La sucesión de las sombras

Solo para mi!

Parado frente al gran portón principal, y el fuego de la antorchas a los costados de esta, daban brillo a la entrada, donde dos acólitos esperaban, a que me pusiera enfrente para darme la bienvenida, Hacen una reverencia, al unísono dijeron - Bienvenido de vuelta, "Maestro Kayn" - justo las palabras que quería oír al llegar, y reclamar lo que me pertenece!

Los acólitos entrenaban a tempranas horas de la noche, pero por donde pasaba, estos se detenían de su actividad, para repetir justo las mismo que los guardias al llegar. Me detuve para ver a todos lados, viendo que todos los ninjas, se comportan de la misma manera, mire a las barracas del templo, y allí, se encontraba Akane, mirando el inusual recibimiento por parte de los subordinados , sabía que muchos lo hacen por condescendencia, y probablemente para no ser descubiertos, en sus intenciones individuales

- Ohh! Míralos! Míralos a todos, se comportan como simples mascotas! Venerando a un simple cadáver! -

Palabras que tenía muchos significados! Ya que después de saber las intenciones de unos, tendría que saber de cuantos, y acabar con toda la plaga traidora. El preocupado mirar de Akane, era evidente, después de lo sucedido, sabía que no la tenía fácil, Le hago señales para que me siguiera, para estar en un lugar más privado, tambien doy órdenes específicas a un acólito, para que llevara ciertas cosas a mi habitación

- Niño! Estas jugando con fuego! -

- No te puedes quemar Rhaast! Si ya eres de fuego! -

- Que pretendes Con todo esto Kayn? Ella intentó matarte! -

- Lo se! Pero aun así, será muy interesante lo que tenga que decirme -

Me escondí por un pasillo oscuro en los adentros del templo, esperando a que pasara, esperaba a que se demorara un poco, pero no fue así, al verla pasar la detuve con solo decirle - Cómo ves! Estoy de vuelta! Tenemos mucho que discutir - ella se queda estática de espaldas, sin pronunciar nada, envuelta en un incomodo silencio, se da vuelta, y hace una reverencia,

pero que actitud más hipócrita, pensé

Rhaast, solo pude ver con gracia la actitud de akane, como si dentro de su ser se muriera de la risa, una típica y malévola risa demoníaca, con mi mano tomo su mentón, poniéndola erguida, para que me mirase a los ojos - Dime, Acaso te intimido? - sus ojos no demostraban lo contrario, pero tampoco era miedo - No! Miedo no! - responde - Pero debo admitir, que aprendi mi leccion! - Sus palabras, no eran más que un insulto. Sostenía la guadaña, para acercar su hoja maldita, y poner esta en su cuello - Demuéstramelo! Toma su mango, y si no te vuelves loca! Podrás continuar con vida! Y deberás entregar tu compromiso a mi causa!O de lo contrario solo morirás! Sabré si tratas de mentirme! -

- Tienes que ser muy tonto, como para creer las palabras de esta mujer! Pero déjame enseñarle lo que es el verdadero terror! -

Rhaast solo planeaba, volver trizas su mente, pero no lo permitiría, Aunque haya intentado matarme, escondía invaluable información, por lo tanto compartiría su carga, puedo dejar que el demonio la traume, Ella será pieza clave en todo lo planeo, - Por favor no! No otra vez! - Sus ojos llorosos decían que era verdad. Ahora que lo recuerdo, ya le había practicado un hechizo sombrío la vez que la bese

- Oh vamos kayn! Déjame así sea solo un poco! -

- Esta bien! Reúne a los demás maestros y asesino de primer rango! Para mañana a primera hora, tengo mucho que contarles -