Pʀᴇғᴀᴄɪᴏ

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Thor, si lo matas o lo dañas de alguna forma, juro por nuestra madre que no la contarás.

Thor sintió la furia creciendo en su interior cuando escuchó aquel gruñido de amenaza. Un brote de truenos esparciéndose por el cielo fue prueba de ello. Y cuando caminó directo hacia Tony, quien todavía dormía, supo que ya no respondía por sí mismo.

Al lado del genio fue a parar Loki, quien adolorido, intentaba levantarse a duras penas; sus intenciones de persuadir a Thor para proteger a Tony lo empujaban, aun sabiendo que manipularlo ya no serviría. O al menos sus palabras ya no surtían el mismo efecto.

Como resultado, sólo una posibilidad restaba. Se sintió arder en rabia antes de tomar el suficiente coraje, pues todavía tenía que llevar a cabo su plan... Sí, como último instrumento, tomó a Thor en un beso. Viéndolo llegar hasta ese punto, obsesionado, para Loki parecía ser esa la única forma en que lograría desequilibrar a su enemigo.

De hecho, Thor respondió de inmediato ante ese gesto. Aquellos animosos brazos envolvieron a Loki con ímpetu y esos fibrosos músculos cubiertos de electricidad le provocaron una grotesca quemadura en la espalda.

Cuan enceguecido estaba su hermano.

Una lucha de lenguas tuvo lugar, la cual alcanzó un punto tan extraño, que el dios de las mentiras no pudo hacer más que sentirse asqueado. No lograba soportar la sensación, en aquel momento terminó por empujar el cuerpo del contario hacia el suelo.

Claro que la fuerte energía que había recibido había tenido mucho que ver con haberle impedido continuar con el gesto; su piel había quedado frita. El calor de esos rayos había sido simplemente extremo. Loki terminó bastante mal; su cuerpo herido temblaba como si tuviese tics nerviosos y a penas consiguió ignorar el dolor, antes de poder emplear su voz de la forma más fría y monótona para decir:

Te odio, Thor.

Ya que esto era casi inaudito; luego de haber muerto luchando junto a Thor y Jane Foster en aquel encuentro contra los elfos oscuros, y haber estado en el mismísimo Averno una vez, esto era lo más cercano que había experimentado al fin, su fin. La ira de su hermano, logró hacerle temer por su vida; sintiéndose peor al notar que su cuerpo ya no le respondía igual.

No obstante, debía proteger a Tony. Esos celos sin remedio debían parar, Thor había perdido el control hacía ya mucho tiempo. Y lo que él necesitaba era solo un poco de paz para continuar su nueva vida en Midgard; una vida hogareña con la que logró sentirse cómodo, una vida con Stark.

 Y lo que él necesitaba era solo un poco de paz para continuar su nueva vida en Midgard; una vida hogareña con la que logró sentirse cómodo, una vida con Stark

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Vestigios de Alma » IronfrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora