Capítulo 18: Kenta en el Inframundo

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*Perspectiva de Geroh*

-¿Ir a atender a Sarah? ¿A qué se refiere?-

Eran las preguntas que por mi mente pasaban, no sabía a qué se refería, pero algo no dejaba de decirme, que he tomado una decisión errónea.

-¿Qué tanto piensas?- La voz de la pelirroja rompió el silencio de mi mente, yo le dije mientras rápidamente volvía a la realidad:

-¿Eh? No, nada importante-

Ella me dijo algo enojada:

-Claro, como digas, deberías ir a tu habitación, ni siquiera has guardado tus maletas-

Lexus quien estaba dentro de una de las maletas, asomó la cabeza por el sierre de la maleta y dijo:

-Estuve bien hasta ahora, ¡se me acaba de terminar la comida!-

Yo le dije a Mindy:

-Bueno, tienes razón, iré a mi habitación- Me levanté de la mesa -Nos vemos luego, ¿Vale?-

Ella me dijo con una sonrisa:

-Vale-

*Perspectiva de Mindy*

Geroh abandonó la cafetería dejándome sentada allí, yo lo miré alejándose y pensaba:

-Al fin, Geroh es mío, mío y solo mío, ahora tengo que ocuparme de esa rubia, no puedo permitir que me lo llegue a quitar-

Me levanté a buscar a mis dos mejores amigas, Luca y Lina, las cuales me ayudarán a quitarme a esa rubia de encima, de eso estoy segura.

*Perspectiva de Kenta*

Me desperté algo sobresaltado, mi respiración estaba acelerada y mi corazón latía a mil por hora, miré a mi alrededor pues me encontraba en un lugar desconocido para mí, era una habitación de color roja, habían escritorios, sillas, sillones, cuadros con las fotos de un ser oscuro en ellas y en el suelo, justo en medio de la habitación, había un pentagrama dibujado con tiza negra, me parecía que estaba en una oficina, yo estaba recostado sobre un sillón del lugar, era algo pequeño, mis piernas colgaban a un costado, era de terciopelo con algo de relleno dentro, las patas y bordes del sillón estaban hechos de madera, la madera estaba algo gastada pero el trabajo de manufactura estaba bastante bien logrado. Me senté a intentar recordar cómo llegué allí, pero solo recordaba el ataque de Geroh y esa extraña energía verde que me paralizó, tras eso, no recuerdo nada, me puse de pie y posteriormente, el pentagrama en el centro de la habitación empezó a brillar con una energía morada, yo me sorprendí y exclamé:

-¿¡Qué es eso!?-

El pentagrama soltó un gas morado que se elevaba hacia arriba y atravesaba el techo, pasmado me quedé viendo como el humo adoptaba una forma humanoide, luego, al disiparse aquel extraño gas, la oscuridad invadió el cuarto, solo lograba ver dos ojos color amarillos que me vigilaban, mi cuerpo permanecía iluminado pese a la enorme oscuridad, una voz algo gruesa y carrasposa dijo:

-Kenta Ruruka, mi elegido-

Sorprendido exclamé:

-¡Lord Darko!-

Tras decir eso, el cuerpo de aquel dios se hizo presente frente a mí, su altura en comparación a la mía era cuanto menos intimidante, su capa cubría sus piernas y solo dejaba ver sus manos, las cuales parecían garras, estas portaban un cetro morado el cual en la cima tenía un orbe que brillaba en amarillo, su cara tenía un aspecto parecido a una calabaza de halloween y sus ojos brillaban en amarillo, tras su nuca se notaban detalles de la capa que lo hacían ver más imponente, lo único que faltaría sería un sombrero de copa y un monóculo para terminar el estereotipo de conde cosmopolita y adinerado, luego me dijo:

Luces y Sombras [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora