Error (Wigetta) {M-Preg} | Primera Parte

Cap.8 "Preocupación"

Contenido +18.

—¡Ah~! daddy, necesito... necesito hacerlo, daddy. No resisto más... yo... a-ah...

Sus ojos se abrieron de golpe mientras se sentaba en la cama; Llevó ambas manos hacia su rostro, sintiendo el frío recorrerlo indicándole que estaba sudado. 

—¿Samuel?

Al escuchar aquella adormilada voz, volteó a verlo con preocupación de haber hablado dormido y por ende, haberse echado de cabeza con sus sueños.

—¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla? —Preguntó adormilado encendiendo la lámpara sobre la mesa de noche que estaba su lado.  

 —N-Sí. —Asintió— No es nada, puedes volver a dormir. 

Quitándose las sábanas de encima, se levantó de la cama y caminó directamente hacia el baño. El agua fría logró refrescar su rostro, pero no el compañero en sus pantalones.    

—¿Qué soñaste?  

Algo avergonzado de darle el frente con ese problema, lo miró en el reflejo del espejo. 

—Que moría. —Mintió lavándose la cara, solamente para distraer su mirada. 

—Samuel.—Volteó ante el llamado— Tienes un pequeño problema con tu... —Rió pícaramente recostándose del marco de la puerta, esperando por algún chiste sexual.

—Ya se me pasará. —Cerró el grifo mientras soltaba un pesado bostezo, puede que aquel sueño lo exaltara, pero realmente seguía cansado.

—¿Quieres ayuda con eso? 

La pregunta hasta le ofendía, pero nuevamente, no estaba de humor para eso.

—Si pudieras traerme una botella de agua fría, estaría genial. —Volteó a verlo con algo de seriedad— Y sí, he captado la indirecta. Solamente que no estoy de humor. 

Apartándolo del camino, volvió a la habitación y se sentó en el borde de la cama contemplando la vista de aquella playa que tenían fuera. 

—¿Pasa algo contigo? —Preguntó Guillermo colocando su mano sobre su hombro, llamando su atención.

—No, estoy bien. —Respondió mirándolo con indiferencia, obviamente no lo estaba. 

Antes de poder decir otra cosa, los labios de aquel estaban sobre los suyos, invadiendo su espacio sin previo aviso. Lentamente, Guillermo se fue sentando en su regazo, haciendo que de manera claramente sugerente.

—¿Qué pretendes? —Preguntó entrelazando sus manos junto con las de él, aceptando otro beso a manera de respuesta.

—Desde que llegamos, te la has pasado metido con la gente del partner. ¿Para cuando tendremos un momento juntos, tío? —Le devolvió la pregunta dejando caer su cabeza sobre el espacio de su cuello y hombro, repartiendo pequeños besos por toda la superficie. 

—No es cierto, si he estado contigo.  —Sus traviesas manos se posaron en sus caderas, acariciando muy cerca de su vientre, haciéndolo estremecerse ante su tacto. 

—Ahí está tu negación. —Dijo el menor haciendo alusión a su reacción.

—¿Me extrañaste? —Preguntó juguetón mientras sus dedos se deslizaban lenta y delicadamente por esa tersa piel lo había embriagado con su suave aroma a colonia dulce. 

—Demasiado.  

De nuevo sus labios invadieron su espacio, evitándole poder decir alguna otra palabra para que la tediosa charla sucia se volviera más acción que puro palabrerío "caliente".