Después de la lluvia

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Minato se subió a la camilla de Sasuke, cruzando sus brazos alrededor del moreno, repartiendo pequeños besos sobre sus cabellos negros y susurrándole dulces palabras, no podía evitar sentirse emocionado cuando el médico le permitió permanecer cerca de Sasuke y aún más cuando el menor empezaba a responder a sus palabras.

Había pasado casi dos semanas, el medico había pedido que quitaran el respirador, había sido un momento emocionante al ver como el moreno empezaba a respirar por él mismo, como poco a poco sus heridas empezaban a cicatrizar, el galeno había permitido que Minato entrara a la habitación para contarle algunas historias, casi como haría una madre a su pequeño hijo enfermo.

Dos semanas donde el doctor había visto notable mejoría en el varón, dándole el visto bueno para poder trasladar a Sasuke a la habitación, junto a Minato. Nadie había dicho nada cuando el rubio se acostaba en la misma camilla del moreno, o cuando le leía uno de los libros de misterio o simplemente le hablaba sobre la niñez que había pasado junto a Naruto.

Sasuke movía sus párpados, algunos de sus dedos se estremecían cuando estaba en contacto con los dedos del rubio, a veces queriendo cerrar sus dedos alrededor de los del doncel; Minato podía ver como Fugaku intentaba hacerse el fuerte y no llorar, pero todos sabían que aquello era lo mejor que había pasado en todo ese tiempo.

Era una noche, demasiado tarde para permanecer despierto, Fugaku se encontraba acostado en uno de los muebles de la habitación, mientras que Minato había abierto sus ojos estrepitosamente al sentir un ligero movimiento sobre su mano izquierda, intentó separarse del cuerpo de Sasuke, al sentir como empezaba a agitarse, pero él tan solo se quedó quieto al sentir como su antebrazo era presionado suavemente

Solo un pequeño toque, un suave roce, su corazón empezó a latir con fuerza, acercó sus temblorosos dedos sobre aquella mano, acariciando los largos dedos de Sasuke, sus lágrimas se encontraban derramándose por sus mejillas al ver el brillo opaco en los ojos ébano de moreno.

Soltó un suave gemido al ver como Sasuke le miraba fijamente, y luego, poco a poco, una pequeña y casi dolorosa sonrisa se mostró en sus labios, lo abrazó con fuerza, dejando que Sasuke ocultara su rostro contra su pecho, escuchó algo de movimiento y luego unos pasos estrepitosos salir de la habitación, sabía que Fugaku se había despertado y salía a buscar al médico.

Se vio obligado a separarse del menor y salir de camilla, pero la mano de Sasuke se encontraba cerrada en su camisa de dormir, así que el médico permitió que el doncel pudiera tomar la mano del joven moreno.

-Necesito examinarte. ¿Está bien? -Hasta ahora el moreno tan solo había observado a Minato, pero giró lentamente su mirada hacia la voz que le llamaba, afianzado su agarre en la tela del doncel, como si temiera que fuera a desaparecer. -Quiero que sigas la luz. -El moreno siguió la luz como el hombre le había pedido. -Ahora voy a realizarte un par de pequeñas pruebas.

Asintió suavemente, dejando que el hombre pasara sus manos por los dedos de sus pies, por sus piernas, midiendo su sensibilidad y el movimiento de sus extremidades.

- ¿Puedes sentir esto? -La voz del doctor sonaba despacio, pero pudo ver como sus ojos se llenaban de incertidumbre cuando él negó suavemente, no quiso que el miedo saliera a flote, pero Minato pudo verlo relucir en sus ojos, cerró con fuerza sus ojos, llevando sus manos hasta aferrarlas sobre su cabeza, soltó un aullido lleno de dolor cuando sintió todos los recuerdos pasando con tanta rapidez por su cabeza, que se le hacía difícil detenerlas.

Rápidamente la enfermera inyecto la medicina en el suero, pasó casi menos de un minuto para que el fármaco hiciera efecto y el dolor empezara a calmarse, sintió sus ojos pesados, nuevamente la nebulosa empezaba a envolver su cuerpo, pero no quería volver a cerrar sus ojos.

Nobody say it was easyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora