Encontrándote [Aristemo]

Capítulo VII

Aristóteles estuvo pensando sobre los sueños que había tenido respecto a Temo, siempre eran en el mismo lugar y siempre estaba allí el mismo olor a humedad.

Recordaba vagamente el olor, algunas veces había ayudado al conserje de la escuela a limpiar el sótano de la misma.

Pero aquel hombre había sido asesinado a manos de un asaltante, bastante trágico, el hombre no tenia mas de 45 años y sus hijos nunca iban a visitarlo.

Se estaba saliendo del tema.

El nuevo conserje tenía por lo menos 37 años, no recordaba su nombre pero era raro que de un día para otro justo después de que Temo desapareciera el también lo hiciera.

—Tal vez me estoy imaginando todo —Se dijo a si mismo.

Se revolvió el cabello frustrado, no estaba llegando a ninguna parte con eso, sólo conseguía revolverse mas cada que pensaba en el posible paradero de Temo.

El Corcega se levanto y comenzó a darle vueltas a lo que sabia del sospechoso.

Nada.

No sabía nada, eso no estaba funcionando como el pensaba.

—¡La miss Diana! —Gritó

Tomo las llaves del departamento y salio a toda prisa a la casa de Julieta y Robert, ellos podrían ayudarle con lo que necesitaba.

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—Deja ver si entendí —Dijo Robert sentándose frente a el en el sofá —Crees que el ex conserje de la escuela en la que Diana trabaja es el culpable de la desaparición de Temo, ¿Es correcto?

Aristóteles asintió.

Juan Pablo lo miro y dijo —¿Tienes pruebas?

Aristóteles negó.

Julieta suspiro, se acerco al chico y tomo sus manos entre las suyas.

—Aris, se que quieres encontrar a Temo pero deberías dejárselo a la policía.

—¡Pero ellos no están haciendo nada! ¡Llevan mas de un mes y no avanzan en la investigación!

—Para mi lo que dice Julieta es mas correcto —Dijo Juan Pablo —Aris, debes dejar esto a la policía, no me meteré mas en esto y estoy seguro de que Diana pensara lo mismo que yo.

Julieta soltó las manos del chico y se levanto —¿Robert?

—¿Si?

—¿Puedes ver si Blanquita sigue dormida?

—Claro, ya voy.

Robert subió las escaleras y se perdió de vista para ambos.

—Voy a ayudarte —Dijo Julieta una vez Juan Pablo desapareció en el segundo piso. —Hablare con Diana y Tornado para que nos ayuden.

Aristóteles sonrió. Julieta algunas veces (o todas) era increíble.

—Eres la mejor.

—Si, lo se, pero ya es hora de que regreses al edificio no quiero que te pase algo a ti también. —Julieta miro a las escaleras, Robert iba bajando con Blanquita en brazos — Voy por las llaves del coche y te llevo.

—¿Vas a llevarlo, amor?

—Si, ya es tarde y no quiero que se vaya en taxi ya casi es de noche.

Robert asintió —¿Podrías pasar a comprar mas verduras al súper también?

—Claro, ya vuelvo.

Julieta se fue a buscar las llaves, tomo su bolso y su cartera.

—Ya vuelvo.

Aris y ella salieron de la casa.

—No le digas nada a Robert de esto, no le parece que me involucre demasiado.

—No le diré nada, lo juro.

Y subieron al coche.