—Bueno, mira, yo... fui un idiota —dijo mientras tragaba saliva—. Sé que el otro día fue muy infantil el solo irme y dejarte ahí, sin siquiera responder o decir algo al respecto, pero simplemente no sabía qué decir, estaba nervioso, no sé, era muy repentino que me dijeras algo así después de tanto tiempo y todo lo que pasó entre ambos —jugó con sus manos nervioso mientras sentía la mirada de Ashton sobre él.
—Y yo no quería presionarte, lo siento si en algún momento te di esa impresión, Zed —sintió la grande mano del castaño sobre las suyas—. Por eso te dejé ir, en ningún momento quise causarte incomodidad o algo por el estilo, la verdad nunca fue mi intención.
—No, no fue tu culpa, solo fue mía, soy muy inseguro sabes —suspiró—. Y debo ser sincero contigo, Ashton, aún no puedo olvidar las escenas de aquella noche, aún me duele mirarte y recordar lo que sucedió, recordar oír a aquella chica gemir a escasos metros de donde yo me encontraba, me duele, duele como si fuera reciente aunque fue hace mucho tiempo, aún duele, porque me cuesta asimilarlo todavía.
—Lo entiendo, Zed, te entiendo perfectamente, fui el idiota más grande del mundo, soy consciente de ello y quiero que sepas que estoy sumamente arrepentido por todo el daño que te causé en el pasado, aún no me puedo explicar bien por qué hice determinadas cosas, pero sé que estuvieron mal, muy mal —suspiró—. Pero te amo, me ha costado asimilarlo de nuevo y aceptarlo, porque pensé que aún me odiaba de alguna forma o pensé que no querrías estar conmigo de nuevo o intentar algo, después de lo que te hice, de todo el daño que te causé, ¿cómo querrías? Pero no pude evitarlo, tenía que decírtelo, tenía que hacértelo saber.
—Lo sé —levantó la mirada de sus manos y la clavó sobre los celestes ojos del castaño que tenía a su lado—. Y estoy agradecido por ello, si no lo hubieras hecho tú, yo nunca me hubiera atrevido a hacerlo, quizá no estaríamos teniendo esta conversación ahora mismo —se encogió de hombros mientras se mordía el labio inferior pensando en qué era lo próximo que iba a decirle con respecto a todo lo que pasaba por su mente, eran demasiadas cosas como para poder ponerlas a todas en palabras, iba a ser difícil así que solo cerró sus ojos, inhaló y exhaló profundamente y decidió seguir el consejo de Zayn, no lo pensó tanto y se dejó llevar por el momento y sus sentimientos, esos que tanto tiempo había estado reprimiendo y ya no aguantaba más así que solo lo dejó salir de su boca—. Voy a hablarte con sinceridad, ¿de acuerdo?
—Es lo que más espero que hagas en este preciso momento —sonrió mientras lo miraba a los ojos.
—Voy a abrirme a ti, voy a darte acceso a mi mente y espero que después de eso las cosas puedan continuar como ahora o mejor, ?de acuerdo? —preguntó y lo vio asentir con la cabeza—. Tengo miedo, debo admitirlo, es la primera vez que voy a abrirme con alguien y ser completamente sincero con respecto a mis sentimientos y las cosas que pasan por mi cabeza, espero que después de esto no me mires extraño o algo así, es lo que siento y la forma que encuentro de expresarlo.
—Hey, sabes que amo tu extraña forma rebuscada para hablar —le sonrió y acarició su mejilla con suavidad y lentitud en su tacto—. No podría mirarte raro por ser tú, es lo que más amo de ti, Zed, tu personalidad.
—Bien —sonrió sintiendo sus mejillas enrojecer salvajemente—. La cosa es así, me ha costado asimilarlo, me ha costado comprenderlo y hacerme consciente de ello. Pero nunca he dejado de amarte. En todo este tiempo creí que podría olvidarte, creí que podría conocer a otras personas y dejar de pensarte, dejar de pensar en tus ojos, tu mirada y tu tacto —tragó saliva—. Pero no he podido alejar tu recuerdo de mi memoria, por más que lo intenté he hice todo a mi alcance, tú seguías ahí, atormentando a mi mente con tu presencia que no se alejaba en ningún momento. Después de aceptar que ya no iba a conseguir alejarte de mis pensamientos, decidí hacer algo al respecto y busqué ayuda, porque te amo, porque soy consciente de ello y porque sé que quiero algo más que esto que tenemos ahora, que esta amistad. Amaría ser capaz de apreciar cada facción de tu rostro en cada día de mi vida que fuera posible, poder memorizar hasta el más mínimo detalle de tu cara, poder tatuar en mi memoria cada gesto, cada mirada, cada mueca que tú produzcas, poder observarte y admirarte con amor, poder ver hasta lo más mínimo de ti que quizá ahora mirando por encima no podría notar. Me gustaría despertar cada mañana a tu lado y sentir tu presencia junto a mí, me gustaría poder sentir tu dulce y agradable olor, la colonia que sueles usar cada día, me gustaría poder hablarte de lo mucho que te amo, aprecio y cada cosa que me produces con una simple mirada, con tu simple presencia. Sería capaz de pasar una vida admirándote o diciéndote lo enamorado que me encuentro de ti y de cada cosa que veo en ti que probablemente tú no conoces o no sabes. La verdad es que estoy enamorado de ti, Ashton, he caído hace muchísimo tiempo y no creo poder dejar de estarlo o dejar de sentirme así, lo que siento es demasiado fuerte como para pasarlo por alto o evitarlo. Te amo, Ashton, me tienes así desde la primera vez que descubrí lo que era el amor, porque así fue, tú me enseñaste qué era y me hiciste darle un significado a la palabra, me hiciste entenderlo e incluso querer sentirlo. Si no es muy tarde y si no lo he arruinado lo suficiente, me gustaría intentar algo contigo, quizá ser algo más que amigos y poder experimentar lo que es una relación juntos.
—Zed —el castaño sonrió y tomó sus manos entre las suyas—. Eres tan lindo como cuando te vi por primera vez, para ser sincero, me sentí atraído en el primer instante, me costó aceptarlo ya que nunca me había sucedido algo similar con un chico y tenía miedo, no era común para mí, me parecía extraño e incluso creía que estaba mal —suspiró—. Pero desde el primer momento has sido tú.
Flashback.
—Bueno, Zed, él es Ashton, un compañero de mi clase —presentó el moreno con una sonrisa mirando al rubio y al castaño—. Ashton, él es Zed, mi mejor amigo.
—Hola —saludó el castaño con una sonrisa tirando de su rostro.
Aunque no lo demostrara, estaba embobado mirando los ojos del rubio que se encontraba frente a él con una sonrisa de lado. El chico era demasiado lindo, más de lo que él quisiera y pudiera admitir, era la primera vez que se fijaba en un chico como para llegar al punto de considerarlo lindo. Nunca antes le había pasado algo similar.
—Hola, un gusto, Ashton —dijo con su grave voz moviendo algo dentro de él, algo que le hizo dar escalofríos por el simple hecho de haber oído su voz.
Debía controlarse, no podía continuar así. Pero debía admitirlo, Zed era un chico demasiado lindo, quizá el único chico lindo que había visto en toda su vida.
Fin del flashback.
—Desde el primer momento supe que iba a caer fuerte por ti, me bastó una mirada —sonrió mirándolo a los ojos—. Continúas teniendo en mi ese efecto que tuviste aquella vez, ese momento en el que me hiciste dudar de todo lo que sabía sobre mí, o bueno, lo que creía saber sobre mí. Me hiciste ver las cosas de otro modo, me hiciste mirarte con otros ojos y hacerme consciente de que ser heterosexual siendo tu amigo no sería para nada fácil, no para mí —se mordió el labio inferior mientras reprimía una sonrisa—. Pero te amo, te amo demasiado. Puedo asegurar que esta vez lo digo desde lo más profundo de mi corazón, lo digo sintiéndolo en cada parte de mi ser —se acercó a él acariciando su mejilla con suavidad y sonriéndole—. Te amo, Zed, te amo más de lo que creí, te amo más de lo que soy consciente y de lo que puedo expresar en palabras —besó la punta de su nariz mientras le sonreía—. Y sí, Zed, me gustaría tener contigo algo más que una simple amistad, me gustaría intentar y experimentar lo que es tener una verdadera relación, una seria, mi primera relación con un hombre, pero no podría ser con nadie más que tú.
—Dios, te amo —tomó su rostro entre sus manos y lo besó sintiendo las manos de Ashton en su cintura acariciándolo con suavidad.
—Zedekiah Blake, ¿te gustaría ser mi novio? Bueno, si estás dispuesto a soportar a este chico —sonrió susurrando entre besos.
—Estoy dispuesto a soportar estar a tu lado toda una vida, mi amor por ti es tan fuerte que podría resistir a cualquier cosa —sonrió mirándolo a los ojos.
—¿Eso es un sí? —preguntó besándolo cortamente.
—Claro que sí, Ashton, quiero ser tu novio.