Capítulo 7-Si ella no despierta

654 43 2
                                    

CAPÍTULO 7 - SI ELLA NO DESPIERTA

-No la toques, no te atrevas a tocarla-Shinwa acababa de entrar en la sala y la escena no le agradaba para nada.

Jiyong estaba sentado en un sillón junto a la camilla dónde dormía plácidamente Sunhee, sus manos acariciaban la mano de ella.-Eres tú el que no debe tocarla - respondió sin quitarle la vista de encima a la chica.

El novio de la chica se mordió el labio y comenzó a enfurecerse.-Ella te odia, no la toques- ordenó con la mandíbula tensa.

El cantante ignoró lo que este le decía. Shinwa comenzó a acercarse a él al tiempo que cerraba el puño. Jiyong dejó suavemente la mano de la chica sobre la camilla, se levantó y agarró con rapidez y firmeza el puño del otro antes de que tocase su rostro lleno de heridas.

Jiyong sonrió furioso, lo que le dio aspecto de loco.-Si ella no despierta te juro que...

-¿Ji...

Ambos miraron a la chica sorprendidos y emocionados, olvidando cualquier disputa que estuviese comenzando entre ellos. Jiyong corrió hasta ella y se arrodilló junto a la camilla, Shinwa se colocó a su lado. Jiyong tomó la mano de ella mientras el otro comenzaba a enfadarse otra vez.

-Sun Hee, dime algo, ¿si?- le pidió acariciando su mano.

En un pequeño susurro ella respondió a sus plegarias.-Ji...

Sun Hee comenzó a abrir poco a poco los ojos, adaptándose a la luz de la sala de urgencias. Lo primero que vio fue el rostro de su odiado cantante y jefe, sonriendo, emocionado, feliz de que ella despertase. Ella sonrió. Colocó su mano sobre las dos de él que sujetaban la otra mano y las acarició suavemente.

Shinwa, celoso y enfadado, retiró a Jiyong hacia atrás con un empujón.-Ve a llamar a un médico- ordenó.

Se sentó junto a la cadera de ella y acarició su cabello con cuidado.-Yo... Yo... Siento que estés así...

Ella negó con la cabeza en señal de que no era nada, dándole una sonrisa para animarle. En un par de segundos Jiyong había vuelto acompañado, se apoyó sobre sus rodillas jadeando, había ido lo más deprisa que podía.

El médico hizo que Shinwa se apartara de ella para poder trabajar. Las enfermeras le tomaron la presión, la temperatura, el pulso y muchas más cosas. El médico comprobaba la vista, el oído y los reflejos de ella. Cuando terminaron, tras un buen rato, las enfermeras se marcharon y el médico se dirigió hacia los dos acompañantes de la chica. Les explicó que estaba bien, estaba bastante bien, pero que necesitaba recuperarse lenta y cuidadosamente, que iban a estar pendientes de ella todo el tiempo.

Shinwa salió para llamar por teléfono a la madre de la chica anunciándole que había despertado. Jiyong se acercó y se arrodilló junto a ella de nuevo.

-Ji... ¿Estás...- dijo esforzándose porque la oyese, ya que le costaba hablar -...bien?- logró preguntar. Había visto las heridas en el rostro de Jiyong y unas enormes ojeras bajo sus ojos, además de que su cara estaba muy delgada, al igual que su cuerpo.

Él asintió con la cabeza.-No es nada, ¿te encuentras bien?- preguntó preocupado.

-Mjá- afirmó ella.-¿Cuánto tiempo...- susurraba pocas palabras esperando que con eso la entendiesen, ya que su garganta dolía.

Él, por suerte, lo entendió perfectamente. Tomó su mano y la acarició de nuevo.-Han sido cinco largos días los que han pasado, mientras tú dormías plácidamente- él había estado realmente preocupado, podía notarse en la manera que la miraba, la manera en la que la acariciaba, todo cuidadosamente, como si fuese lo más frágil de este mundo.-Pero no importa... Porque has despertado- dijo al notar cómo ella comenzaba a sentirse culpable de haberlos preocupado.

Mr. EgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora