Parte 2

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Dan se encontraba frente a su primo, millones de cosas que le tuvo que decir para que el mayor fuera hasta el hospital. Intentar convencer al hombre fue una tarea titánica, pero sentía que pese a todo valía la pena si podía ver juntos a Eddie y Venom... se sentía como un adolescente intentando juntar a sus amigos.

—Explícame de nuevo, ¿Qué mierda quieres que haga?

—Dos amigos se...

—¿Y en qué me importa eso?

Dan miró afligido a su primo, necesitaba ayuda pero el otro no se encontraba para nada contento con la situación.

—Por favor...

—Ni con tus "porfavorcitos"— dijo en clara burla. —... me harás cambiar de idea, pensé que habías dejado tu época de casamentera.

—Es que es de vida o muerte...— sabía que mentirle a su primo no le ayudaría en nada, pero en verdad creía que era perfecto para el trabajo.

—¿Alguno tiene una enfermedad terminal?— Dan negó con la cabeza. —Entonces no es de vida o muerte y si ese fuera el caso, entonces mencionando el estado a la otra persona sería suficiente para que aparezca y...— movió las manos con desdén. No era muy fan del tema amoroso, debido a su pasado de decepciones. —... sean tan felices como siempre... técnicamente no me necesitas a mí.

—Nathan Frank Miller, por favor— Dan estaba que se arrodillaba frente a su primo, en verdad quería ver a Eddie y Venom juntos.

—Deja el Nathan, sabes que lo deje luego de golpear a mi tío.

—¿En verdad lo dejaste?— preguntó Dan de forma seria. No sabia que lo que se contaba en las reuniones familiares fuese verdad, siempre pensó que era una exageración.

—No necesito llevar el mismo nombre de ese maldito intento de violador.

—Lo lamento...

Volver a sacar ese tema a la luz era doloroso para Nath... Frank, entendía que sus primos y primas eran todo para el, ser hijo único y el mayor de todos los primos lo convirtió en el responsable de casi siete chicos de distintas edades.

—¿Tienes descuento si alguien de tu familia se atiende en el hospital?— preguntó para cambiar de tema, luego de un momento. Dicha pregunta descolocó a Dan.

—¿Estás enfermo?

—Yo no, pero responde y quizás me piense lo de ayudarte... aunque sigo pensando que es bastante infantil ¿Estamos en primaria acaso?

—Puedo... si puedo hacer, conseguir algunas facilidades.

Ante esa respuesta Frank sonrió y se cruzó de brazos. Un beneficio debería sacar de todo esto y sabía que ya tenía a Dan donde lo quería.

—¿Como es el área de pediatría?

Ante la mirada atónita de Dan, Frank decidió que no sería el padrino de la boda ¿En verdad se había olvidado de que tenía una hija?

—Dime que estás jugando— la voz que empleo era una clara pista de que estaba enojado.

—No... lo siento, Frank.

—¡Diablos, Dan! ¡Cuando llegue me pediste que sea tu padrino, luego el favor y no recuerdas que tengo una hija! Eres increíble— con eso dicho se levantó del asiento para salir de la oficina.

—Frank, Frank... perdón... es que no creí cuando me lo dijo Chris aquella vez...

—¿Aquella vez cuando? La noticia se propagó como pólvora hace cinco años y solo me llamas ahora por el tema de tu boda y pidiéndome un absurdo favor...— se tomó unos momentos para calmarse y acercarse hasta donde estaba Dan, aun sentado en la silla detrás de su escritorio. —No soy ese Nathan que conocías... deje esa vida sobre ruedas para dedicarme a mi hija.

Vuelve a mí, VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora