[34- Need For Speed]

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Después de desempacar todo, la vida comenzó a asentarse. Carlisle trabajo en el hospital local la mayoría de las noches de la semana. Sus colegas tomaron un gusto inmediato hacia el. Como no pudieron hacerlo, era un cirujano brillante que probablemente podría trabajar en cualquier hospital del mundo y ganar diez veces el salario que recibe aquí.

Mi relación con Edward progreso. Después de escuchar mis intentos patéticos de enseñarme alemán, se ofreció a ayudarme. Aprender un idioma había sido algo que quería hacer, pero era difícil hacer malabares con la escuela y el deporte. Ahora parecía el momento perfecto para empezar. Con mi memoria fotográfica y su tutora, aprendí idiomas rápidamente. Después de dominar el Alemán, pasamos a otros 22 idiomas europeos. Realmente se sintió como un hermano.

A principios de septiembre, un par de meses después de que nos mudáramos, Emmett, Carlisle y Edward decidieron grabar mi velocidad. La mayor parte de la sangre humana estaba fuera de mi cuerpo y mis ojos se habían vuelto lentamente dorados, como el resto de mi familia. Habían establecido una pista de carreras que se abría paso por el bosque. A intervalos regulares, había cámaras de seguimiento sofisticadas, monitoreando mi velocidad y mi aceleración. No tenia ninguna duda de que probablemente costaran miles de dolares, pero eso no era un problema.

Mi velocidad máxima estaba aumentando continuamente. Carlisle planteo la hipótesis de que un vampiro podía correr aproximadamente 100 millas por hora, pero yo corría mas de 150. Si corría desde San Francisco hacia la ciudad de Nueva York, el viaje de 3167 millas tomaría menos de 24 horas. Me encanto mi don. Claro, puede que no sea muy útil como la capacidad de Edward para leer mentes, pero la sensación del aire que gira contra mi cara mientras mis piernas se movían en un borrón era indescriptible. 

Una noche, estaba leyendo sola en el patio trasero, rodeada de hileras de lavanda perfumada. Intente leer mas, tomando un descanso de las pantallas. Ademas, la biblioteca de Carlisle estaba bien surtida. Siempre pude encontrar una lectura interesante. Aquí era tranquilo, el suave balance de la silla colgante en la brisa de la medianoche, manchas de pequeñas estrellas contra el manto de la oscuridad, iluminando el cielo. Vine aquí a menudo, algo acerca de mirar las estrellas era tranquilizador, dándome cuenta de lo pequeña que soy en comparación con el universo infinitamente en expansión. 

Entre los ruidos débiles de los animales en la distancia, escuche un par de pasos. Sabia que era Alice, el sonido de sus tacones haciendo clic en las escaleras de roca, cada vez mas fuerte a medida que se acercaba a mi.

-¿Puedo unirme a ti?- pregunto, su voz de campana rompiendo el silencio. Asentí, me moví hacia un lado y cerré mi libro.

-¿Esta todo bien?- cuestione.

-Quería preguntarte algo- hizo una pausa, notando la expresión sospechosa en mi cara, y luego continuo- ¿Quieres ir a algún lugar?

-¿Que quieres decir?

-Viajar a algún lugar. Realmente no hemos pasado tiempo de calidad juntas. Solo nosotras hermana.

Viajar con Alice seria divertido. Y ademas de viajar a competiciones en otros estados, nunca había estado en unas vacaciones reales.

-Claro, suena genial.

Alice chillo.

-¡Vamos a prepararnos!- antes de que tuviera la oportunidad de objetar, ella agarro mi mano y básicamente me arrastro a velocidad vampiro de regreso a casa. 

En la mesa de comedor, hizo clic para confirmar en los boletos de la pagina web abierta y cerro la computadora portátil.

-Espera ¡¿que?! ¿Como has decidido ya a donde vamos?- dije con incredulidad. Jasper se rió en la sala de estar, sabia lo persistente que era Alice.

-Sabia que dirías que si. ¡Y nos vamos a Londres por 2 semanas!- no pude evitar sonreír. Siempre había sido mi sueño ir, pero entre mi rigurosa competencia y mis horarios de entrenamiento, nunca pudimos hacer el tiempo. Alice, por supuesto, ya había elaborado el itinerario, que ella insistió que seria una sorpresa.

Nuestro vuelo salia a las 6 de la mañana, así que tenia mucho tiempo para empacar. Emmett me ayudo a revisar el armario en busca de ropa adecuada, la mayoría de la ropa que había comprado Alice era horrible. Con mi escondite secreto de ropa y las piezas mas básicas de mi guardarropa, apenas había juntado suficientes trajes para el viaje.

Pase mis ultimas horas en casa recostada en la cama en los brazos de Emmett, absorbiendo todo el tiempo posible con el antes de que tuviera que irme.

-En serio, voy a extrañarte, El- dijo, su voz en un susurro. Mire las hermosas lineas de su rostro perfecto, su cuerpo largo e impecable, cada angulo y cada plano de el. Nuestros labios se encontraron, pude probar su aroma puro y vivido en mi lengua y sentir la increíble sedosidad de su piel de mármol, bajo mis sensible yemas de los dedos. Un zumbido interrumpió nuestro momento.

-Alice- frunció el ceño.

-Emmett, la necesito. ¡Ahora! No quieres que perdamos nuestro vuelo ¿verdad?.

-Eso no es mala idea- murmuro.

Me retire a regañadientes. Mis manos se detuvieron en las de Emmett, sus ojos ocres rogándome que me quedara. No pensé que seria tan difícil.

-No te diviertas mucho sin mi- se quejo, saludando suavemente antes de que yo tomara mi maleta y la subiera. Alice estaba esperando junto a la puerta, con los pasaportes en la mano.

-¿Lista?- pregunto ella, radiante.

Asentí.

-¡Lista!.

Créditos a EmmettC

Renewal [Emmett Cullen] (1) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora