Pasos para superar a un Kun, por Liu Yangyang. [KunYang]

9. Eliminarlo de tu sistema

Lo hizo, sí podía.

Ese día llegó a su casa y se decidió por eliminar, de una vez por toda, la carpeta de fotos de Kun, no guardo ni una copia de seguridad. Borró su número de teléfono y las conversaciones que habían tenido por chat. Rompió los dibujos que alguna vez había hecho del mayor, se deshizo completamente de él... la caja que anteriormente vivía el sótano se mudó a la basura de una vez por toda... sacó de su vista todo aquello que tuviera la marca de Kun, porque era hora de darse un descanso de la presencia de chico, iba a cambiar esa presencia por la de Zeren y se iba a obligar de querer al muchacho de la manera que quería a Kun.

No era bueno, pero su propósito inicial era superar al mayor, no importaba cómo. Ya estaba cansado de seguir en ese círculo vicioso. Aun si se sentía vacío al ver que ya no quedaba nada, era como un consumidor, repitiéndose que iba a dejar su adicción; se había creado una dependencia y ahora se sentía tan mal sin ella.

*

Como los problemas vienen en paquete, Zeren lo buscó en la universidad el día siguiente y Yangyang supo que todo estaba mal cuando vio el enojo en la cara del chico, quien siempre mantenía una sonrisa cuando estaban junto... ahora Yangyang se preguntaba seriamente si había hecho algo mal o simplemente la vida siempre se desquitaba con él.

—Tenemos que hablar. —hablo el chico, sin siquiera saludar. Genial, a Yangyang ya le empezaba el dolor de cabeza.

—Por tu cara y actitud estoy seguro de que pasó o hice algo malo, Zeren. —al ver la actitud del susodicho, no pudo no enojarse. Porque según él, todo estaba bien entre ambos.

—Sabes que hiciste algo malo. —el mayor empezó a andar, buscando mayor privacidad, la gente siempre se metía en lo que no les importaba así que iba a evitar montar un escena

—¿Lo hice? —Preguntó, siguiéndolo— no sabía que había hecho algo malo, he sido un niño muy bueno todo este tiempo.

Zeren no contestó hasta que llegaron a una de las casetas vacías de la universidad. Ahí la bomba explotó y mayor se cruzó de brazos para mirarlo que lo mataba, con el entrecejo fruncido.

—No creas que no sé qué ayer saliste a almorzar con Kun.—soltó, ahí iban los celos.

—¿Cuál es el problema de eso? Hasta donde tengo entendido, no tengo prohibido salir a comer con mis amigos. —se defendió, no iba a dejar que Zeren le dijera con quien salir y con quien no.

—No, pero no se ve muy bien que salgas con un chico el cual se nota de lejos está loco por ti. —repuso, alzando la voz, Yangyang blanqueó los ojos, ahí iba de nuevo—y tú también tienes sentimientos, , porque no creas que no he notado como lo miras y lo tratas, que es completamente diferente a como eres conmigo, ¡con quien llevas saliendo más de tres meses! ¿Dónde quedo yo? ¿Pintado?

—No entiendo de qué estás hablando. Ya te lo dije, soy solo un hermano para él y no lo trato diferente, así trato a mi amigos. —insistió.

—En los tres meses que llevamos saliendo, tratas a tus amigos como me tratas a mí y a Kun como si fuera la octava maravilla del mundo. —el chico se fue acercando molesto.—Yangyang, ¿yo qué soy? ¿Un juguete que tienes para ver si superas a Kun? ¿Sientes al menos algo por mí o solo soy lo que queda?

Yangyang quedó blanco, sin saber qué decir... porque la culpa recaía en él. Quería olvidar a Kun y Zeren era una opción, no era bueno tener a una persona como "opción" y utilizarla. Pero de verdad sentía una gran amistad con Zeren... No sabía que decir, no podía hablar.

Zeren, al ver que el chico no contestaba nada se enojó aún más, perdiendo por completo la paciencia.

—¡Habla! —gritó, alertando al menos, quien reaccionó, asustándose.

—No eres un juguete, me gusta estar contigo, me divierto y es fácil hablar contigo. Eres un gran chico y un buen amigo... Sí, eso es lo que siento—confesó—no puedo verte como mi pareja, hasta como un mejor amigo podría, pero no siento que vaya más de eso.

—Eres lo peor, Yangyang. —atacó Zeren— entendí cuando me hablaste de Kun y que lo estabas superando, te di tu tiempo... pero no es justo que acá sea yo el único que está enamorado. —Yangyang ahora se sentía que el mundo se venía abajo, pero antes de responder, Zeren lo calló— No te vuelvas a acercar a mí, Yangyang. No quiero terminar odiándote por esto —bramó. —dejemos las cosas así, terminemos con esto... aunque no estoy seguro si para ti alguna vez empezamos algo.

Entonces se alejó y Yangyan no pensó en seguirlo, ambos habían sido sinceros después de todo... supuso que ese era el rumbo que debían tomar las cosas.

Se sentó en el piso, abrazando sus rodillas y apoyando su cabeza en estas, tenía unas inmensas ganas de llorar, por alguna razón, dolía que las cosas no salieran como él esperaba, le frustraba.

¿Qué había estado haciendo consigo?

Faltó a su clase de ese día, no se sentía con las ganas de existir. Cuando llegó a su casa, entró dando un portazo, se suponía que su hermano no estaría ese día.

Pero en serio, los problemas venían en paquete, y para su desgracia, Kun iba saliendo de la habitación de su hermano junto a Sicheng. Lo que le faltaba. La persona que menos quería ver estaba allí. Al escuchar el estruendo de la puerta, su hermano estaba listo para regañarlo. Pero que mejor se evitaran eso porque iba a explotar-

—Cuidado tumbas la puerta, Yangyang. —dijo.

Este iba a hacer caso omiso, pero no, no se iba a quedar callado.

—¿Cuál es tu problema? ¡¿qué hace él aquí?! —gritó, señalando a Kun. El susodicho abrió los ojos ante la sorpresiva pregunta del otro.

—Es mi amigo, puede venir si quiere. —respondió Sicheng, manteniendo la calma.—y se quedará acá, debo ir a buscar a Yuta, y no te voy a dejar solo con ese humor que cargas, así que Yangyang, espero que no seas grosero con él.

—Haz lo que quieras, me voy a mí a habitación. —respondió, antes de subir corriendo y dar otro portazo, desquitando su rabia con la puerta.

SiCheng se iba a volver loco a ese paso, pero era el resultado de meterse en las vacas locas de su amigo y hermano.
—Tú ve a hablar con él, porque estoy seguro que eres la causa de que ahora viva amargado. —le ordenó al mayor, el cual negó.

—No creo que sea correcto.

—¿Después de nuestra charla de dos horas no aprendiste nada? No me digas que gasté mi voz para que no vayas a ayudarte —Sicheng lo miró decepcionado.—Hazlo por él y por ti, estoy seguro que las cosas mejorarán si son sinceros... bueno, si tú eres sincero.

Kun se quedó en silencio, no era tan fácil.
—Hazlo, espero que cuando vuelva estén felices dándose besitos o qué sé yo. —agregó SiCheng, viendo como el mayor se sonrojada y los nervios aparecían en él—me voy, si no vuelvo hoy es porque Yuta me secuestró.

Lo vio marcharse, y conociendo a Sicheng, no volvería ese día. 

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No les importa, pero ya casi termino el semestre y no saben lo mucho que estoy anhelando ese momento. :D