El valor de la Vida

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La corriente súbita, el agua helada, el dolor de los golpes, la sangre saliente de mis heridas, mi orgullo pisoteado,la falta de aire, la desorientación de mis sentidos... Todo paso tan rapido

Fuero muchas las cosas que sucedieron aquella noche, que se que pasaron. Pero en realidad no me acuerdo de nada...

Se que estaba haciendo, pero no porque. Sabía que peleaba, pero no recuerdo contra quienes

No estar con rhaaste a la mano, era una mal augurio. Lo único de lo que estoy seguro... Es que la cosas se pondrán mucho peor. En mis adentros, presentía la muerte de cientos, si la guadaña caía en las manos equivocadas

¿Era eso lo que realmente quería?

No... En definitiva no

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No se cuanto tiempo llevaba a oscuras. Mis ojos ardían, podría decirse que estaba ciego por el momento... La cabeza me retumbaba del dolor, como decenas de tambores de guerra sonando al tiempo

No podía respirar, sin que lo pulmones me dolieran, de cada respiro que daba, cual miles de alfileres estuviesen incrustados en ellos. Mis cuerda vocales estaban hinchados, podía sentir el sabor a sangre en mi garganta, ciertamente, tampoco podía hablar. Mi cuerpo entumecido se encontraba, por lo hematomas en mi cuerpo. No había centímetro de mi que no me doliese

Pero a pesar de todo lo maltrecho y herido que estaba, no estaba angustiado. Por el contrario, me sentía ciertamente seguro... Un angel me encontró, en el lecho de una inminente muerte. No se asustó, no se alejó, ni termino con lo que me quedaba de vida en ese momento en que me encontró. Se apiado de un alma condenada y moribunda. Aun con mi aspecto sádico y aterrador; Me rescato.

Que buenas obras podría haber hecho un maldito como yo, para que el mismo karma, que rige sobre todos los sucesos de la vida. Me diera una segunda oportunidad para vivir

Quien fuese ese ser de caridad. Nunca escatimo en esfuerzos para mantenerme con vida... Me daba de comer, aun que no pudiese masticar. Limpiaba mis heridas y cambiaba los vendajes, para que no se infectaran. Comparte calor corporal y mantas, en las noches más heladas. Incluso, cada cierto tiempo me aseaba de manera correcta...

Todo esto, sin dejar de hablarme mientras hacía todas estas cosas por mi propio bien. Su voz era dulce y amable, cálida y tranquilizadora. El tiempo en mi recuperación iba pasando, y las dolencias que aquejaba mi cuerpo disminuyen de a poco, que mis músculos ya me permitían moverme, asi sea un poco

Fue cuando la escuche entrar. Sonaba muy alegre, debido a que encontró sus alimentos preferido, estando dispuesta a compartirlo gustosa conmigo

- ¡Uff! Neeko lamenta haberme demorado wilson... pero tuve que ir bastante lejos para conseguir pan y queso - exclamó alegre

Al no poderle hablar, solo me limite a sonreírle. Su manera de hablar, y referirse a ella misma en tercera persona, es bastante cómico, sin mencionar la manera en la que me apodo, por no lograr decir algo

- Veo que estás de buen humor wilson. Neeko tambien lo esta, pronto llegará mi amiga despues de no vernos en meses -

Hice un gruñido, para que supiese que le prestó atención

- Estoy tan emocionada, que podría saltar de alegría - escuchaba movimientos, al parecer prendía una fogata. Se acerca a mi y me olfatea - ¡Pff! Wilson apestas. Llevo mucho tiempo que no te limpio... Pero es de noche y hace frio, aun asi no dormirás así de hediondo, no lo soportaría -

A decir verdad, esta era la rutina más dolorosa. Llevaba varios días sin cambiar las vendas que cubrían mi cuerpo, puesto que tenía heridas de pies a cabeza... Aunque la sacaba con la mayor precaución posible para no lastimarme, estar ardían mucho, y ardían aún más con el ungüento que aplicaba, después de tallar cada herida, y evitar que se infectaran. Doloroso, pero efectivo

La sucesión de las sombrasWhere stories live. Discover now