La Irresistible

Capítulo 23 - El plan

Dos días habían pasado desde que Gustavo me había dicho que me volvería en "La Irresistible", no creía mucho en lo que decía, pero decidí que les daría una oportunidad y haría todo lo que me pidieran. Lo primero que hicieron fue, la mañana siguiente, llevarme a un salón de belleza, propiedad de la madre de Gustavo. Les agradecí mucho, ya que no tuve que dar ni un centavo por lo que me habían hecho. Al salir de allí, fuimos a inscribirnos en un gimnasio, cercano a nuestras casas, pero solo me inscribí yo.

- Oigan ¿ustedes no se van a inscribir? - les pregunté con duda.

- ¡No!, Todo esto depende de ti - me dijo Max riendo.

- Yo no le veo la gracia - le dije molesta.

- Tranquila, solo queremos que seas independiente en todo esto, solo es para probarte que eres una chica muy lista y podrás con todo esto - me dijo Camila tranquilizándome.

- Tienen razón, además prefiero hacerlo sola a que me distraigan con sus babosadas - dije y empecé a hacerle cosquillas a Max.

- ¡Déjame, sabes que odio las cosquillas! - me decía mientras trataba de controlar su risa.

- Lo hago por que eres mi amigo y a veces te pasas con tus comentarios - le dije seria.

- Está bien, prometo no hacerte más bromas sobre este tema - me dijo levantando la mano derecha.

- Espero - le dije riendo y salimos de aquel lugar que de ahora en adelante se convertiría en mi segundo hogar.

La mañana siguiente fue muy hermosa, era un domingo en el que el cielo azul estaba despejado y se podía ver al hermoso sol brillar. Desayuné con mi madre y hablamos sobre como serían las cosas de ahora en adelante.

- Ya me imagino que preparaste todo para empezar esta semana - me dijo tomando un sorbo de su café.

- Sí, ya los chicos me llevaron al salón de belleza, como puedes ver me cambiaron el recorte y luego fuimos a inscribirme en el gimnasio, que queda a dos cuadras de aquí - le dije.

- Me alegro, el peinado te sienta muy bien, te ves más dulce que un caramelo - me dijo mi madre con una sonrisa de la que podía ver lo orgullosa que estaba.

- Gracias, te quiero mucho - le dije dándole un beso en la mejilla.

- Yo también te quiero, te apoyaré en todo lo que necesites mi apoyo - me dijo abrazándome.

El día termino sin ningún inconveniente. Y por fin pude dormir con más placidez que en días anteriores.

Al día siguiente fui a realizar el plan de dieta que seguiría por este tiempo, estábamos a finales del primer semestre, solo faltaba un mes para la navidad, así que planifique para realizarlo en unos cinco meses. Suena poco tiempo pero me había decidido por lograr mi cambio y volver al colegio para ver que les parecía mi nueva yo.

También les pedí a mis amigos que no me visitaran en ese tiempo, solo aceptaría sus llamadas y mensajes de texto.

- Espero que respeten mi decisión de alejarme de ustedes por este tiempo, solo lo hago para poder seguir adelante, no me mal entiendan, necesito soledad para poder despejarme de todo y reiniciar mi nueva yo - les dije triste,pero demostrando seriedad en mis facciones.

- No puedo aceptar que nos abandones todo este tiempo, solo por que vas a realizar ejercicios y dieta - me dijo Max molesto.

- Amiga, pero si en algún momento necesitas apoyo, ¿Quién te lo va a dar? - me dijo Camila con una voz ronca, al parecer tenía ganas de llorar.

- Solo quiero que no me vean, seguiremos hablando como siempre pero solo por llamadas y mensajes de texto - les dije tratando de que se calmaran.

- Si es tu decisión la acepto, pero te llamaré todas la mañanas antes del colegio para saber de ti - me dijo Max tomando mis manos.

- Yo espero que sea para bien, así que te enviare mensajes todas las mañanas y todas las noches, me dijo Gustavo besándome en la frente.

- Bueno, ¿Cuándo será mi tiempo para comunicarme con ella? - dijo mirándolos y ambos empezaron a reír- Son unos tontos me han dejado lo mejor, yo te llamaré por las noches para contarte lo que va pasando en el colegio y por supuesto preguntar como te sientes- dijo y empezó a reír.

Les agradecí y nos despedimos para volver a vernos en cinco meses.

Me dolió despedirme de ellos, pero lo debía de hacer.