BAILES... Y BAILES...

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-J-jess...-

-¿Sí?- No cambiaba su expresión.

-¿Q-qué te ocurre?- Lisa estaba aterrorizada bajo esa mirada.

-¿Te has besado con ella?- Preguntó directamente y Lisa empalideció.

-¿Por qué me preguntas eso ahora?-

-No evadas mi pregunta, simplemente responde, por favor- Dijo rodando los ojos.

-N-no, bueno, puede que sí, ella... Estábamos en... Y-y se acercó y ni me dio tiempo a reaccionar... Fue muy rápido todo... ¿E-estás molesta?- Aclaró con nerviosismo.

-No- Respondió de manera seca y cortante. Aunque la castaña sabía que ella y la rubia no eran nada, le cayó como una patada en el trasero haber escuchado esa afirmación.

Por otra parte y aun sin haber sido culpa de ella, Lisa sentía una culpa tremenda por lo que pasó, cosa que no comprendía ya que al fin y al cabo estaba totalmente soltera, pero ver aquella reacción en la mayor la hizo sentir mal consigo misma.

Terminaron de comer en un incómodo silencio que Lisa se encargó de romper.

-B-bueno ¿A dónde te gustaría que fuéramos?- Preguntó dudosa.

-Gracias por el paseo, yo... Me iré a mi casa, así puedes estar con tu... compañera- Respondió con desdén. Se levantó y cogió rumbo al exterior del recinto a paso rápido, Lisa confundida por su repentino enfado se apresuró a perseguirla, pero había demasiada gente.

La perdió de vista por un momento así que decidió llamarla, fue en vano ya que no recibía señales del paradero de la castaña. Salió del recinto ferial y la divisó en una parada de autobús, comenzó a acercarse y justamente el autobús pasó ante ella por lo que comenzó a correr para poder alcanzar a la mayor.

-¡JESSICA!- Jennie giró la cabeza hacia la rubia y después de un segundo de duda, se decantó por subir al bus.

"¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí? ¿Qué demonios le ocurre? Maldita sea" Pensó la rubia de camino al coche.

...

Casa de Lisa

-¿Y dices que simplemente cogió y se fue?- Preguntó Rosé con el ceño fruncido. Lisa asintió con un rostro lleno de frustración.

-Vaya, pero por lo que nos explicaste, ayer estaban perfectamente ¿No es así?- Turno de la pelinegra para preguntar. Y del mismo modo asintió Lisa.

-No entiendo nada... Es decir, no somos nada, solo nos estamos conociendo- Fue lo único que soltó.

-Bueno, yo entiendo el motivo de su enfado, pero no el de su fuga repentina- Dijo Rosé.

-Celos- Aclaró Jisoo.

-Sí, eso lo puedo entender, pero no el que se fuera con esa indiferencia... Si hasta me escuchó antes de montarse en el bus... Pero aun así, ya saben el resto- Añadió cabizbaja y en un tono decaído.

-¿No será impotencia? O incluso ¿Vergüenza?- Dijo Mima haciendo sobresaltar a las tres jóvenes.

-¿Mima cuánto tiempo llevas aquí?- Preguntó Jisoo riendo.

-Emm... Lo suficiente para escuchar prácticamente toda su conversación...- Dijo mirando el reloj –Si hasta les traje dulces y ni cuenta se dieron- Añadió riendo. Se sentó al lado de Lisa acariciándole el cabello.

-Mi niña, no estés así no es culpa tuya- Lisa la miró confundida a lo que la mujer le mostró una cálida sonrisa.

-Mira, cuando yo estaba en mis primeros días de noviazgo con mi esposo nos pasó algo similar... Recuerdo que estábamos en una fiesta y- La interrumpió Jisoo-

Sólo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora