Capítulo 10: Viaje en tren

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Ha pasado ya una semana desde mi último encuentro con Kenta, nosotros cuatro estuvimos entrenando mucho para aumentar nuestro poder, pero no hemos tenido mucho éxito, llegamos a un estanque en el que ya no aumentábamos más; ese día nos llegó un comunicado a todos los alumnos de la academia; era de noche, más o menos las 10:30pm, estaba acostado en mi cama junto a Lexus mirando al techo, mi mente en blanco y mirada perdida era acompañada del silencio de aquella habitación, usaba una camisa blanca y un pantalón gris bastante cómodo, la chamarra estaba colgada en el borde de la cama, hacía algo de calor y no me la quería poner, me estaba quedando dormido, hasta que un pitido rompió el silencio, aquel pitido provenía de las cornetas que hay escondidas en cada habitación, dichas cornetas están vinculadas a la oficina de los directivos, se usan principalmente para avisar a los alumnos de ciertas cosas que se harán en el transcurso del año, tras el corto pero fuerte pitido, una voz femenina que imponía fuerza y autoridad empezó a hablar:

"Alumnos de la academia Prisma Colorido,  los profesores y personal directivo irán a una reunión importante al otro lado del país, el viaje tiene una duración de dos semanas, en ese tiempo, los alumnos se quedarán solos en la academia, gracias por su atención"

Yo solo susurré a modo de pregunta para mí mismo:

-¿Reunión importante? ¿A dónde irán?-

De repente, alguien tocó mi puerta, mientras estaba acostado, miré hacia ella, indeciso si levantarme a abrirla o no mientras la persona fuera de esta seguía tocando, tras un rato, los golpes se hacen cada vez más fuertes y una voz gritaba hacia mí:

-¡Sakiba! ¡Abre la puerta maldita sea! ¿¡Ya moriste o qué!?-

Me levanté y al abrir la puerta, vi a una pelirroja ya conocida, le pregunté algo adormecido:

-¿Mindy? ¿Qué haces aquí a esta hora?-

Ella usaba una bata blanca que le llegaba a la rodilla y unas sandalias blancas, también tenía en sus manos un sobre de color blanco, levantó su mano y en silencio me lo dio, lo tomé y ella me dijo:

-Tú casi no revisas tu buzón en la administración, esta carta es de tu abuela-

-¿Mi abuela?- pregunté mientras abría el sobre, la carta decía:

"Hijo, sé que no hablamos casi desde que tu madre murió, me siento culpable, me queda poco tiempo de vida, pero quiero regalarte algo, por favor, ven a mi casa lo antes posible, es de suma importancia"

Levanté la mirada y le dije a Mindy, decidido:

-Mañana, una vez que se vayan los profesores, quiero que me acompañes a Pueblo Topacio-

Mindy me miró sorprendida y dijo:

-Pero ese pueblo queda a 24 horas vía tren y con tu velocidad usando tus poderes no creo que yo soporte el viaje-

Yo le dije:

-Por favor, no puedo ir solo, odio ir solo para allá-

Ella suspiró y dijo:

-Vale, te acompaño, pero con una condición-

Giré la cabeza mostrando que estaba confundido y pregunté:

-¿Cuál?-

Ella me dijo:

-Que me dejes dormir hoy contigo-

Abrí los ojos como platos, me sonrojé y exclamé:

-¿¡Qué!?-

Ella me dijo:

-En mi cuarto hay una gotera que cae justo en mi cama, no me deja dormir, aparte, la cama ya debe de estar empapada, no pienses mal, solo quiero que me ayudes por una vez en tu miserable vida-

Yo asentí con la cabeza y dije:

-Vale, vale, como gustes, pero solo tengo una cama...-

Ella me miró algo molesta y me dijo:

-Creo que no estás entendiendo...-

Esas palabras no tuvieron sentido hasta unos minutos después cuando ya estaba acostada en mi cama a un lado de mí, acordamos mutuamente dormir espalda contra espaldas para evitar mal entendidos, me sentía realmente incómodo tocando su espalda con la mía pues la cama era pequeña y con solo moverme me iba a caer, ella estaba dormida, me lo imaginé por lo quieta que estaba, sin embargo yo, me quedé viendo a la ventana, veía la luna llena y una que otra estrella en el cielo, poco a poco, sentía como me quedaba dormido.

*Al día siguiente*

Tan lento como me dormí, me desperté, sentía mucho peso en mi pecho, me costaba respirar, al abrir los ojos con dificultad, solo veía rojo, era una masa carmesí que estaba frente a mí, al detallarla, era cabello, usé mi mano derecha para averiguar qué era eso, sentí una tela suave, tenía muchas curvas, tras un momento, pensé rápidamente, detuve el movimiento de mi mano y me di cuenta que era Mindy, estaba encima de mí, me sonrojé y exclamé:

-¡Mindy quítate de encima!-

Ella se despertó se dio cuenta que estaba encima de mí, se sonrojó mientras mostraba una mueca de enojo, alzó su brazo y me gritó:

-¡Pervertido!-

Y me dio una cachetada dejando mi cachete tan rojo como su cabello rojo ella se levantó y se paró a un lado de la cama, yo me senté en esta con la mano en la mejilla y tras recuperarme del golpe le dije:

-Yo estaba dormido, debe ser que tienes mal dormir, no sé como subir a personas encima de mí mientras están dormidas-

Me gritó:

-¡Eres un mentiroso!-

Yo le dije en el mismo tono:

-¡Solo acepté que te quedaras aquí para que me acompañaras, no abusaría de eso que me has pedido para dormir contigo de esa manera!-

Ella me dijo con una voz neutral que le salió de repente:

-Si te acompañaré, solo afirma que fue tu culpa-

Yo bajé la cabeza y le dije:

-Vale, es mi culpa-

Luego pensé:

-Me conviene que me acompañe, no me puedo llevar a alguno de los elegidos pues ellos son quienes defenderán en mi ausencia-

Ella sonrió satisfecha y dijo:

-Lo sabía-

La miré molesto y le dije:

-Ajá claro...-

A la hora de la tarde, los profesores ya se habían ido, tras decirle a Javier de mi viaje me fui a la estación de trenes de Ciudad Diamante con Mindy y Lexus, llegamos relativamente rápido pues no quedaba muy lejos, eran como las cuatro de la tarde, nos subimos a un tren de viaje directo, era un viaje de 24 horas, esa es la razón principal por la que poco visito a mi abuela, al entrar en el vagón en el que íbamos a dormir y estar por un día entero, habían dos camas, una a cada lado de la pequeña habitación, una ventana pequeña entre ellas, las cámaras eran cómodas, al parecer no iba a pasar mala noche, además, la habitación estaba ventilada, por lo que me sentía bien estando allí, tras dejar mis maletas en la habitación, caminé por el tren a ver que había de bueno, me encontré con un comedor de todo lo que puedas comer, el cuál parecía más ancho que los demás, en este habían solo cuatro mesas con cuatro sillas en cada una y un puesto donde abundaba la comida, principalmente frutas y uno que otro aperitivo, como el arroz blanco puesto en platos de cerámica marrón; luego pasé a la sala de eventos, el cuál era un vagón larguísimo con alfombra roja y mesas blancas a los costados de dicho vagón, había también un vagón con una biblioteca, con wifi libre las 24 horas, las cuales casualmente las pasaría en el tren.

-Creo que será un buen viaje, este tren tiene muchas comodidades- pensé segundos antes de sentir una energía oscura a mis espaldas, bajé la cabeza y dije:

-Así que has decidido acompañarnos- Me volteé a ver a quien tenía atrás de mí y pregunté: -¿Me equivoco, Kenta?-

Fin del Capítulo 10

Luces y Sombras [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora