Capítulo 29: Presos por el mal

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*Perspectiva de Kenta*

Los demonios se llevaron a los elegidos tras la orden de Darko, ví que cuando los demonios se los llevaron, aquel bufón que estuvo peleando cayó al suelo inerte, el silencio invadió el sitio y Darko anunció:

-Vuestro campeón ha caído cansado, las veces que vimos que los elegidos no le hacían daño, todo fue una ilusión de su parte, la cual le sirvió para acabar con nuestros enemigos, ¡clamen vuestros mejores gritos para que nuestro campeón no se sienta tan cansado!-

Los demonios gritaron realmente fuerte a modo de celebración, aprovechando el momento de euforia, decidí seguir a los demonios cargueros para ver qué les hacían a los elegidos, cuando iba a bajar del balcón en el que estaba con Luna, me ésta me tomó del brazo deteniéndome y preguntó:

-¿A dónde crees que vas?-

Le dije a modo de respuesta:

-Iré a ver a dónde los llevan-

Ella me preguntó:

-¿Por qué?-

Le respondí sonriendo:

-Tengo curiosidad-

Ella me haló y me dio un beso en la mejilla, me susurró:

-Cuídate-

Me sonrojé un poco ante su acto, luego asentí con la cabeza y bajé de allí, seguí a los demonios quienes se llevaron a los elegidos y vi como entraban a una puerta puesta en el suelo, me acerqué y entré en esta, bajando por una serie de escaleras largas que llevaban a un lugar oscuro y hecho de totalmente de piedra, mientras bajaba, recordé cómo hacía Geroh para crear esferas de luz y creé una de éstas que levitaba sobre mi mano derecha, mientras tenía la izquierda en unos de los bolsillos del pantalón, era una larga bajada hasta el sitio de la prisión, habían varias celdas a lo largo del pasillo; al terminar de bajar por aquellas escaleras, de repente sentí mucho dolor en la mano que tenía alzada, la esfera desapareció al momento en que bajé la mano, me dolía demasiado la mano, era como si me la aplastaran, saqué mi mano izquierda del bolsillo y tomé la mano derecha para intentar aguantar el constante dolor, tras unos momentos el dolor se me pasó, intenté crear esfera de luz otra pero no podía, mi poder estaba siendo bloqueado por algo, miré los barrotes de las celdas y estos eran morados, los pude ver pues por alguna razón, el sitio estaba iluminado, recordé algo que me dijo Luna ayer mientras leía con ella, me dijo que la obsidiana anula mis poderes y los de los elegidos de Luminios, suspiré amargamente y caminé a través del pasillo, no había nadie dentro de ninguna celda, caminé casi por una hora, hasta que llegué a estar cerca de dos celdas, ambas custodiadas por dos demonios que portaban lanzas en sus manos, las celdas estaban una frente a la otra, me acerqué al sitio y uno de los demonios dijo:

-El elegido de Darko está aquí-

Los otros me miraron y esperaban a que yo les dijera algo, les pregunté:

-¿Me permiten un momento a solas con los elegidos?-

Uno respondió:

-Las órdenes de Darko fueron claras, nos debemos quedar aquí- Les dije ante tales palabras:

-Bien, pero déjenme hablar con Geroh-

Me abrieron la celda donde estaba aquél enmascarado tirado en el suelo junto a su amigo Javier, entré y le quité la máscara, pensé:

-¿Este es el rostro de un perdedor?-

Lancé la máscara algo lejos de mí hacia el fondo de la celda, me quedé viendo al chico por unos momentos, luego, lo tomé de la camisa y empecé a darle cachetadas a Geroh para que despertara, los golpes aumentaban de volumen a medida que le daba más fuerte, con cada cachetada, solo repetía:

Luces y Sombras [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora