Enfrentamiento.

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Muchas gracias por todo el apoyo que está recibiendo este triste intento de historia, muchas gracias.

Como siempre, nada me pertenece yo solo ocupo los personajes sin fines de lucro.

Capítulo IV. Enfrentamiento.

La familia real vio como el ultimo de ellos reconocía a la ama de llaves, con ese simple gesto, fue como si toda la tensión que había en la habitación fue expulsada.

Elsa se permitió respirar nuevamente, con pasos lentos, como si se acercara a un animal, se fue acercando a la cama en la que descansaba Andrew.

-¿Tu... Tu nos reconoces?

Andrew la volteo a ver, esos ojos azules, con solo unos toques de verde, grandes, bondadosos, se le quedaron viendo, directo a los ojos.

- S.. si. - Andrew se frotó la garganta.

Gerda solo pudo salir de su retargo al ver a su niño con sed, sirvió un vaso de agua y se lo acercó, Andrew sin mucha ceremonia, tomo el agua, pero después le quitó la garra de agua a Gerda y se la tomo de un par de tragos.

- Gracias.

La familia real vio como con nulos modales tomo agua, eso era un poco preocupante, pero el hecho que dijera que los recordaba, era suficiente para pasarlo por alto.

- Tu eres como yo.

Elsa vio a Andrew, sin saber a qué se refería exactamente, y este por la mirada que recibió, supo que no se le había entendido.

Con su mano hizo a Gerda a un costado, y en su mano apareció una llama, el fuego bailaba entre sus dedos, Gerda y los reyes quedaron impresionados, pero para Elsa fue como entrar en un trance, alzó su mano, se quitó su guante y el hielo corrió por ella, fluyendo, desde la desaparición de Andrew, su poder nunca había aparecido de nueva cuenta, era como si le hubiera sido arrebatado igual que su hermano.

Dio un par de pasos más, el hielo y fuego se juntaron, bailaron uno contra el otro, pese a ser contrarios estaban en armonía, la habitación fue iluminada como si en el mismo cuarto estuviera la aurora boreal.

Elsa salió su trance al sentir la mano de su hermano, no era como la cualquier otra que hubiera estrechado, era áspera, con callos, pero aún así, podía sentir el calor que desprendía.

Bajo su mano, y se quedó quieta.

- El príncipe debe comer. - dijo Gerda, no sabiendo cómo interpretar el momento que acababa de presenciar por parte de los príncipes.

Elsa se alejó de Andrew, muy a su pesar.

Gerda acercó más el carro de alimentos a la cama, y vio como prácticamente Andrew se tragaba todo.

Los reyes y Elsa abandonaron la habitación en lo que Andrew comía, pese a las indicaciones del doctor no tuvieron el corazón para detener, la posible primer comida decente de Andrew en años.

Tenían muchas preguntas, pero sentían que debían ser pacientes, por lo menos que su hijo estuviera vestido para hablar.

-Cambio de escena-.

Elsa se había retirado a su habitación, durante el día no pudo ver a Andrew, no porque no quisiera, sino que el haber postergado su coronación había dado más trabajo que el que había previsto, ella y sus padres tuvieron que firmar varias cartas y recados para los invitados, disculpándose.

Era de noche, y eso significaba que se preparaba para dormir, se cambió el vestido por un camisón, ya estaba acostada a un paso de dormir, cuando escucho al fondo una puerta abrirse.

La curiosidad hizo que se pusiera sus zapatos y caminara afuera de su habitación.

Al estar en el pasillo vio doblando en una esquina la espalda de su hermano.

"¿Por qué está levantando?"

Su instinto le decía que debía regañarlo por no estar descansando, así que lo siguió.

Para su sorpresa, al bajar las escaleras tras de el, lo vio entrar a el cuarto donde jugaban de niños.

Elsa se acercó con cautela a el cuarto, sus pasos no hacían ruido alguno, pero su corazón golpeaba su pecho con violencia, no sabía porque estaba tan nerviosa.


Dió un gran suspiro, y se acercó a la puerta, solo la abrió lo suficiente para poder ver.

Andrew estaba dandole la espalda, ya tenía puestos unos pantalones, pero no traía nada más puesto.

-¿Vas a pasar, o solo vas a quedarte ahí?

Elsa luchó contra el impulso de cerrar la puerta y correr a su habitación, en vez de eso, solo dió un par de pasos adentro del salón.

-¿Qué haces despierto? - su voz sonó mas enojada de lo que quería, pero agradeció que Andrew no pareció importarle.

- El cielo está despierto... - dijo haciendo un movimiento con su mano restándole importancia.

Elsa veía en silencio como Andrew solo se quedaba ahí de pie, en medio del gran salón.

- ¿Si hacemos un muñeco? - escuchó decir Elsa, el tono aunque trato usar Andrew era un tono agudo, para hacer parecer que era un niño, su voz grave no le permitió más allá de lo que pareció  un chillido.

Aunque no era la intención de Andrew, Elsa río, y se dió por bien servido.

Elsa hizo un par de montañas de nieve, y con ayuda de Andrew les dió forma, un par de muñecos sin mucha estética, de poco tamaño. Esto hubiera sido divertido, si hubieran hablado algo en lo que lo hacían, pero todo lo hicieron en silencio. Como si no les fuera cómodo hablar, y aunque esto no estaba lejos de ser realidad, pues Elsa cada que alzaba la mirada de sus manos, no podía dejar de ver el torso desnudo de su hermano, y tenía un atisbo de culpa, desde que se perdió tenía esa carga sobre sus hombros, ella era la mayor, se supone que debía protegerlo, no al revés, sin embargo así habían pasado las cosas, su mente estaba tan a la deriva que no se dió cuenta que Andrew le estaba hablando.

Elsa solo pudo salir de su ensoñación al ver la mano de su hermano frente suyo.

- ¿Perdona que decías?

Andrew río un poco, nervioso. - Que, deberías ir a dormir.

Elsa alzó la mirada y su hermano la veía con la preocupación marcada en su semblante. Ella en realidad no era una persona de impulsos, pero algo dentro suyo le obligó a tomar su rostro entre sus manos.

Quería... No... Necesitaba saber que no era una ilusión como muchas veces antes había tenido. Necesitaba saber que si estaba a su lado nuevamente.

Elsa no supo cuanto tiempo tuvo el rostro de Andrew entre sus manos, pero en un momento la culpa la invadió nuevamente, si ella hubiera hecho más, su hermano nunca se hubiera alejado de ella, si tan solo hubiera hecho algo...

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