Prisionero

310 25 6
                                    


Después de esa fatídica batalla, en el pude encontrar algo de redención en mi pasado, aceptando lo que fui y lo que ahora soy, tome la espada de talon y la envuelvo junto con la guadaña, limpie la sangre de mi cuerpo y bote las ropas manchadas con estas, pero aun así no veía al 100, fui de nuevo a la plaza, para ver si lograba encontrarme de nuevo con aquella chica a la que talon se había dirigido previamente, tenia un extraño presentimiento, algo no andaba bien - demonios donde estará - y recordé que akali fue al lado oeste del palacio, siguiendo a la noxiana que acompañaba al castaño, de nuevo recordando de la palabras de la peli roja, - claro! esa puta dijo que iría a repasar los planes con esas pulgas zaunitas -

Apresure el paso lo mas que pude, sin dejar de ver por los alrededores por si llegaba a ver a la delgada chica de antes, pero no había rastro de ella, la situación era preocupante ya que la plaza estaba llena de gente celebrando, totalmente ignorante al peligro que se avecinaba, pensaba lo peor, para que tal plan de los noxianos no me tomara por sorpresa, ya tarde, pero la gente estaba muy animada, esperando los juegos pirotécnicos en conmemoración de un año exacto de haber expulsado a lo invasores, y esta no se hicieron esperar por mucho, y la estela de explosiones de formas y colores iluminaba en el cielo estrellado, pero no detendría a ver ese espectáculo, ya que mi frustración era mas evidente - Con un carajo akali! donde te metiste! - buscaba y buscaba, pero no tenia señales de esta, como si la misma tierra se la hubiera tragado.


- KBOOOMMM!!! -


Se escucho un implacable estruendo, seguido de un brillo candente de fuego y escombros que caían de los cielos, y esa inusual sereno rojizo que cubría, ero lógico lo que era, el hedor a carne quemada se comenzaba a notar, las alegres celebraciones se convirtieron en llanto y agonía, los gritos de los pueblerinos ensordecerían a cualquiera, los guardas reales, se acercaban a los heridos, los solidarios también, la característica solidaridad de los jonios se hacia notar.

Demonios! donde estará akali? - me decía, pero rhaast noto la fatídica escena de guerra

-Deja ver, Deja ver!, DEJAME VER KAYN!!! -

- No es momento para tus berrinches rhaast! -

- Solo déjame ver con un carajo! -

Ya que este estaba envuelto, destape su ojo para que pudiera ver esa escena que anhelaba ver

- Ahh si! Esto si se puede ver -

- Listo estas contento -


De los gritos de agonía y sufrimiento, se podía notar una risa, extraña y psicótica, como si disfrutara de aquel perturbador escenario de guerra, seguí el sonido de esa maniática risa y cada vez que me aceraba mas, esta se intensificaba, al igual que los heridos y el fuego, pero no era el único que iba en esa dirección, los guardias del palacio ya se me habían adelantado, capturando al responsable de aquella chillona y molesta carcajada, no podía acércame mucho ya que podrían confundirme, y pensar que estoy involucrado

No debía distraerme y seguí buscando a mi compañera, gritando su nombre a los 4 vientos, y entonces llegue ahí, al epicentro del atentado, una gran cabaña destronada por la honda expansiva, entrando a esta, revise por todos lados vi varios cadáveres chamuscados por el fuego, pero ninguno de estos pareciera ser akali

- sientes eso kayn!, a eso se le llama pasarse de cocción y se les la carne! Jajajaja!!! -


Seguí buscando por todas partes hasta salir de allí, seguía pronunciado su nombre, para si daba alguna señal de supervivencia por su parte, hasta que por fin pude escucharla, gritaba débilmente si namore para que la fuera auxiliar, estando bajo una pila de escombros detrás de un escudo que la protejo en parte del fuego abrazador, se veía terrible, con quemaduras en todas partes, su traje estaba carbonizado - Maldición! akali que mierda paso!? - retirando de encima los escombros que estaba sobre ella, amarrando a rhaast a mi espalda y cargándola a ella en brazos, para sacarla rápidamente de ahí y buscar ayuda medica para ella - Oh, mira ella si quedo al punto! - como si fuera un plato de comida, era mejor ignorar sus palabras ya que cada segundo es oro.

no encontraba ayuda medica por ninguna lado, y solo veía ese gran palacio, de seguro allí tendrán a los mejores médicos, para cuidar de su princesita, no había mas opción que irrumpir a la fuerza, invoque mis sombras y concentre al máximo, para influir en la física de ella y hacerla intangible.


K- no hay de otra Ak! no dejare que mueras! asi sean que me despedacen después de entrar -


Solo escuchaba los quejidos de dolor de ella, - traspasemos esta paredes juntos! - tome impulso y con mi fe intacta se lanzo sobre estas, y como si fuera yo solo atra vez cada una de estas rápidamente corriendo entre los jardines, pasillos y demás hasta llegar al gran salón del palacio y en un ultimo recurso doy un buen grito de auxilio para mi compañera, la miro a sus ojos quien yacía agonizante entre mis brazos, pensando en lo injusto que fui en mandarla a seguir a esa puta noxiana, para que terminara en este estado, la sangre goteaba de su pecho y cuello, cubriendo los verdes de su ropaje, corrí lo mas que pude en busca de ayuda ya que nadie aun me contestaba - lo siento - escuche en un susurro por parte de ella

K- no es tu culpa Ak! fue la mía en mandarte a ti!


Seguí buscando de pasillo en pasillo, hasta que por fin escuche la voz de alguien - Ey tu detente ahi! - una mujer de piel morena alta y de pelo marrón, sin darme cuenta que era la misma gran sacerdotisa del templo "Karma la Iluminada".

- por favor necesito de tu ayuda - mostrando a le herida mujer que tenia en brazos, - quien eres y como te metiste! - preguntaba la sacerdote, angustiada y en posición de defensa -por favor necesito ayuda! Mi... - en ese momento no supe como identificar a akali, quien yacía débil, - mi compañera, esta herida por favor necesito ayuda medica urgente - me acercaba a la sacerdotisa El bullicio alerto a los guardias cercanos, que no dudaron en ir en donde se oía ese gran escándalo, rodearon mi posiciones rápidamente dispuestos en eliminar al intruso en el palacio

- pero que gentucha tan impertinente kayn! desaste de todos ellos, masacrarlos, mátalos, asesinalos!!! -


La furia fervorosa de rhaast, comenzaba a influenciarme, mi expresión se torno en odio, quería matarlos a todos - si no van a ayudarme! entonces morir... - akali tomo mi mejilla, mire a sus ojos y note que estaba llorando - por favor - susurro, entonces me di cuenta que era yo el que tenia que ceder y calmarme, di un gran suspiro - por favor solo quiero que la atiendan - los guardias estaban muy ariscos y aun desconfiaban, puse a akali cuidadosamente en el suelo tome a rhaast y la espada de talon y la puse en el piso, me arrodille y puse mis manos sobre la nuca - por favor ayuden, esta muy herida y necesita atención urgente! - la sacerdotisa da una señal y los guardias se llevan a akali mientras que los demás se tiraron encima de mi, para poder apresarme.

- Que mentira! no decías que tus sentimientos no eran obstáculo para tus propósitos, Te estas ablandando! -

- no tomen la guadaña con las manos, o si no esta los matara con su corrupción! - dijo una mujer, que salia entra la multitud de guardias que se aglomeraron, estaba boca abajo y esposado, pero su tono de voz, y supe quien era, la misma heroína de jonia, "San Irelia"

Sonreí, ya por fin obtuve lo que quería!





La sucesión de las sombrasWhere stories live. Discover now