CAPÍTULO 12: Lado B

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Prestó atención a cada detalle del dichoso plan y luego se colocó en marcha para completar el suyo propio.

- Claro, como si la fuera ayudar en algo así

El sol estaba próximo a salir y ya estaba a las afueras de la casa de Ochako. Evitando una pequeña trampa, trepó hasta el balcón – mala idea – no contaba con semejante imagen frente a él.

- ¡Muere Bastardo!

Gritó Bakugō lanzando una explosión con tal de que olvidara lo que acababa de ver. Shindō aterrizó de cabeza, pero no le importó el dolor, su cara era idéntica a un tomate, y como no – Uraraka querría matarlo – después de verla prácticamente desnuda.

Shindō había llegado justo en el momento en que Katsuki tenía a su mujer lista para tener una sesión de sexo mañanero, no se esperaban que de la nada apareciera el pelinegro. No pudo evitar repasar en su memoria cada parte de aquel bello cuerpo que presencio.

Se incorporó a tiempo para ver como Bakugō salía de casa a golpearlo, detrás de él una muy avergonzada castaña vestida, Shindō sintió nuevamente su rostro arder al verla.

- ¡¿Qué mierda haces entrando de la nada bastardo?! – estaba furioso y lo tomó por el cuello

- Cálmate Bakugō – no tenía tiempo de tonterías – Vine a decirte algo importante

- No tengo tiempo para tus mierdas – lo lanzó al césped

- ¡Bakugō! – gritó esta vez – ¡Si no hacemos algo olvidaras de nuevo a Uraraka!

- ¿Que acabas de decir? – Shindō era ajeno a este tema

- Uraraka también – miró a la castaña – Necesito que me expliques algo – les dedicó una mirada a ambos – Esto es serio

Ante el ruego en su mirada, Ochako les pidió a ambos muchachos que entrarán a la casa para hablar con tranquilidad.

Shindō les comentó el plan de Camie y como ya lo había realizado hace años atrás, eso explicaba el abrupto olvido y su difícil reencuentro. Bakugō deseaba golpear a esa maldita, pero se preocupó aún más al oír al chico hablar de un supuesto "corazón"

- Uraraka... ¿Qué sucedería exactamente si te roban esa gema?

- Yo... – observó de reojo su báculo – Moriría lentamente

Ambos quedaron perplejos, esa parte de la información Camie no se había tomado el tiempo de explicársela, era una maldita zorra astuta.

- ¡Que la jodan! – se levantó rabioso de su silla – ¡Iré a partir su maldito cuello!

Bakugō estaba a punto de salir del hogar, pero las cálidas manos de Ochako lo detuvieron y a la vez lo calmaron un poco ¿Cómo no estar molesto? Estaban atentando contra la vida del ser que más amaba.

- Katsuki... Podemos solucionar esto, así que tranquilo

- Tsk – golpeó la pared – ¡No permitiré esta mierda!

Se volteó para rodearla con sus brazos ¿Olvidar otra vez? ¡Jamás! No volvería a causarle semejante daño.

Necesitaban ayuda, así que fueron a la casa del pelirrojo, sus ideas siempre eran útiles. No contaban con que Deku también estuviese ahí.

Ignorando los gruñidos de Bakugō por el peliverde, Ochako les resumió todo lo que Shindō les había contado, era algo que incluso parecía irreal, Eijirō creyó también que lo mejor sería ir a encararla de una buena vez. Sin embargo, Deku creía que, al hacerlo, nada le impediría que Camie planeara algo nuevamente, debían deshacerse de ella para siempre.

Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora