Vuelve a mí, V

Parte 8

Como bien empezó a sospechar Eddie respecto de algunos videos de Venom, no se veía para nada bien... Flash prefería encerrar a los criminales que dárselos de comer a Venom. No era culpa del simbionte que su alimentación primordial fuese el cerebro de un ser humano, por mucho que el chocolate sea un sustituto no era lo mismo y cada cierto tiempo necesitaba alimentarse de cerebros.

Tampoco lo dejaba comer papas fritas o el sustituto, las ardillas. Lo tenía prácticamente en los huesos, debido al hambre. Seguían peleando y luchando con personas en las noches, jornadas que se iban extendiendo cada día un poco más, además de que debía cuidar y sanar el cuerpo de Thompson, algo que no se hacía por el poder del amor, necesitaba emplear energía y nutrientes que no estaba recibiendo.

No podía alimentarse del propio Thompson o de lo que este ingería; primero, porque lo mataría y dos, no era suficiente para el simbionte.

Pero aquello no era el mayor de los problemas. Lo que vendría luego de conocer a Cletus Kasady, lo era.

Flash y Venom se encontraban siguiendo al psicópata y homicida pelirrojo por bastante tiempo. Habían perdido el rastro del hombre en distintas ocasiones, pero finalmente lo pudieron acorralar, pero no por eso el hombre se dejaría atrapar.

Dio una excelente pelea utilizando cuchillas y cualquier objeto filoso para herir a Venom, cosa que logró en varias ocasiones. Flash se daba cuenta de la lentitud del simbionte a medida que los minutos pasaban, por lo que forzó al simbionte y a su propio cuerpo para capturar a Kasady.

Sin saberlo y gracias a la debilidad presente en Venom, sumado a las heridas, una parte de su amorfo ser se desprendió y fue a parar a las ropas de Cletus. Ninguno se dio cuenta de ello, por lo que una vez que llegaron a la prisión de San Quentin los guardias tomaron rápidamente a Kasady para enviarlo a la zona de aislamiento, lo dejarían allí para luego enviarlo a otra presión para personas sumamente peligrosas o terroristas del estado.

El regreso fue bastante tortuoso y lento para ambos.

-¿Oye que te pasa?

-Hambre, Thompson.

-¿Necesitas más chocolate?- preguntó Flash ya conociendo la respuesta de Venom pero en verdad no deseaba comer el cerebro de alguien, lo encontraba sumamente repugnante y asqueroso. ¿Cómo Brock pudo hacerlo cuando estaba con el simbionte?

-No sirve, necesito alimentarme. Necesito cerebros.

-Sabes que eso no ocurrirá, debemos buscar otra forma.

Venom en verdad estaba cansado para discutir, simplemente redujo su masa y desapareció en el interior de Thompson, no deseaba pelear con el hombre, por mientras ahorraría toda la energía posible para luego irse donde Eddie, necesitaba de su humano.

Flash se vio solo en medio de la calle cercana al distrito Marina, al parecer el simbionte no le ayudaría a llegar rápidamente hasta su casa.

Todo el camino Flash lo ocupo para pensar en una forma de alimentar a Venom, sabía que el simbionte lo necesitaba, pero era superior a él el asco de comer aquello, tampoco confiaba en dejar que Venom se alimente por su cuenta. Debido a la actitud que estaba tomando el otro, era claro que deseaba marcharse como lo ha hecho veces anteriores.

Pero Flash no lo iba a permitir, necesitaba conservar a Venom. Pensó que sin la comida lo haría dependiente de su cuerpo, pero aquello solo le jugó en contra. Ambos estaban débiles y si Venom consumió lo que necesitaba del propio Flash simplemente lo estaría matando lentamente y por consecuencia el propio Venom estaría muriendo.

Pasó toda la noche despierto comiendo cosas fritas y chocolate, sin olvidar la carne en exceso, esperaba que aquello ayudase a Venom y en parte para recuperar las energías de su propio cuerpo. Sabía que tenía el tiempo contado, por lo que simplemente puso la alarma y se fue a sentar con el computador en las piernas para mantenerse despierto lo más posible.