- ¿Usas lentes de contacto? - pregunté, rompiendo el silencio.
Parecía desconcertado por mi inesperada pregunta.
-No.
-Oh- mascullé- pensé que había algo diferente en tus ojos- Se encogió de hombros, y miró hacia otro lado.
De hecho, estaba segura de que había algo diferente. Recordaba vívidamente el color negro noche de sus ojos: el color era llamativo contra el fondo de su piel pálida y su cabello desordenado. Hoy, sus ojos eran de un color completamente diferente: un extraño ocre, más oscuro que el caramelo, pero con el mismo tono dorado. No entendía cómo podría ser eso, a menos que mintiera por alguna razón sobre los lentes de contacto. Pero para menos, mirarlos me hizo sentir extraordinaria, como si mis huesos se volvieran esponjosos.
Hablamos de todo, sin la distracción de los profesores y otros estudiantes pude conocer su personalidad mucho mejor. Los dedos de Emmett rasguearon el teclado de su laptop tan rápido y por casi 1 hora, casi habíamos terminado el informe.
-Entonces, ¿qué deberíamos hacer ahora? - Preguntó Emmett mientras agregaba los toques finales. Me volví hacia la ventana, había dejado de llover pero el cielo todavía estaba cubierto por una gruesa capa de nubes.
-¿Quieres jugar a atrapar en el camino de entrada? Creo que todavía tengo mis dotes en fútbol. El Dr. Cullen dijo que necesitaba trabajar en la fuerza de mi brazo ... -Sonrió, los hoyuelos en sus mejillas se hicieron más prominentes.
Al principio luché para tirarlo, pero mi memoria muscular lentamente comenzó y mis pases se hicieron más graciles. Emmett lanzó sin esfuerzo espirales perfectos, una tras otro. Con su tamaño y habilidad natural, me sorprendió que no tuviera equipos de la universidad golpeando en su puerta tratando de reclutarlo.
-¿Qué otros deportes te gustan?- Me preguntó mientras me tiraba la pelota.
-He hecho un montón de ellos. Pero básicamente cualquier deporte con una pelota, creo haberlo intentado en algún momento de mi vida.
-¿Qué hay del surf?- Dijo con una sonrisa infantil.
Sonreí.
-Sí, lo intenté. Falle miserablemente. ¡Y ni siquiera empece a bailar! - soltó una risa bulliciosa.
Me mordí el labio, tratando de contener mi risa.
-No te rías. ¡La coreografía fue una pesadilla!
-Cuéntame más sobre tu familia- le dije, tratando de alejarme de la conversación.
-No hay mucho que contar, nos mudamos aquí hace 2 años desde Alaska. Mi madre, Esme quería mudarse a un pueblo pequeño y Carlisle consiguió un trabajo aquí, así que nos quedamos. -sentí que deliberadamente era vago con sus respuestas, estaba segura de que había algo más. Esa fue la misma historia que escuché de Jasmine y el resto de la escuela.
-¿Por qué todos en la escuela parecen evitarlos?- Pregunté, hablando demasiado pronto. Mierda, pensé en cuanto las palabras salieron de mi boca.
Él sonrió.
-Tú no lo hiciste- dijo, mostrando una sonrisa.
-Si no te has dado cuenta, no soy como todos los demás- repliqué, haciendo señas a mi silla de ruedas.
-Lo sé, eres especial- mi corazón tartamudeó mientras mis mejillas se sonrojaban de un rojo brillante.
Miré hacia abajo a mi reloj.
-Mierda, son casi las 2, ¡el juego está por comenzar! -nos retiramos adentro, Emmett en el sofá esperando pacientemente a que comience.
-Lo olvidé, ¿quieres almorzar?- Recordé, casi olvidándome por completo de que ya era hora de comer.
-No, gracias. Estoy en una dieta especial -asentí, preparándome un plato de sopa, sorbiéndolo antes de que comenzara el juego.
Rodé al lado del sofá y puse el freno en mi silla de ruedas. Me arrastré alrededor, tratando de obtener una buena vista.
-¿Quieres sentarte en el sofá?- me preguntó suavemente, notando mi incomodidad. Mi corazón oscilaba, su ritmo alterado por su extraña pregunta.
-Seguro- dije, mi voz inestable. Caminó hacia mi silla y delicadamente me levantó. Podía sentir sus bíceps duros como rocas, y al igual que las rocas, su piel estaba fría, extrañamente fría. Sus ojos se detuvieron en los míos mientras cuidadosamente me sentaba a su lado.
-Ahora podemos disfrutar el juego juntos.
Creditos a EmmettC
ESTÁS LEYENDO
Renewal [Emmett Cullen] (1) ✓
Fanfic[COMPLETA / VERSIÓN ESPAÑOL] Después de un accidente que deja a la estrella deportiva de 18 años Eleanor en una silla de ruedas, sus padres deciden trasladarse a Oakridge, Oregón, para olvidar el trauma que ella sufrió. Eleanor se siente atraída por...