos en la noche

- De acuerdo – miró a su madre – Al menos deja que esos dos imbéciles entren, se quedarán a la ceremonia

- Siempre es un gusto tenerlos aquí – Mitsuki conocía a ambos desde pequeños – Katsuki ven conmigo

Pensaba seguir a su madre, pero antes miró al pelinegro.

- Más te vale no colocar un sólo dedo sobre ella

- Tranquilo – entró a la casa – ¡Sólo planeó abrazarla! – gritó desde el interior