Capítulo 13-Make Love

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—¡Woo!—exclamó el chico sorprendido.

Ella forzó una sonrisa mientras giraba sobre sí misma, igual de seria. Él se levantó y se acercó a ella, la detuvo manteniendo su cintura con cariño.

—Ya... Sé que no será la boda del siglo, ¿pero no prefieres verte bonita?

Ella asintió con un leve movimiento de cabeza, pero aún no sonreía, no de verdad, por mucho que su amigo lo intentase.

Habían pasado toda la mañana probando vestidos de boda, pero ella no disfrutaba el momento. Simplemente se ponía el vestido, salía para que Tzao la viese y la fotografiase, y daba un par de vueltas antes de ponerse otro. ¿Quién disfrutaría de escoger el vestuario para una boda que sería su mayor error?

Era muy triste ver cómo ella no quería casarse y la obligaban a hacerlo con un hombre que la maltrataba continuamente.

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Sentía un dolor insoportable en el pecho y aún no podía entender todo aquello. Tomó su cuaderno y comenzó a escribir y escribir. La inspiración había llegado a él con más fuerza que nunca. Escribió y escribió hasta que recibió una llamada, entonces se levantó rápidamente y condujo en su auto.

—¿Ya estás aquí? ¡Qué rapidez!—exclamó el chico sorprendido.

Ella salió con un vestido blanco y no giró, a diferencia de cómo lo hacía siempre, se detuvo al verle allí, por supuesto había sido inesperado. Jiyong sonrió, se veía bonita, hermosa, preciosa maravillosa... Ella sonrió también. Era extraño, la última vez que se habían visto Jiyong abrazó a aquella chica y Sun Hee ignoró la protección de él para marcharse junto a Shinwa, pero ahora se sonreían, cómo si la sonrisa del otro les hiciese olvidar lo ocurrido.

—Estás muy bonita...—soltó al fin. Ella sonrió agradecida, dio un par de vueltas mientras Tzao la fotografiaba y entró a cambiarse.

Tzao le ofreció asiento a Jiyong, quien se sentó a su lado. —Gracias por venir, de verdad—Jiyong sacudió la cabeza en señal de que no importaba.—¿Sabes?, es la primera vez que ella sonríe con uno de esos vestidos—dijo haciendo que se animase. Era la primera sonrisa de la chica, y él era la razón.

Jiyong se centró en Tzao y preguntó curioso.—¿Por qué querías que viniese?—Tzao miró y fotografió a la chica de nuevo, que giraba ante ellos con un vestido beige largo.—Te ves muy hermosa—la alagó antes de que la chica sonriese y entrara a cambiarse otra vez.

Tzao respondió.—Por eso, llevamos aquí toda la mañana y ella no sonrió, en cambio llegas tú y lo hace—Jiyong se sintió alagado.—En verdad ella te quiere... Ella está enamorada de ti—observó cómo Jiyong meditaba sobre ello y continuó.—Soy su amigo desde que tengo memoria, y la conozco mejor que ella misma se conoce. Te aseguro que sus ojos brillan al verte de esa manera... Ella es feliz simplemente con verte...—al ver que él había callado le dio un codazo y le dirigió una mirada pícara.—Y tú no puedes negar que la amas.

Jiyong sacudió la cabeza.—Pero ella se casará con él...—respondió desanimado.

—Pero puedes evitarlo, podemos evitarlo—le consoló. Se levantó del sitio.—Tengo que hacer una llamada, enseguida regreso—Jiyong asintió con un sonido nasal.

Esperó allí en silencio pensando lo que acababa de decirle. Tras unos minutos la chica gritó desde el vestidor.—¡Tzao, ¿puedes ayudarme?!—pidió ella. Cómo él no estaba, Jiyong se acercó a ayudarla.

Ella sujetaba el vestido en la zona del pecho, el vestido tenía una enorme cremallera en la espalda y ella no podía llegar a cerrarla.

Jiyong sintió cómo ella se sonrojaba al verle, así que se explicó.—Tzao... Él salió por una llamada...

Mr. EgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora