—Básicamente eso —se dejó caer en el sofá apoyando su cabeza en el regazo de Zayn.
—Déjame ver si entendí —Liam se aclaró la garganta luego de oír los problemas amorosos de Zed con Ashton—. ¿Le hiciste una mamada al chico pero no te atreves a invitarlo a salir? —preguntó confundido.
—Digamos que sí —se tapó el rostro con ambas manos.
—Quizá Liam podría ayudarte con eso —Zayn sonrió mirando al castaño a su lado—. El día que le confesé que me gustaba ya me estaba besando y empujándome contra los casilleros de la escuela —sonrió recordando aquel momento.
—Aw, ¿aún lo recuerdas? —juntó sus labios en un beso y después se separó de él para continuar jugando al Mortal Kombat.
—Obvio que sí, no podría olvidarlo, sabes, ese día quedé impactado —miró a Zed—. Creo que si él no te sabe valorar, Zed, deberías olvidarlo, ya sabes, te mereces a alguien bueno, no digo que Ashton no lo sea, pero alguien que pueda ofrecerte lo mismo que tú tienes para dar.
—Y vamos a ayudarte, Zed —dijo Liam al terminar la partida y mirando al rubio.
—¿Por qué? —se sentó nuevamente y alzó una ceja confundido.
—Porque si no fuera por ti nosotros no estaríamos casados ahora, duh —Liam habló enseñándole el anillo en su dedo—. Tú me empujaste a hacer lo que debía y gracias a eso me animé a mejorar las cosas con Zayn —se encogió de hombros—. Si no fuera por eso quién sabe, quizá todavía no estaríamos casados —se acercó a Zayn y rozó sus narices con ternura.
—Me dan ganas de vomitar, por favor, ya paren, demasiada dulzura para mí —fingió vomitar y Liam y Zayn sonrieron.
—Bien, Liam, para —Zayn se alejó un poco de él y le sonrió.
—Oh, Zayn, necesito un favor —sonrió inocente.
—¿Qué necesitas? —preguntó mientras se acomodaba con su espalda en el pecho de Liam.
—Bueno, mi padre quiere verme mañana, quería saber si podías acompañarme, ya sabes, no quiero ir solo, no me gusta estar con él a solas, entro en pánico —hizo un puchero mientras lo miraba.
—No puedo —rascó su nuca algo nervioso—. Bueno, la cosa es que en una hora debemos emprender un viaje —miró a Liam.
—Dios, Zayn, no des rodeos —Liam le tapó la boca con su mano—. Nos vamos de luna de miel —llevó su mano al estómago de Zayn y comenzó a acariciar ahí con suavidad.
—Demonios —se quejó—. Bueno, supongo que debo hacer algunas llamadas y ver quién puede.
—Dbajdjsksia —Liam y Zed miraron a Zayn al oír aquello y el moreno frunció el ceño dando a entender que no podía hablar porque tenía la mano de su esposo en la boca.
—Ups, lo siento —Liam sonrió y quitó su mano.
—Podrías aprovechar la situación e invitar a Ashton —le guiñó un ojo coqueto.
—No creo que quiera, ya sabes, creerá que después de chuparle el pene me creé una estúpida película en la que somos novios y quiero formalizar con mi padre —suspiró.
—¡¿Puedes dejar de ser tan paranoico?! Me desesperas —se quejó el castaño mirándolo mal—. Vas a tomar ese celular, vas a marcar el número de Ashton y vas a preguntarle si te puede y quiere acompañar a cenar con tu padre ahora mismo —señaló el bolsillo de Zed en el que se encontraba su celular.
—¿Por qué lo haría? —preguntó sacando su celular del bolsillo.
—Porque lo quieres y porque si no lo haces iré yo mismo a ver a tu padre —amenazó.