Reina Pirata Luffy X Boa Hancock(Historia 2)

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Monkey D. Luffy

Por fin estaba con mis Nakamas; era como si todo el dolor que hubiera pasado quedará en el pasado y aquellas heridas por fin hubieran sanado, ahora estábamos aquí todos reunidos como siempre debió ser, estábamos comiendo los bentos que Boa me había enviado.

- Luffy, esta comida es deliciosa- decía Chopper relamiendose el varios- dijo con la boca semillena.

Sanji tenía un aura deprimente rodeandolo, pues no olvidaba que yo   había pasado esos dos años entre hermosas y fuertes mujeres; aunque en realidad desde mi idea, no tenia nada de interesante.

- Por cierto Luffy, ¿cómo es la emperatriz pirata?- preguntó Robin con una de sus típicas sonrisas.

- Mmm pues, es bastante extraña, siempre quería estar cerca de mi y cada que me veía balbuceaba incoherencias- dije sin verle lo malo y soltando una risa.

Mi tripulación se quedó en silencio; Sanji me veía con una mirada algo penetrante; Nami y Robin veían sus bentos casi por terminar.

- ¿Ocurre algo?-  pregunto finalmente.

Mis Nakamas no contestan; o eso fue hasta que Zoro hablo.

- Te miran porque esa mujer está enamorada de ti -

¿Eso era todo?

- Vamos ¿eso es todo? Ya lo sabía, aunque eso de enamorada ¿no es un poco exagerado?- dije riendo.

Y es que para mi, Hancock tan solo tenía un episodio de locura momentánea.

- ¿Porqué dices eso?- me cuestionó Sanji serio.

- Pues, porque dudo que ella éste enamorada de mi, tan solo creo que está algo obsesionada- dije agarrando otro bento.

- ¿Obsesionada? Si fuera obsesión no te hubiera dejado regresar con nosotros, si fuera obsesión te hubiera mantenido encerrado con ella ¿con qué derecho juzgas los sentimientos de una señorita?- dijo con un tono enojado y levantándose pues ya había acabado su comida.

No solamente yo me sorprendí; todos mis Nakamas veían con sorpresa a Sanji, incluso Zoro.

- Venga Sanji, creo que te alteras por nada, esa historia quedó en el pasado- contesté intentando quitar el ambiente tenso.

- ¿ En el pasado? La mujer que está enamorada de ti y la que estoy seguro que te ayudo cuando nosotros no estábamos presentes- me vio serio para luego empezar a caminar.

- Sanji espera- Nami intentó detenerlo, pero no se acerco mucho para evitar que Sanji tuviera una hemorragia.

- lo siento Nami, pero pensé que había elegido como mi capitán a alguien diferente- dijo sin verla y se fue a otro lado del barco.

El silencio gobernó el lugar donde estábamos; las miradas se dirigían hacía mi, para luego vagar por todo el barco, haciendo el ambiente más tenso e incómodo.

- Ya sabes como es el cejas de sushi, siempre se sobresalta con el tema de las mujeres- dijo Zoro tratando de restarle importancia.

Mientras llevaba otro pedazo de comida a la boca, extrañamente comencé a recordar a Hancock, en como me había portado con ella, la vez que le grite que jamás me había ayudado y apesar de todo, ella siguio ahí hasta el final. Admitía que había sido un idiota; pues sin ella no hubiera podido entrar a Impel Down, sin ella hubiera podido encontrarme con Jimbe ni tampoco encontrar aliados, sin ella humitos me hubiera derrotado o incluso matado, sin ella no hubiera conseguido la llave para las esposas de mi hermano, sin ella la Marina me hubiera encontrado cuando estaba herido, sin ella no hubiera podido llegar a Sabody para encontrarme con mis Nakamas, sin ella no hubiera podido disgustar está comida junto a mis amigos.

Sin ella...

Sin ella...

Prácticamente estoy aquí por ella, Sanji tenía razón, si ella hubiera querido me hubiera encerrado para que no me fuera, pero al contrario, estuvo a mi lado para que llegará a salvó con mi tripulación, si sus sentimientos son reales, demostró que el egoísmo había quedado atrás en su vida, demostró que por mí, fue capaz de soportar todo, incluso mis malos tratos; empezaba a pensar que el "gracias" que le dije, no había sido suficiente para demostrarle toda mi gratitud, tampoco le pedi disculpas por mi actitud pasada; había descargado todo mi enojo con ella, ese día en que su calor había sido el único para sentirme seguro, su presencia hizo que poco a poco volviera a "la vida" esos momentos que pasamos en la isla de mujeres.

Si que soy un estúpido

Me levanté con rapidez y me metí en la boca todo lo que me faltaba por comer. Ahora entiendo el enojo de Sanji, todos me miraron sorprendidos, pero ahora no era momento para contarles toda la historia, estabamos de camino hacia la isla Gyojin así que no podía perder más tiempo.

Busque entre mi enorme mochila ese aparato que me regalaron las hermanas de Boa.

- ¿Donde está? Aggg - me desespere un poco y tras largos minutos de lucha por fin lo encontré.

Dando una frase de victoria,observé con cuidado aquel Den den-mushi que tenía como adornos los aretes de Hancock, dando a entender que era uno que conectaba con el de ella. Solté un suspiró y por alguna razón me sentí nervioso, pero no me duro mucho pues apreté el botón y espere; jamás sentí tanta impaciencia como ahora, lo que habían sido segundos los sentí como horas; horas de tortura escuchando el sonido de como llamaba, pero nadie contestaba.

- ¿Bueno?- de pronto, escuche la voz de Hancock.

Mi corazón latio con fuerza y no entendía porque, pues hace no más de un par de horas, la había visto. Negué con la cabeza para poder responderle, pero las palabras no me salían, además de que escuchaba su voz diferente, era como si hubiera estado llorando por un rato.

- Hancock- contesté por fin al escuchar que lanzaba maldiciones.

Hubo un minuto de silencio.

- ¡Luffy! Mi amor- contestó con su típico timbre de voz.

Pero era inútil, sabía muy bien que ahora intentaba ocultarme que había llorado.

- Hancock ¿porqué lloraste? - pregunté directo.

- ¿Llorar? ¡Oh! En que moment...- no deje que terminará

-No quieras engañarme Boa, dime que fue lo que paso- dije de nueva cuenta serio, pues la idea de que ella estuviera llorando, me hacía sentir incómodo.

- Luffy, lo siento pero, tengo algunas cosas que hacer- susurró.

¿Qué?

Ella no quería hablar conmigo

- Hancock espera-

- Lo siento Luffy, pero estoy ocupada, gracias por llamar - dijo de nueva cuenta susurrando y con tono dolido.

Antes de que pudiera decir algo, escuche el sonido de que ella habia colgado.

- Gracias por todo- ahora mi voz era un susurro, agache la mirada y mire el aparato apagado.

Hancock...