Extra 1

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Punto de vista de Emmett.

La campana sonó anunciando la primera clase del día. Cómo de costumbre, fui el primero en entrar, agarrando mi usual asiento en la parte de atrás. Me acomodé en mi silla y dejé mis libros, no vería nada que no supiera ya. Yo era el único estudiante que tenía una mesa para él solo. Los humanos no eran lo suficientemente inteligentes como para saber que me temían, pero sus instintos de supervivencia eran suficientes para mantenerlos alejados. La habitación de lleno lentamente mientras entraban con lentitud.

Al igual que ayer, hoy sería un día aburrido. Edward y yo bromeamos que la escuela secundaria era como un purgatorio. El tedio no era algo a lo que me terminara de acostumbrar. Todos los días parecían igual de monótonos que el anterior. Cuando me convertí en vampiro, mis nuevas habilidades me cautivaron; todos sueñan con tener súper velocidad, fuerza y sentidos mejorados. Pero lo que no anticipe fue la escuela secundaria, especialmente los estudiantes. Dejé la escuela secundaria en mi vida humana así que tal vez el universo estaba tratando de castigarme obligándome a repetir está etapa una y otra vez. Aunque no fui obligado. Carlisle nunca nos obligaba a nada, nosotros lo hacíamos por el bien de resguardar nuestra identidad.

De todos modos, estaba ansioso por qué terminase el día. Anoche Jasper me ganó en un combate de lucha libre. Me llevaría toda mi paciencia limitada llegar al final del día para organizar una revancha.

De repente, alguien llamó mi atención.

Lo primero que note fueron sus ojos, eran de color avellana, sus pupilas forradas con un borde verde. Su cabello largo y grueso era de un cálido color rubio iluminado por el sol, enmarcando su rostro en forma de corazón. Cuando noté que estaba en silla de ruedas, inmediatamente sentí remordimiento, algo que no experimentaba con frecuencia.

Pude ver claramente que le era incómodo ser el centro de atención. Pude sentir su timidez por la forma en que mantenía sus hombros ligeramente encorvados, como si esperase el rechazo en cualquier momento. Se detuvo en el único escritorio apto para sillas de ruedas en la parte delantera de la habitación.

Durante toda la lección de 60 minutos, la observé. No era como si me estuviese perdiendo algo, era muy poco probable que el Sr.Russo, un hombre de poco intelecto, logrará sacar algo en su análisis de Hamlet que sorprendiera a alguien que ha repetido la escuela secundaria tantas veces como yo.

La lectura no llamó mi atención, pero verla leer lo hizo. Estaba paralizado por todo lo relacionado con ella; la forma en que apretaba la mandíbula cuando la gente la miraba, la firma en que se frotaba la cicatriz en el dorso de su mano.

No tenía idea del porqué de mi fascinación con ella. Cómo vampiros que viven en el mundo humano, nos cruzamos con humanos todo el tiempo pero, ¿por qué hoy era diferente? ¿por qué con ella?. Nadie, ni siquiera un vampiro, había captado mi atención antes. Sentí un fuerte vínculo con ella, quería saber todo sobre ella. Quería protegerla de los comentarios groseros que escuché en su dirección. Dios, sonaba como un completo acosador.

Lamentablemente sonó la campana para el final de la clase. Sus manos jugaron con su cuaderno y cayó al suelo. Esta era mi oportunidad de conocerla. En una fracción de segundo, después de comprobar si alguien estaba prestando atención, lo recuperé para ella.

— Disculpa, dejaste esto — dije, usando la voz más suave que reservaba para no asustar a los humanos. Sus ojos se encontraron con los míos y se abrieron, con suerte sin miedo. Por una vez en mi vida, deseé tener la molesta capacidad de Edward para leer mentes.

— Gracias — dijo suavemente, su voz tranquila y clara.

— Soy Emmett — me presenté. Era lo normal al conocer a alguien.

— Eleanor — respondió ella con las mejillas ligeramente sonrojadas. Eleanor, un nombre antiguo como el mío.

— Nos vemos Eleanor — le dije con una sonrisa antes de salir de la habitación. Quería seguir hablando con ella, pero era mejor no intimidarla el primer día.

Alice fue la primera persona que vi cuando salí al pasillo.

— Tuve una visión — dijo mientras me alejaba de la puerta, con una voz demasiado rápida y baja para los oídos humanos.

— Dime algo nuevo — murmuré.

Ella golpeó mi brazo.

— Se trata de ti. Tu futuro está entrelazado con el de Eleanor.

Mis ojos se abrieron en estado de shock.

— ¿Enserio? — sisee.

Ella sacudió la cabeza con los ojos en blanco y luego volvió a la normalidad.

— No puedo ver nada en concreto, hay muchas posibilidades. Pero estoy segura de que ustedes dos estarán juntos — no dije nada, la sinceridad de sus palabras aferrándose a mí.

— Ve a hablar con Carlisle — aconsejo. No podía caminar tan lentamente cómo debería, así que corrí fuera de la escuela. Si alguien me hubiese estado mirando, podrían haber sospechado que había algo antinatural en mi forma de moverme. Nadie me prestaba atención por suerte, todos los ojos atraídos por la chica nueva que salía del aula.

Me subí al Volvo, sintiendo un desorden de emociones; principalmente fascinado por conocer a Eleanor, pero también, en mi mente predominaba el miedo. Temor por estar cerca de alguien tan frágil. Miedo a mis habilidades y fuerza por destruir algo tan precioso. Necesitaba a Carlisle.

Llegué al hospital en pocos minutos, corriendo por las puertas automáticas hacia su oficina. Afortunadamente estaba solo.

— Carlisle — había escuchado mis pasos y se alarmó tan pronto vio mi rostro. Se puso de pie de un salto, inclinándose hacia adelante sobre el escritorio de nogal perfectamente organizado.

— Emmett, ¿Está todo bien?.

— Una chica comenzó la escuela hoy, Eleanor. Alice nos ve juntos, nuestro futuro está.....entrelazado. ¿Qué pasa si no logro contactarme cerca de ella? — ya ha sucedido antes y en ambas ocasiones no me arrepenti, la eternidad era larga para revolcarme en la culpa. Pero tal vez me arrepentiría con Eleanor. Si lo que Alice vio es cierto, lo más probable, que ambos estaríamos juntos. No podía permitir que mi imprudencia destruyera mi futuro. Me consideraban un joven vampiro, pero mi autocontrol definitivamente no era perfecto.

Carlisle frunció el ceño, reflexionando sobre esto.

— Tu autocontrol ha aumentado enormemente en las últimas décadas.

Rodeó el escritorio y puso su mano sobre mi hombro.

— Tengo fé en que lo lograrás. Tu también deberías creerlo.

Exhale el aliento que contenía con una sensación de alivio. Al escucharlo, sentí que hizo la diferencia.

— Deberías regresar — dijo Carlisle con una sonrisa tranquilizadora. Asentí y regresé a la escuela para comenzar el período justo antes del almuerzo.

Renewal [Emmett Cullen] (1) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora