Amistad Prohibida

Capitulo 1: El Primer Día

Eran inicios de clase en Raccoon City, un día normal y bastante tranquilo, corriente en la mañana.

Yo ya iba de camino al instituto de magia: "Royal School" (la cual solo asisten brujas y magos aprendices y avanzados) y Sylveon, mi mejor amiga, apenas había despertado.

Decidí enviarle un mensaje de texto:

"¿¿Sylveon, DÓNDE ESTASS???"

-Sylveon- "Estoy en mi casa",

"¿En tú casa? ¡Es nuestro primer día! No podemos llegar tarde, apúrate."

Luego de varios largos minutos, ya habíamos llegado al instituto, muy nerviosas, claro.

—Sylveon, este instituto está más grande de lo que se ve en la página web.

—Si, grande le queda poco a este mega instituto.— corrigió.

Caminamos con prisa hacía la entrada y en eso nos encontramos con un chico, alto, con tatuajes, bastante apuesto. Al parecer, por todas las miradas que recibía era el típico chico millonario más lindo de la escuela.

—¿Hola...?— salude con duda.

—¡Holaa! Ustedes son nuevas, ¡¿verdad?!— pregunto con una gran sonrisa.

—Sisisi, lo somos— contesto con entusiasmo Sylveon.

—Me alegro de poder conocerlas, soy Matteo.

—Igualmente, yo soy Alexa, y ella es mi mejor amiga Sylveon.

Yo, como soy tan delicada, susurré: "es muy lindo".

Pero para mi hermosa suerte, me escucho.

—¿Acaso escuche que soy lindo? Si eso ya lo se chicas— decía mientras arqueaba sus cejas.

Súper sonrojada contesté.

—Puede que si, como que no, pero bueno, la respuesta en todo caso la sabes a la perfección.— coloque mi mejor cara de felicidad.

Entramos al instituto un poco perdidas, como siempre, pero emocionadas. Ibamos por el pasillo 3 cuando nos tropezamos con una persona. Alzamos nuestras miradas, y era la principal.

—¡Hola chicas!, tengan más cuidado por favor, no quiero que se sigan tropezando con todo. Por lo qué veo están un poco perdidas ¿verdad? Tengan, un mapa del instituto y un calendario con todas las actividades asignadas para este semestre.—dijo la Principal con todo respeto.

—Muchas gracias señora—dijimos la dos al unísono.

Continuamos en búsqueda del aula.

—Sylveon, el mapa dice que nos toca él aula 7, ya estamos cerca.—avise.

Llegamos al aula 7, entramos y nos encontramos con todos los alumnos ya sentados en sus asientos.

El profesor que nos había tocado era el Profe. Zaragoza. Por lo qué habíamos escuchado él era el maestro buena gente que se llevaba bien con todos.

—Buenos días profesor, perdónanos por llegar tarde, es que estabamos un poco perdidas, y luego nos encontramos con la principal y conversamos con ella un poco.—Pidió disculpa Sylveon.

—No se preocupen, Bienvenidas.—dijo el Profesor Zaragoza desde su escritorio.

Luego de intercambiar esas palabras con el profesor, procedimos a sentarnos junto dos chicas llamadas: Viviana y Daniela.

Esas chicas eran la sensación del instituto, y por lo qué vimos no son muy sociables, puesto que al sentarnos junto a ellas, su rostros cambiaron de estar feliz a desagrado.

Después de aprender algunos hechizos, la clase acabó y teníamos hambre, así que decidimos ir a la heladería a por un delicioso helado.

Llegamos a la heladería, y nos encontramos con Matteo...

—Hola, que bueno verlas otra vez, ¿vienen a por un helado? Escojan el que quieran, yo invito.— ofreció Matteo.

—No te preocupes Matteo, nosotras podemos pargarlo— respondimos.

Pero Matteo estaba insiste que insiste en invitar el helado y no nos quedo más remedio que aceptar.

Yo escogí un helado de frambuesas y Sylveon un helado de coco. Luego de terminar el helado salimos del local, y por desgracia nos chocamos con Viviana y Daniela.

—¡Eyy, cuidado! ¡ughhh! ¡Ya el primer día y ya haciendo desastres! Si se pueden controlar se los voy a agradecer, gracias.

Matteo interrumpe...

—¡Viviana por favor! Fue un simple tropiezo.

—Viviana perdónanos, no te vimos llegar.

Viviana y Daniela se fueron enojadas y nosotras muy confundidas.

Nos fuimos a nuestra habitación en el instituto a estudiar, ya que puedes quedarte a dormir en el junto un compañero o compañera, en este caso junto a a Sylveon.

Era el primer día y ya había mucho trabajo que hacer. Teníamos una tarea, que trataba de entrevistar a un compañero, pero nosotras no sabíamos a quién entrevistar ya que conocíamos a pocos alumnos.

De repente se me ocurrió una idea...

—Sylveon, y qué tal si entrevistamos a.....—