La Irresistible

Capítulo 6 - La Desgracia

Al llegar a casa no podía creer lo que había visto. Pero no pensé más sobre el tema. Subí, me duche y me puse a arreglar los materiales de la escuela. Al cabo de 15 minutos me quede dormida. A la mañana siguiente desperté con un hambre que nunca me hubiera imaginado. Me vestí muy rápido y bajé como loca. Mi madre ya me tenía el desayuno preparado. Le agradecí y literalmente me tragué la comida, que era mi comida favorita. Salí para encontrarme con mis amigos y allí estaban ya esperándome. Vi a Max al rostro y vi que tenía una expresión que me daba a entender que no quería que dijera nada del día anterior. Así que los saludé y seguimos el camino sin decir una palabra. Al llegar pude ver a Gustavo como le hacia señales a Max para saludarlo, yo le dije a Max en el oído que lo fuera a saludar que yo lo cubriría llevando a Camila a hablar con unas chicas para mi fiesta. Así lo hicimos y al sonar el timbre vi a Max llegar al salón a toda prisa.

- ¿Dónde estabas?- le preguntó Camila.

- Estaba hablando con los chicos sobre el torneo del viernes- le contestó Max queriendo que ella le creyera.

- Ahh el torneo va a ser muy bueno, espero que vengan todas las escuelas que siempre vienen- dijo Camila entusiasmada.

- ¿Aquí hacen torneos?, les dije sorprendida por sus expresiones.

La verdad es que en mi antigua escuela no hacían nada de deportes solo era especializada en ciencias y matemáticas. Ambos me miraron con cara de locos, no podían creer lo que había dicho.

- ¿Qué nos acabas de decir, nunca has ido a un torneo?- preguntaron los dos a coro.

- No- les respondí molesta.

- Oh pues tendrás que venir con nosotros el viernes al primer torneo del año- me dijo Camila.

Así empezó nuestro día. La mañana se fue muy rápida. Los profesores solo hablaban del torneo que la verdad no me llamaba la atención. Llegó la hora del almuerzo y salimos corriendo por el hambre que teníamos, la verdad yo era la única con tanta hambre.

Comimos y seguimos con las clases. No podía creer que en todo el día la fastidiosa de Rebecca no se había aparecido. Era una gran sorpresa para nosotros ya que ella nos había fastidiado desde el día que llegué. Pero hoy había sido la excepción y para mí eso era más que excelente.

La hora de salir llegó y con su llegada nuestra alegría de poder quitarnos este uniforme cobraba vida. Salimos los tres y en el camino hablábamos sobre el torneo. Cuando estabamos llegando a casa de Camila pasó algo que nadie se esperaba.

Un carro a exceso de velocidad paso junto a nosotros y casi nos atropella. Cuando el auto paso la cara de Camila cambio. En la carretera se encontraba el cuerpo de la gata de Camila, quien era como su mejor amiga ya que la tenía desde los 2 años. Su nombre era y será Kloe.