CAPÍTULO 11: Lado A

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Luego de un largo viaje Shindō regresó a la tribu Bakuhatsu siendo seguido por Camie quien temía perderse en el camino. Ya de vuelta se percató de la extraña actitud de la muchacha, quien en cuanto tuvo la oportunidad salió de la aldea.

Decidió seguirla por temor a unas de sus típicas estupideces. Luego de 20 minutos de seguir a la chica la vio entrar a una lúgubre casa cerca de los límites del pueblo.

Se deslizó por un costado de la tenebrosa casa y por una ventana observó como Camie le gritaba a un muchacho más o menos de su edad, de apariencia aterradora y oscura. El joven era de cabellos morados y ojos violetas con evidentes ojeras, sin una pizca de emoción en el rostro, más que el desagrado por la insoportable voz de Camie.

- ¡Habías dicho que jamás recordaría!

- Dije que no volverían – suspiró agotado – Siempre y cuando la "condición" no se cumpliera

- Es imposible que suceda dos veces – se quejó molesta – Y más de una persona tan insignificante

- Como sea... – suspiró nuevamente – Esta vez lo que deseo como recompensa es mayor ¿Aceptaras entregarme aquello?

- Lo que sea – su mirada era perdida y perversa – El "corazón" de la hechicera será tuyo

¿Corazón de la hechicera? Realmente está dispuesta a dañar a Ochako por todo este asunto, Camie era un ser verdaderamente enfermo. La siguió otra vez en cuanto salió de la tenebrosa casa.

Debía confrontarla en ese preciso momento.

Antes de que Camie logrará llegar a la aldea la interceptó y arrastró a un lugar apartado.

- Gatita... Hoy te vi haciendo algo bastante curioso – se acercó con una falsa sonrisa – ¿No estarás planeando dañar a mi bella Uraraka?

- Maldición... – la había atrapado – ¿Cuánto sabes al respecto?

- Lo suficiente para saber que estas completamente loca

- ¡Sólo piensa Shindō! – elevó un poco su voz – Esto nos compete a ambos... Si yo recuperó a Bakugō, tendrás el camino libre con esa estúpida hechicera

- Mmmmm... – lo pensó un momento – De acuerdo, te ayudaré ¿Qué debería hacer?

- Tráeme su corazón

- ¡Ah! No dejaré que le hagas daño

- Eres un ignorante – sacudió la cabeza rendida – El "corazón" de un hechicero es la gema donde se concentra su gran poder mágico – vio la cara de asombro del pelinegro – Si le entregamos esa valiosa gema a Shinsō me ayudara a borrar la memoria de Bakugō otra vez

- Espera... ¿Otra vez?

Camie recordó aquella época con dolor y para poder conseguir que Shindō colocará todo de su parte, decidió contarle el pecado que cometió hace unos años, cuando todavía eran unos tontos adolescentes.

Flashback

Su corazón quedó perdido desde el primer instante en que lo vio. Ojos rojos y penetrantes, un rostro varonil y su aura solitaria le daban el toque perfecto, el hombre ideal para ella.

Camie se enamoró de Bakugō desde el primer momento en que los presentaron, sus propios padres encantados con el joven rubio, anhelaban que algún día ese muchacho se comprometiera con su pequeña hija, y Camie disfrutaba la idea.

Cada vez que visitaba a Bakugō este se negaba a cuidar de ella, más no le quedaba otra opción, se sentía bien saber que era la única chica al lado del explosivo.

Compromiso Mágico - Bakugō x Uraraka #BNHAwards20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora