- escuche que el hijo de yang le gusta otro niño.- escuchó un susurro a lo lejos.
- ¿qué? oh bueno, porque me sorprendo si su padre le llena la cabeza de libertad y no se que...por un momento crei que tenía alguna enfermedad, por la forma en la que habla...pero creo que es peor.- habló otra mujer mirando al niño quien esperaba sentado jugando con un pony de fluttershy que le compró su tía tzuyu.
el hombre harto de escuchar a las mujeres hablar fue directamente a su hijo, sin embargo se detuvo al ver como un grupo de niños tiró su juguete al suelo y otros comenzaron a empujarlo hasta tirarlo al suelo haciendo que jeongin comience a llorar. rápidamente, fue llamándolo asustando a los otros que se encontraban ahí.
- ¿¡qué creen que hacen!?- estaba furioso. ¿por qué le hacían eso? ¿cuál era la excusa? solamente estaba jugando.
levantó a su hijo intentando limpiar sus lágrimas y la mugre en su cara, se asusto al ver la raspaduras el cual comenzaba a sangrar.
- ¿¡por qué me grita a mí hijo!?- los gritos de las madres no se hicieron esperar comenzando a fastidiarlo más.
- es a su hijo a quien debería de educar mejor, o terminará criando a un...- él se paró rápidamente al saber que iba ser la última palabra.
con su hijo en brazos quien se ocultaba en su cuello mirando a su pony raspado en la oreja.
- nadie insulta a mi hijo, menos personas como ustedes quienes creen que sus hijos hacen lo correcto al dañar a un niño que nunca le hizo nada...quienes realmente deberían de educar a sus hijos deberían ser ustedes.- antes de que incluso digan algo se fue rápidamente hacia su auto completamente enfadado.
lo hacía sentirse aún peor como aún escuchaba los sollozos pequeños de su hijo, él no sabía nada de esto, solo sabía que jeongin hablaba mucho de un niño gracias a lo que le decía su esposa.
¿se lo estuvo ocultando? ¿por qué? ¿hace cuánto le hacen eso?
llegó al auto con una nube de pensamientos en su cabeza.
- papi...- rápidamente se volteó a ver a su niño quien tenía los ojos hinchados y pequeñas lágrimas corriendo mientras intentaba no soltar sus mocos.
- ¿qué pasa, amor? ¿tienes hambre? ¿sed?- comenzó a buscar alguna toalla húmeda y curitas para su rostro que seguramente le dolía.
- quielo un helado.- dijo el niño mientras su padre intentaba limpiar su herida y colocar la curita de my melody.
- lo que mi príncipe quiera.- le sonrió limpiando las lágrimas sintiendo su pecho libre al ver la pequeña sonrisa de su niño.
coloco su cinturón al pequeño y arrancó el auto a su heladería favorita.
dos meses después jeongin fue cambiado de jardín a otro, luego de tantas discusiones entre sus padres finalmente lo llevaron a uno un poco lejos de su casa pero que esperaba ser mejor.
- el editicio es rosa...¡me guta!- el hombre sabía que jeongin era un niño peculiar, uno en un millón peor gracias a eso temía.
él amaba a su hijo, pero él no es todo el mundo.
- escucha innie...vas a tener que dejar tus muñecas y ponys en la casa, cuando llegues podrías jugar tranquilo.- el pequeño hizo un puchero al escuchar eso.
- pelo...quiedo juga con mid nuevod amigod...- jeongin hacia un esfuerzo grande para pronunciar aunque sea la z, él pensaba que tal vez por eso los niños de la escuela lo lastimaran.
- no innie...es mejor así, ¿okay?- peinó su cabello rizado y castaño intentando sonreír para que sienta mejor.
- di...- bajó la cabeza recibiendo un beso en su frente haciendo que sonría al instante.
- nos vemos luego campeón, hoy podré venir a buscarte.- yang saltó emocionado. sus padres no tenían el mismo tiempo que los otros, apenas los veía a la noche y él siempre estaba cansado por jugar tanto.
el pequeño le dio un beso en la mejilla a su padre y fue corriendo a la entrada del colegio.
mientras el hombre suspiraba deseando que todo sea mejor.
jeongin se sentó atrás de todo al lado de la ventana donde podía ver las flores del jardín, pero fue interrumpido por una mano enfrente de su rostro.
- kim seungmin.- habló con confianza el niño sonriéndole mostrando sus dientes con uno faltante.
jeongin comenzó a tener miedo, ¡aún no arreglaba su forma de hablar! ¿lo odiaria como los otros por eso?
- ¿no hablas?- seungmin agarró su mano para estrecharla finalmente y sonreírle.
- mi mami dice que yo hablo mucho y que tal vez en mi vida pasada fui un loro, ¡oh! este es hyunjin mi amigo...nos conocemos desde pequeños y ahora somos como hermanos.- arrastró a otro niño un poco alto de labios gruesos mientras le explicaba lo genial que era.
- y-yo me lamo jeongin.- dijo lento para no cometer errores.
- ¡jeongin! suenas a mi próximo mejor amigo.- kim fue corriendo a buscar las mochilas de él y de hyunjin para colocarlas al frente dado que al lado del menor se encontraba una rosada con el nombre "nako".
- ahora seremos los tres mosqueteros.- a yang le agradaba la energía de seungmin y confiaba que esta vez las cosas irían mejor.
- buenos días pequeños...hoy vamos a tener una mañana un poco atareada.- los tres se dieron vuelta rápidamente para escuchar a la maestra.
jeongin por un lado se sentía contento.
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