Celos - Frans

8

Narra frisk...

Alphys me hizo pasar a un cuarto que parecía un pequeño laboratorio, habían muchas hojas por todas partes y cajas de fideos instantáneos, parece que el orden de alphys no ha cambiado mucho después de todo. Me pregunto que querrá investigar alphys esta vez, seguro quiere investigar más a fondo el comportamiento humano o su anatomía, eso de seguro debe ser.

*Bien, a-ahora que est-estamos aquí podemos comenzar... - alphys me indicó que me quedara quieta para escanearme con un aparato extraño, realmente no entiendo mucho de cosas científicas así que no pregunté para qué las pruebas.

Luego de eso alphys me tomó unas muestras de saliva y las puso en unos tubos; me imagino que las examinará después. Me hizo pruebas algo extrañas, creo que llevamos un buen rato aquí. También me puso algo en la cabeza para ver... mi cerebro? no estoy segura, por lo que entendí ese aparato mostraba unas estadísticas en una pantalla de mi actividad cerebral. Y finalmente creo que esta es la última de las pruebas, algo que parecía ser para tomar rayos x. Supongo que esta es una prueba fácil, solo tenía que pararme detrás de la máquina mientras que alphys anotaba alguna que otra cosa que quisiera saber en una libreta, escribe rápido.

Narradora normal...

Frisk estaba en la máquina de rayos x posando de una forma rara que le había indicado alphys. Mientras ella estaba siendo estudiada sans esperaba mirando la tv en un sofá con undyne, ya habían hecho las "paces", hasta que se preguntó qué cosas le estaban haciendo a la pequeña y decidió ir a ver si todo estaba en orden. Undyne no le tomó mucha importancia, solo le interesaban los resultados y sabía que alphys aún no los tenía. Cuando sans entró vio a alphys tomando algunas notas en una libreta mientras miraba a frisk... en huesos?! 

Alphys se dio cuenta de la presencia de sans y lo invitó a pasar, aunque sans estaba algo avergonzado al ver a frisk en aquella posición tan... sexy a su parecer, y verla en huesos asi como él simplemente lo estaba haciendo babear un poco. 

*Heya, niña - trató de disimular su vergüenza - parece que tienes unos buenos huesos, he he

 *He he, muy gracioso sans - reía la pequeña detrás de la máquina

*Li-listo, ya está todo - dijo alphys con su timidez, y hablando algo bajo - solo eh, hay una cosa ma-más que quisiera que hagas... - entra undyne al cuarto para hacer su parte

*Ngahhh vamos frisk, vas a entrenar conmigo - dijo undyne mientras se llevaba a frisk afuera jalándola del brazo - enséñame lo que puedes hacer!!!!

*Ehh.... un-undyne, no seas tan dura con ella - gritó alphys mientras iba hasta la puerta de casa para ver el entrenamiento junto con sans.

Fue un muy duro entrenamiento. Undyne entrenando a frisk, quién lo diría. Primero quiso probar su destreza y velocidad por lo que le empezó a lanzar sus lanzas a ver cómo las esquivaba. Frisk esquivaba las lanzas como podía mientras undyne iba subiendo el ritmo. En una de estas una lanza le rozó el hombro de frisk haciendo que el suéter que siempre llevaba puesto se rompiera y produciéndole un corte que empezó a sangrar. 

La pequeña hizo una pequeña mueca de dolor, pero trataba de recuperarse. Frisk no lo había visto venir cuando undyne la hizo caer al suelo. Sans ya estaba listo para rescatar a frisk, pero justo cuando iba a encaminarse a donde la pequeña se encontraba alphys lo detuvo haciéndole una seña para que solo mirase la escena mientras ella anotaba rápidamente algunas cosas en su libreta. 

*Vamos, se supone que debes enseñarme de lo que eres capaz - decía undyne invocando otra lanza mientras la pequeña estaba arrodillada en el césped - aquí va otra lanza, esquívala o sufre.

Undyne lanzó el arma en dirección a la pequeña, sans estaba a punto de perder el control, su magia estaba ya lista para usarse, su ojo se había puesto de color azul, listo para invocar algún hueso que sirva de escudo... Pero en ese momento la pequeña se levantó lentamente de donde estaba y aunque estaba herida, no iba a perder en ese pequeño entrenamiento. La lanza se acercaba, en los ojos de la pequeña sólo había una chispa de determinación. Una mirada rápida, un movimiento preciso y ahí estaba la pequeña, sosteniendo el arma que le fue lanzada, todos enmudecieron al ver esto.

Dale una estrella, no seas tímido, no cuesta nada...