(Hace dos meses tenía pensado escribir sobre la primera vez de Bokuto siendo uke, pero no puedo, no me nace escribir hard, me sentí tan mal que me dio un bloqueo terrible y aquí estoy, retomando el libro 4 meses después con un especial que nada tiene que ver con la idea original, pero bueno, es lo que hay y espero que sepan disculpar la tardanza y disfrutar esta parte :'3)
...
Haru despertó con un fuerte dolor de cabeza, quizás había exagerado con esa última cerveza, sintió unos brazos aprisionandolo contra la cama, suspiro.
-Makoto, despierta- se removió para poder ver a su pareja, pero grande fue su sorpresa al ver a un chico que poco tenía de parecido con su novio- ¡¡Aaaaaaaah!!
Empujó con fuerza al extraño, el cual cayó redondito al suelo, golpeando su cabeza contra el suelo despertando de inmediato, su cabello negro le cubría un ojo completamente, pero aún así pudo notar que el chico que lo había empujado de su cama no era su novio.
Antes de poder preguntar nada la puerta se abrió dejando ver a un bicolor en boxers, el cual estaba aterrado.
–Broh, Tsukki desapareció y en su lugar hay un tipo de pelo azul con muy mal carácter y... ¿Quién es él?
–Como se te pudo haber perdido Tsukki.
–¿Tu por qué no estas con Akaashi?
Mientras la pareja discutía el "chico de mal carácter" apareció y corrió hacia su amigo, el cual aún no salía de su estado asustado, estaban en un lugar desconocido con personas desconocidas, sin idea de como llegaron hasta allí ni donde estaban sus respectivas parejas.
Sin duda sería un fin de semana muy raro.
...
–Entonces, Haru y Rei, ustedes se fueron a dormir como de costumbre y despertaron aquí.
–Si... – respondieron al unísono ambos.
–Entonces, si esto es así, nuestros novios deberían estar en su casa con Makoto y Nagisa.
– Ajá.
Bokuto miraba a los chicos con los ojos caídos, no habían podido contactar con los supuestos novios de esos chicos, así que no sabían dónde estaban sus pequeños y menos si estaban a salvo, ese miedo lo carcomia por dentro.
De repente sonó un celular y los saco a todos de su ensimismamiento, era el celular de Kuro y el número era desconocido. El moreno se apresuró a responder.
–Hola?
–Tetsuro, gracias a Dios.
–¡Akaashi! Bokuto es Akaashi– dijo emocionado– ¿Estas bien? ¿Esta Tsukki contigo?
–Si, tranquilo estoy bien, Kei también está aquí, estamos en un tren camino a Tokio junto con dos chicos que tampoco saben donde están sus novios.
–¿Makoto y Nagisa?
–Si, ¿Cómo sabes...
–Larga historia– suspiro–. Me alegro de que estén bien, en cuanto tiempo llegan??
–En media hora estaremos en la estación.
–Los estaremos esperando– el moreno oyó a Tsukishima de fondo–. Los amamos.
–Y nosotros a ustedes, por las dudas no está Haruka con ustedes?
–Si, te paso con él.
El de ojos azules agarro el celular expectantes, escucho el cambio de celular y quiso llorar al momento de oir la voz de su novio.
–Haru...
–Makoto, hola, ¿Cómo est...
–Dios me alegro de que estés ahí ¿Estas bien verdad? Casi muero del susto cuando no te encontré en la casa, Nagisa también está muy preocupado.
–Tranquilo, Rei esta conmigo y ambos estamos bien, solo pasamos un susto nada más.
–Estaremos ahí enseguida.
–Los estaremos esperando.
–Te amo Haru.
–Y yo a tí.
La línea se corto y los cuatro se miraron, el silencio del lugar estaba ahogando a Rei, el cual solo se levantó y fue a buscar ropa que le quedará para ir a buscar a su novio. Los mayores solo se miraron y asintieron.
En quince minutos ya estaban los cuatro en la estación, mirando el reloj con muchas ganas de que las manecillas fueran más rápido. Haru estaba sentado hablando con Kuro, de la vida en general, pero el peliazul daba vueltas en círculos y estaba poniendo nervioso a el búho.
–Kuuuuuurooooo dile que pare– dijo el mayor colgándose del cuello de su novio–. Solo camina y camina y camina, va a gastar sus zapatillas.
–Bokuto tiene razón Rei-san– dijo el gato besando al peligris–. Que camines no hará que el tren llegue antes a la estación.
–¡Ya lo se! Se que no llegaran antes, pero si me siento me dan náuseas, quiero ver a Nagisa.
Haru se paro y abrazo a su amigo, conocía al chico lo suficiente como para saber que estaba al borde de un ataque de pánico.
–Lo siento Haru– murmuro el de lentes acercando su cabeza al hombro de su amigo para apoyarla–. Estoy muy asustado por no estar en casa.
–Lo se, lo se, tranquilo... Nagisa llegará pronto.
Así como lo dijo el de ojos azules, así llegó el tren, de el bajo corriendo el pequeño rubio, buscando con los ojos a su novio, cuando lo encontró, bueno, ni el mismísimo Superman podría haberlo detenido en su recorrido.
–¡¡¡REIIIIII!!!
–¡¿Nagisa-kun?!
El de cabello azul se separó de su amigo para, literalmente, volar hacia su novio, cuando llegó hasta él no dudó en abrazarlo y darle un gran beso, sin importar que las personas de alrededor se les quedarán viendo.
–¡Dios! Nagisa te extrañe tanto– decía el menor empezando a llorar, un llanto que había tenido retenido desde que despertó en la cama de un extraño.
El rubio apretó a su novio contra él, podía notar todo el miedo del mismo apretando su pecho, mimo su cabello y lleno de besos sus mejillas, esperando a que, poco a poco, se calmara.
Haru sonrió, detrás del enano había salido su novio, el cual tenia una extraña marca en su mejilla, antes de poder preguntar nada Makoto ya lo había abrazado. Cualquier palabra que hubiera planeado se fue al sentir los brazos de su pareja rodearlo, sintió su corazón latir y en ese mismo momento se aferró a él.
–Te extrañe Haru–susurro el más alto, apretando el agarré–. Me alegro de que estés bien.
–Yo también te extrañe amor, ¿Qué es esto? – dijo el pelinegro acariciando la marca de la mejilla.
–Bueeeno, el chico de que parece una lechuza me dio un golpe cuando despertó, pero fue un accidente, él solo estaba asustado.
Haru miro hacia atrás solo para ver que sus nuevos amigos estaban apachurrandose con otros chicos, uno rubio y alto, que tenía lentes y unas cuantas lágrimas en los ojos, y otro más bajito, de ojos extraños y un pelo negro ondulado.
–Kei amor no te preocupes, ya estas en casa, estamos todos bien– decía Kuro intentando que el rubio se calmara un poco.
Bokuto tambien lo mimaba mientras sostenía Akaashi de la cintura, solo habían sido unas horas, pero el búho sentía que nunca en su vida había estado más impaciente. Akaashi tenía la mano de Tsukishima bien sujeta, no lo había soltado ni un momento, si no estaban los mayores el era el encargado de proteger al menor, pero no podía negar que el miedo también lo manejo por un momento, y es que nunca podía haber estado preparado para despertar al lado de un extraño siendo que la noche anterior se había dormido con su sensual gato negro.
–Estamos bien y eso es lo que importa– murmuro de nuevo Kuro apretando el abrazo grupal.
Y es que en esas ocho palabras estaba toda la verdad del mundo, y los chicos que acababan de conocer coincidían por completo.
ESTÁS LEYENDO
Headcones BokuAkaKuroTsukki
FanfictionTodos sabemos que el BokuAkaKuroTsukki es la OT4 menos canónica que hay en Haikyuu, pero eso no significa que no tenga varios headcones de mis bebés polígamos favoritos.