Día 5. Compañeros de Cuarto

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Uno pensaría que empezar a compartir habitación con tu mejor amigo una vez que llegaran a la universidad era la mejor cosa que te podía pasar, después de todo estarás compartiendo dormitorio con la persona que mejor te conoce, la persona que sabe todos tus secretos embarazosos, que conoce a tus padres y probablemente lo quieren más que a ti.

Este era el tipo de situación de la que ambos hablaban en las pijamadas cuando pretendían irse a dormir pero en realidad se quedaban conversando hasta altas horas de la noche con solo una linterna para acompañarlos.

Sí, uno de sus sueños de la infancia realizados, nada podría arruinarlo.

O eso fue lo que pensó.

Pero si le preguntaras a Lance en ese momento, ¿Qué pensaba de compartir dormitorio con Keith?

Te diría que estaba peligrosamente cerca de ahorcarlo con su mascara para dormir.

Quien diría que alguien tan silencioso como Keith Kogane podría se físicamente incapaz de callarse en la noche.

Un sonoro ronquido le hizo sujetar aun más fuerte su almohada contra sus oídos.

Eso había ayudado bastante con el ruido, ok,podría trabajar con esto. Cerro los ojos y poco a poco comenzó a relajarse, dejo que el cansancio se apoderara de su cuerpo, comenzó a sentir sus ojos pesados y los ronquidos de su amigo pasaron a segundo plano.

Y cuando estaba punto de llegar hacia los brazos de Morfeo.

Una almohada lo golpeo con fuerza en la espalda.

¡Qué rayos!

-¡Toma eso Emperador Zarkon!- grito un aun muy dormido Keith

En otra situación pensaría que es divertido y hasta lindo el que su amigo este soñando con derrotar al malvado emperador intergalactico de su serie favorita de cuando eran niños, pero ahora, realmente esperaba que Zarkon ganará la batalla imaginaria.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Ya iban como 10 o 15 veces que cambiaba de posición para dormir pero ninguna podía calmar los murmullos que hacía su compañero de cuarto, cansado y frustrado se removio las cobijas y tomo su celular de la mesa de noche, acerco la silla del escritorio a la cama de Keith y encendio la grabadora, si no podía dormir al menos conseguiría buen material para sobornar a Keith en un futuro.

Se acerco un poco a la cara de su amigo para distinguir de que hablaba entre murmullos.

-Estan...aquí- Lance vió una oportunidad

-¿Quienes estan aquí Keith?-

-La gen-gente sin rostro-

-¿Gente sin rostro? Y...¿qué quieren?-

-Piel- una pausa, Keith cambio su posición -Quieren usar tu piel-

Ok, eso era suficiente, al diablo el soborno.

Con velocidad admirable Lance regreso a su cama y se cubrió por completo con las cobijas.

-Santa María madre de-

-¿Lance?- Al parecer Keith aún no había terminado de hablar con él

-¿S-Sí, Keith?- el moreno levanto un poco su cobija para poder ver a su amigo, este tenía su cabeza en dirección a la cama de Lance, con el cabello negro completamente caído sobre sus ojos.

-Cuidado con la niña-

Lance trago saliva se congelo por completo tanto que le impresiono que e¿pudiera juntar fuerzas para hablar -¿Qué ni-?-

-Quiere tus ojos- Y con eso el doble masculino de Samara se volteo en la cama, dandole la espalda

-RUEGA SEÑORA POR NOSOTROS LOS PE-

-..-.-.-.-.-.-.-.-

Después de esa experiencia digna de película de terror, no había forma de que Lance pudiera domir tranquilo esa nochea, tal vez podría ir y comprarse unos tapones de oídos en la mañana, o incluso pedir un cambio de compañero, Keith lo entendería, ¿verdad?

Mientrás bajaba por su timeline en twitter después de haber googleado la mejor forma para ahuyentar espiritus, Keith volvió a hablar.

-¿¡Quieres pelear?!- dio un puñetazo al aire -¡Pues a pelear!- ahora una patada.

Lance estaba demasiado cansado como para grabar o reir, decidió ignorarlo, hasta que escucho algo que capto su atención.

-¡Lance! ¡Resiste!- tomo la almohada que aún conservaba y la tiro torpemente a la puerta -¡Yo te salvaré!-

Eso coloco una sonrisa en su rostro, era lindo saber que aún en sueños, Keith siempre cuidaba su espalda.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Los rayos del sol se colaron por la ventana del pequeño cuarto, anunciando a los habitantes de la llegada de un nuevo día. Lance desperto con lentitud, todas las cosas que tenía que hacer tan temprano en la mañana llegaron a su mente, le dieron ganas de llorar, solo quería quedarse en su cama, unas horas, sólo un par.

Keith se levanto con un bostezo y procedio a estirar sus brazos, su cabello estaba completamente desordenado con varios mechones yendo en todas direcciones.

-Buenos días- dirigió sus ojos a su compañero en la otra cama -¿Qué tal dormiste?- le pregunto con una sonrisa relajada, abierta, vulnerable.

Lance le devolvió el gesto -De maravilla-

-.-.-.-.-.-.-

Lancey no tuvo el corazón para quejarse con Keith, pero definitivamente va a comprar esos tapones de oído.

Sus comentarios son siempre bien recibidos! Espero que les haya gustado =3

Jumping realities: Klance AU MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora