Capítulo 14 - Mis 16

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Habían pasado ya dos semanas desde aquel encuentro con Rafael. En todo este tiempo solamente nos hemos cruzado unas miradas y Camila no ha dejado de molestarme con que debo de dar el siguiente paso y pedirle que sea mi novio. Pero eso no me corresponde a mí. Lo más importante es que estaba a punto de llegar, mi esperado cumpleaños.

Todo ya está debidamente preparado, el banquete encargado, la música pagada y tan solo falta la entrega de las invitaciones. Mi cumpleaños es el martes 14 de octubre pero, lo celebraré el sábado 18 de octubre.

Solo faltaban 9 días para la fiesta y le pedí a Max, a Camila y a Gustavo que me ayudaran a repartir las invitaciones. Era jueves así que todos los que serían invitados tenían tiempo para decirle a sus padres y que estos les den permiso para asistir a mi fiesta. En total se repartieron como 130 invitaciones por la gran cantidad de estudiantes que hay en nuestro grado.

Traté pero no pude más y por cortesía le di una invitación a Rebecca. Camila me dijo que lo hiciera para que Rebecca viera la clase de persona que soy y no me molestara más.

Paso el día y así mismo el fin de semana. No hice más que ir preparando el salón de actividades de mi casa. El tema será sobre un bosque tenebroso, por la noche de brujas y todos los invitados deben ir disfrazados.

Yo voy disfrazada de ángel, un traje corto que llega a la mitad del muslo, unas alas en la espalda, la aureola y mis converse blancas. Camila se negó a que escogiera ese disfraz pero era el más que me gustaba de la tienda. Ella se compró un traje de la diosa griega, Afrodita, que es muy sensual y atractivo. Max se compró un disfraz de hombre lobo, ya que le encantan las historias de ese tipo. Y Gustavo compró uno de zombie, ya que no encontró más ninguno que le gustara.

Llegó el martes y todos mis amigos me felicitaron, ya que era mi cumpleaños.
Mi madre me felicitó y me dijo que para el sábado no se encontraría en la ciudad debido a un viaje de trabajo repentino. La casa sería para mí sola. Aunque para mí era una gran alegría, no le dije a nadie. El día transcurrió como un día normal, ya que los únicos que sabían que era mi cumpleaños eran mis amigos. Pero al sonar el timbre del colegio que indicaba que solo faltaba una clase por tomar, recibí un mensaje que no hubiera esperado:

"Nos vemos en el salón de Biología a la hora de la salida"

Me puse muy nerviosa por que ese número no me era conocido. Disimulé mi nerviosismo y seguí a la clase como si nada hubiera pasado. Mis amigos me esperaban y les dije que tuve que ir al baño. Llegó la hora de salida y les dije a mis amigos que se fueran por que debía buscar unos libros que se me habían quedado en el salón de Biología. No me detuvieron y siguieron su camino a la salida.

Esperé a que nadie pasara por el pasillo y llegué hasta el salón que me habían pedido. Toqué la puerta y estaba abierta, así que entré.

- ¿Hay alguien aquí? - pregunté ya que estaban apagadas las luces.

- ¡Qué bueno que llegaste, pensé que no vendrías! - escuché que dijo una voz masculina que por alguna razón se me hacia conocida.

- ¿Rafael... eres tú? - pregunté y al terminar de decir esas palabras, se encendieron las luces y allí estaba él mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

- Feliz cumpleaños, Catalina. - me dijo extendiendo sus manos hacia mí para darme una pequeña caja envuelta en papel de regalo.

- Gracias pero no debías de haber hecho esto... y una pregunta ¿Cómo supiste que hoy era mi cumpleaños? - le dije tomando la caja y tornando mi rostro a uno de duda.

- A lo primero, esto es lo menos que podía hacer y segundo, recuerda que Gustavo es mi mejor amigo - me dijo y empezó a reír.

Al escucharlo, yo también empecé a reír y a la vez abría el regalo que me había dado. Al abrirlo pude ver un hermoso collar con un corazón que tenía grabados nuestros nombres. De la emoción mi rostro empezó a sonrojarse y no sabía que hacer.

- Sabía que te iba a gustar - me dijo tomándolo de mis manos y colocándomelo en el cuello.

- Gracias es muy bonito - le dije y me di la vuelta para salir huyendo de ese momento tan emotivo.

- ¿A dónde vas? - me dijo tomándome del brazo para impedir mi salida.

- Recordé que mi madre me pidió llegar temprano a casa porque al parecer me tiene una sorpresa - le dije mintiendo por que hoy era martes y en este día mi madre salía con sus amigas a tomarse unas copas.

- Yo te llevo, para que llegues más rápido y por que aún me debes una respuesta sobre que te pareció mi regalo - me dijo soltándome.

- Lo siento pero me tengo que ir, prefiero caminar y sobre tu respuesta te la daré el sábado en mi fiesta - le dije y me fui de aquel salón y ya en el pasillo empecé a correr para que no pudiera seguirme.

Llegué a la entrada del colegio, miré atrás y allí se encontraba él sonriéndome. Me giré y seguí mi camino hasta llegar a casa, subir a mi habitación y sentarme frente al espejo para contemplar aquel hermoso collar que me había regalado mi amado.

La IrresistibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora