3 ~Si tan solo recordaras...

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—Hoseok, dile que pase. —Ordené y él solo asintió.

Minutos después ví una figura alta la cual caminaba con gran seguridad de si mismo mientras cruzaba la puerta de mi oficina.

—Hola Min.

—Hola Park o ¿debería decir Kim? —Pregunté con un tono burlón y al mismo tiempo curioso a lo que él solo rodeó los ojos.

—Cállate, idiota.

—Me ofendes. —Puse mi mano en mi pecho exagerando.

—Vamos Min, ya no eres un niño como antes ¿o sí?

—Sabes que no. ¿A qué vienes?

—Mm... a visitarte. Escuche que ibas a quebrar por cierta empresa que es tu competencia, tan débil te has vuelto. Me decepcionas.

Aquellas palabras —Me descepcionas fueron las palabras que derramaron el vaso.

—Tú no tienes derecho a juzgarme. —Dije levantando un poco la voz y me levanté de mi asiento, lo rodee y me posicioné enfrente de mi escritorio y al mismo tiempo enfrente de mi oponente.

«Y pensar que hace tiempo, éramos los mejores amigos ¿recuerdas?»

—Seguro... esfuérzate Min. —Se burló en mi cara. Una cosa más y será el fin, mi paciencia se agotaba.

—Claro, digo lo mismo.

«Idiota.»

Aquel bicho molesto salió de mi oficina minutos después hasta entonces volví a mi asiento y descanse. Esto era increíblemente fastidioso. Ahora tengo que inventar algo, algún plan para crecer.

Park Jimin.

—Me alegra que estés bien hijo. —Me dijo mamá cuando entré a la casa en un gran abrazo y ella al borde de las lágrimas. —Estaba muy preocupada por ti.

—Lo siento, no quería hacerte preocupar.

—Lo bueno es que ya estás aquí en casa y estás sano. —Yo solo asentí.

—Iré a mi habitación.

Fui a mi habitación y me tiré en mi cama cerrando mis ojos. Un recuerdo vago vino a mi mente.

Flashback.

¡Corre Jimin! ¡Ya casi llegamos! —Una voz masculina, un poco grave pero al mismo tiempo aguda ya que era de un niño de unos ¿nueve años? Gritó

—¡Ya casi te alcanzo! —Grité. Miré cómo me esforzaba por alcanzar a aquel niño pequeño de cabello negro.

Mientras íbamos corriendo, a lo lejos se veía una colina en la cual había un árbol. Mi árbol favorito. No lo recordaba del todo, no recordaba haber vivido eso y mucho menos sabía que tenía un árbol favorito pero por una extraña razón, desde ese momento yo sabía que era así, que ése árbol era mi favorito.

Alcance al otro niño antes de llegar a aquella colina y éste se detuvo, hasta ese momento no había visto su rostro y seguía sin verlo lo único que podía pensar era que la voz ya la he escuchado antes, en alguien.

Él tomó mi mano y subimos aquella colina juntos pero no íbamos corriendo, los dos sonábamos agitados.

Cuando nuestras vidas chocaron [MYG×PJM].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora