Amistad Prohibida

Capítulo 2: La Entrevista

—¿Qué tal si entrevistamos a Matteo?— se me ocurrió la idea.

—Que? A Matteo? Aceptara?— preguntó confundía.

—Claro que si aceptará, él es muy lindo.

Eran las 1 de la mañana y todavía no nos habíamos acostado, estábamos solamente pensando en Matteo.

Bueno, ¿Quien no dejaría de pensar en él?

Matteo era de piel pálida, ojos color verdes, con tatuajes, cabello de color marrón, y muy alto. El más popular del instituto.

En la mañana...

Nos levantamos, nos bañamos, nos vestimos y maquillamos, en resumen hicimos nuestra rutina diaria. Luego nosotras decidimos ir al comedor del instituto ya que vamos a desayunar.

Muero de hambre. Bueno eso siempre.

—¿Que habrá de desayuno?

—No tengo idea, solo espero que algo bueno.

Desesperadas buscando el menú por todas partes, lo encontramos:

Ensalada de fruta, tostadas francesas y café.

—Mmmm, tostadas francesas, me encantan, se ven muy buenas.

—Súper buenas, mis favoritas.

Nos sentamos a desayunar y de repente vino Matteo y se sentó junto a nosotras.

—¡Hola chicas! Buenos días, ¿Como están— pregunto curioso.

—Estamos muy bien—respondí por las dos.

—Matteo, te queríamos preguntar si ¿podríamos hacerte una entrevista?— pregunte con un poco de vergüenza.

—¿Que? No, no quiero.

Espera, ¿no? ¿por qué?

Matteo comenzó a reírse.

—Si vieran las caras de ustedes; claro que si pueden, cuando quieran.— respondió.

Sustos que dan gusto.

—Que bromista eres, ¿podrás en la tarde cuando salgamos del instituto?

—Si, no hay problema.

Tocó la campana, así que significa ya era la hora de entrar a clase. Nos tocaba clase de hechizos.

El profesor en la clase se dedicó a enseñarnos dos nuevos hechizos, Lumos y Alohomora.

Terminó la clase...

—Chicos, recuerden que tienen hasta mañana para entregar el trabajo de la entrevista y tienen exámen la semana que viene sobre los hechizos aprendidos en clase hoy.— dijo el profesor Zaragoza.

Mis compañeros de clase salieron un poco preocupados ya que la mayoría de ellos no habían comenzado su trabajo, pues todos eran nuevos y no tenían el atrevimiento para hablar con los otros alumnos.

Nosotras al salir de clase nos fuimos directo a la habitación para cambiarnos y estar más presentable.

Sylveon le envía un mensaje a Matteo: