Cap.18 Nueva vida

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Miami, Estados Unidos.  

—¿Qué haces?

Tiernamente abrió sus brazos dándole espacio para recostarse sobre su pecho, con una sonrisa, se fijó en la pantalla del móvil.

—Viendo unos estados en whatsapp, nada relevante —Respondió Samuel, bostezó.

—Lana ha publicado uno—Comentó el contrario dándole un toque a la pantalla, de inmediato, saltó la foto de un bebé—. ¡Joder! ¡Que ese niño se parece a ti un huevo! ¿Seguro que el "embarazo" de Guillermo era falso?

—Al parecer no lo era... ¿Qué debería hacer, Drew?

—¿Le has dado dinero?

—Sí, ayer le envié.

—¡Entonces ya todo está hecho!

Antes de poder decir algo más, los labios de aquel lo callaron inmediatamente. 

Y suavemente, el móvil cayó a la alfombra y sus manos traviesamente se pasearon por sus caderas.


Madrid, España.

Irritado, el pequeño se retorcía con incomodidad entre los brazos de Luzu, quién ya comenzaba a desesperarse un poco por su imparable llanto. 

—¡Lana! —Llamó a su novia un poco estresado—. ¿Está listo el biberón?

—Coming! —Respondió aquella aproximándose con rapidez mientras sacudía el biberón; Al encontrarse con el bebé aún llorando a toda voz, suspiró decepcionada—. Esta es la última idea que me queda, si no funciona, entonces estamos...

—¿Jodidos?

—Sí... 

Adversamente de lo que esperaban, el pequeño no paró de llorar, impidiéndole poder alimentarlo. 

—Samuel... —Se quejó la chicha—. Cariño, por favor. 

—Venga ya, me rindo. 

Ambos se miraron entre sí, preocupados de que el infante estuviera enfermo o tuviera algún tipo de dolor que desconocían. 

Y tan aleatorio y rápido como un "pop!", a Lana una idea le iluminó los problemas; Sonrió ampliamente y con delicadeza le quitó el pequeño a Luzu y rápidamente fue en busca de Guillermo. 

Quizás eran precipitadas sus ideas, o tal vez era una realidad tan tierna como los arreboles del cielo cuando atardece; Pero nada perdía con intentar comprobar si su corazonada era real. 

—¿Guillermo? —Llamó suavemente cruzando por la puerta con el bebé en brazos, este volteó a verla aún con el móvil entre la oreja y el hombro—. Luzu está en el baño, ¿Puedes sostener a Samuel mientras traigo su biberón?

—Rápido, rápido- ¿Qué? No, no era con usted, que estoy atendiendo al bebé. 

Aquella se fue rápidamente de la habitación, no solo para traer el biberón, si no para traer también a su novio. 

—Lana, ¿Qué pasa? —Preguntó Luzu con preocupación—. ¿Lana?

—¡Sh! —Dijo la susodicha agitando un poco más el biberón—. Ya verás lo que te he dicho. 

Fuera de la puerta, no había sonido alguno. Lo cual era sumamente sorprendente, ya que era un infante llorando a toda voz. 

—Guille —Anunció Lana entrando en voz baja.  

Error (Wigetta) {M-Preg} | Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora