Capítulo II

118 20 1
                                        

Y así pasaron los meses anhelando poder ver a esa persona otra vez.

Zayn porque bueno quería agradecerle lo que hizo por él.

Liam porque, bueno pues, quedo prensado por la belleza de aquel ángel.

Cada uno continuaba con su vida. Zayn decidió adoptar a un gatito para ya no sentirse tan solo. Decidió por si solo ya no sentirse tan mal. Por personas que realmente no valían la pena recordar. Recibió un reconocimiento en su trabajo.

Liam destacaba entre sus compañeros, su fuerza y valentía dejaban varias  impresiones, todas positivas.  Por las noches suspiraba al pensar en aquel joven. Se acercó a él porque su instinto protector se alarmó; jamás se preocupó así por nadie.

El clima no era el mejor, los noticieros advertían que sería bueno regresar a casa antes de las ocho de la noche.

Zayn suspiró de cansancio cuando sus estudiantes gritaban y reían escandalosamente posiblemente le daría migraña. Se comenzaba a arrepentir de haber dado ese trabajo grupal.

Por las mañanas, hasta medio día, trabaja con niños. Por las tardes trabaja con adolescentes. Sus favoritos sin duda son los niños porque obedecen cuando les pide silencio. Los jóvenes sin embargo parecen ensordecer sus oídos e ignorarlo por completo.

Liam por las mañanas entrena con todos y comienzan su ronda habitual, después el rey en persona vigila su entrenamiento junto al príncipe. Seguían las caminatas largas por toda la ciudad, cada escuadrón a una zona diferente.

Cuando terminó su turno en la escuela despidió a sus alumnos con un trabajo de investigación que secretamente dió por su mala conducta hoy.

Se apresuró en irse porque el clima se veía fatal. El cielo completamente nublado, el viento soplando fuerte hicieron que Zayn se apresure en tomar el autobús porque no sabía conducir además que no tenía auto.

El frío era de aquellos que calaban los huesos que hacían que anhelaras una taza de té humeante enterrado bajo tu cama y algo de televisión. Sonaba a un gran plan en éste momento.

Pensaba que cuando el clima se volvía así de aterrador era porque un ángel lloraba y era un pecado que esos seres llorasen.

Cuando llegó a su pequeño apartamento dejó todas sus cosas en la entrada, fue hasta la cocina y preparó su preciado té poniendo a hervir agua en la estufa. Salió en busca de Misty, su gatita, encontrandola en el sofá observándolo a él.

Suspiró de cansancio, de nuevo, y se acercó a Misty tomándola en sus brazos para después sentarse y repartir caricias en su cabecita escuchando el ronroneo al recibir atención.

Luego de unos minutos más se encontraba en su cama, con su taza de té y galletas, Misty y la televisión.

Agradeció mentalmente el que fuera viernes y mañana no debía madrugar.

Era media noche cuando vió la hora en su reloj y apagó la televisión cuando sintió sueño dispuesto en ir a dormir. La lluvia comenzó a caer transmitiendo un sonido pacifico dándole aún más sueño que antes. Las calles estaban vacías y los autos dejaron de transitar causando que sólo hubiese silencio.

Liam se perdió.

No había donde demonios estaba. Porque no conocía la ciudad.

La lluvia comenzó a mojarlo y no podía pedir ayuda porque no había nadie, todo estaba en completo silencio a excepción de la lluvia que era lo único que se escuchaba.

¿Y sí moría? 

Habían posibilidades altas de morir por hipotermia o asaltado por un vagabundo o un drogadicto o un asesino serial que salió justo está noche para matar personas y Liam era la víctima perfecta.

Rise and Shine ||Ziam||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora