No podía creer que habían pasado ya los cinco meses desde que había empezado con mi transformación. Decidida en volver al colegio, llamé a las oficinas y notifiqué mi reincorporación a clases para el siguiente día. Estaba muy nerviosa por lo que pasaría al volver a clases. En total había rebajado 40 libras, me encontraba en 120 libras. El ejercicio me había ayudado muchísimo y mi cuerpo se había transformado en el de una chica sexy. Me miraba en el espejo y no me podía reconocer. Nunca antes había pensado en estar así.
Llamé a Max y le dije que mañana nos volveríamos a ver.
- Mañana te quiero ver esperándome a ti y a los chicos frente a mi casa - le dije feliz de poder volver a verlos.
- No sabes desde cuando estaba esperando este día, te prometo que allí estaremos - me dijo y podía notar en sus palabras lo feliz que también estaba.
- Bueno espero que te guste ver a mi nueva yo - le dije.
- ¡Siempre me has gustado! - dijo bromeando.
- ¡Lo sé! - le dije y ambos empezamos a reír.
- Debo colgar por que ya es hora de que entre a clases, nos vemos mañana - me dijo y terminó la llamada.
Estaba tan emocionada como si fuera, nuevamente, mi primer día de clases.
Sonó el despertador a las 6:15 am y desperté nerviosa y a la vez feliz de volver a aquel lugar donde me habían ocurrido tantas cosas buenas como conocer a mis amigos o conocer a Rafael, pero también tantas cosas malas como las humillaciones de Rebecca. Por una parte me encontraba ya tranquila, debido a que Rebecca ya no estaría para molestarme, aunque aun estaría Rafael, quien en estos cinco meses no ha sabido nada de mí, ni yo de él.
Durante este tiempo les había pedido a los chicos que no me hablaran de él. Estaba tratando de olvidarlo ,pero habían dos cosas que me lo impedían: mi amor y mi odio hacia él. Estaba muy confundida. Me relajé, lo más que pude y me puse a alistar las cosas para el siguiente día. Estaba agotada, de no haber hecho nada en todo el día, solamente observaba el reloj para ver cuanto tiempo faltaba para volver ¿A mi vida o a mi nueva vida? Esta sería una nueva ya que, no dejaría que alguien destruyera mis planes.
Realicé mi antigua rutina, me levanté, fui al baño y me coloqué el uniforme escolar, obviamente le añadí tiempo para maquillarme y peinarme. Luego bajé a desayunar.
- Buenos días, espero que tengas un buen día - me dijo mi madre colocando un plato en la mesa con mi desayuno.
- Gracias, espero que así sea - le dije y empecé a comer mi plato de frutas.
Tardé como unos 10 minutos y miré el reloj para ver que hora era, marcaba las 7:13 am. Me apresuré para salir de mi casa y al abrir la puerta principal, me encontré con mis amigos, quienes no habían notado mi presencia. Seguí caminando por la acera y no podía creer que aun no me reconocieran.
- Hola - les dije tímidamente.
- Hola, ¿en qué te podemos ayudar? - me dijo Max.
- No me recuerdan, soy Catalina - les dije riendo.
Ambos me observaron por unos segundos, en sus caras podía notar lo impresionados que estaban. No podía dejar de reír, con este cambio ni mis amigos me habían podido reconocer, esperaba que en la escuela fuera igual.
- Cata, eres tú, estás bellísima, pareces una modelo - me dijo Camila abrazándome, quien este tiempo se había teñido el cabello a un color rojizo.
- ¡Dios mío! No puedo creerlo, has cambiado totalmente - me dijo Gustavo, quien se veía aun más delgado de lo que era.
- Si fuera heterosexual, te invitaría a cenar y luego a mi cama, estás hermosa - me dijo Max apartando a Camila para abrazarme. Y en este tiempo también se había dedicado a mejorar su aspecto y ahora tenía músculos. No lo podía creer, pero estaba delgado y tenía sus brazos marcados y su espalda era mucho más ancha que antes.
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La Irresistible
RomantikEsta es una historia sobre una adolescente llamada Catalina, quien al entrar a la escuela superior conoce a Max y a Camila quienes la ayudarán a luchar contra los problemas que enfrentará debido a ser "gordita o por su forma de ser". Ademas encontra...